“El grave problema de Tecate es un problema de narcomenudeo, y los narcomenudistas en Tecate son muy tontos para operar, la mayoría de ellos utilizan Facebook, WhatsApp, utilizan telefonía celular. Vamos a empezar a ‘mapearlos’ , a crear un cuerpo especial con expertos de seguridad informática y vamos a empezar a sacarlos de las calles con un cuerpo dedicado específicamente a la captura de narcomenudistas aquí en la ciudad; e implementaremos estrategias que permitan detener los delitos de alto impacto”, declaró Darío Benítez, días antes de tomar posesión como alcalde de Tecate el 30 de septiembre de 2021.
A un año del inicio de su mandato, en el Pueblo Mágico se registran, en promedio, seis homicidios cada mes, al menos quince balaceras en horas pico a plena luz del día, y los colectivos de búsqueda reportan al menos 70 personas desaparecidas durante el primer año de administración.
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Para los ciudadanos, la inseguridad es preocupante: “Vemos carteles pegados todo el tiempo de personas desaparecidas, escuchamos balaceras, hay muertitos, los policías siguen actuando mal, nada más andan viendo como quitarle un cinco a la gente”, señaló un residente de Tecate.
Al tiempo, miembros del Consejo de Seguridad Ciudadano en Baja California reconocieron una baja en los delitos de alto impacto y un aumento en robo a casa habitación, robo de vehículos, robo con violencia a comercios y a transeúntes, atribuyendo el fallido resultado a la rotación en la Dirección de Seguridad Ciudadana Municipal, la cual han encabezado cuatro personas en un año: el maestro Enrique Trujillo; la licenciada Elsa Macías; el Capitán del Ejército Mexicano, Saúl Arellano; y el actual director, profesor José Manuel Márquez.
Policías municipales se quejan de no recibir la prometida seguridad social, luego que Darío Benítez señalara que antes de la culminación del primer semestres de 2022, los agentes serian ingresados a un régimen de seguridad social en el IMSS, lo cual no ha sucedido.
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“Uniendo lo bueno” ha sido el estandarte de este gobierno morenista de Benítez, quien ha sostenido enfrentamientos con funcionarios pertenecientes a su gobierno, como los regidores Sarahí Osuna Arce, Jorge Elías Rodríguez Valdez y la síndico procuradora María Teresa Méndez Vélez, a quien ha tachado de no contar con los conocimientos necesarios para desarrollar las actividades de su puesto y de no trabajar: “Si no puede con el trabajo, pues que renuncie”.
Las diferencias han escalado a peldaños estatales, señalando de ineficiente al actual fiscal general del Estado, Ricardo Iván Carpio, omitiendo presentarse en actos de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda y de otros funcionarios estatales.
Al interior del gobierno municipal, comentaron los propios trabajadores a ZETA, la interpretación de rebeldía ante el alcalde se paga con el puesto, por ello el desfile de directivos en el primer año de gobierno, en el cual ha habido cambios en la Dirección de Administración Urbana (en tres ocasiones); Seguridad Pública (cuatro ocasiones); DIF Municipal, Comunicación Social, Oficialía Mayor (tres veces); Recaudación de Rentas, Medio Ambiente, Economía y Turismo, Protección Civil y Bomberos, entre otras.
En cuanto a servicios, el alcalde presumió, no sin denostar a la clase empresarial, la adquisición de una unidad recolectora de basura “modelo 2021, que tuvo un costo de 2 millones 275 mil 799 pesos”, la cual obtuvo como “resultado cuando no se le perdonan impuestos a los que más tienen en esta ciudad”.
Si bien la unidad de sumó a los camiones que recorren diversas colonias diariamente, no ha logrado resolver en un porcentaje importante la falta de recolección de basura en el municipio. Colonias como Santa Anita, Rincón Tecate, El Descanso y La Coyotera, por mencionar algunas, acumulan desechos en espacios públicos.
Este primer año al mando de Darío Benítez, se han invertido poco más de un millón 200 mil pesos en la adquisición de dos unidades bomberas e invertido más de 600 mil pesos en diversos productos para los elementos, aumentando con ello la capacidad de reacción y operación ante los incidentes que se registran en el municipio y que son atendidos por el Heroico Cuerpo de Bomberos.
El alcalde incluso hizo públicas sus preferencias sexuales durante una sesión de Cabildo y sufrió una crisis nerviosa durante una entrevista en vivo que realizaba para medios de comunicación locales, cuando se le cuestionó sobre las supuestas amenazas que el mismo edil había señalado vivía.
En marzo, anunció la importación de cinco mil toneladas de asfalto para bachear la ciudad, proyecto que vio pausado por temas fiscales, por lo que decidió postergar la compra de un segundo camión de basura que se tenía previsto, así como cinco pick-ups de trabajo para la Dirección de Obras y Servicios Públicos, y utilizar ese recurso en la adquisición de tres mil toneladas de asfalto para el reencarpetado y bacheo de dos mil metros cúbicos; inversión aproximada a 6 millones 960 mil pesos, con lo que se logró bachear menos del 10% de vialidades registradas con necesidad de servicio en el municipio.
Actualmente vialidades principales como Bulevar Encinos, Defensores, Avenida Nuevo León, Doctor Arturo Guerra y colonias, demandan la atención requerida para circular de manera segura y sin daños a sus vehículos.
Aun cuando en diversas ocasiones el presidente municipal ha hecho público el pago que se realiza a las autoridades del ISSSTE, con quienes ha señalado mantenerse al día en sus pagos corrientes, durante el primer año de su gobierno, no se ha logrado avance en un solo caso de las más de cien jubilaciones pendientes para recibir los beneficios que por Ley les corresponden, por lo que al ser consultados por ZETA, señalaron que Benítez “no ha hecho la diferencia, seguimos en espera de tener beneficios por los que laboramos toda la vida, hay viudas sin pagos, hijos, padres; estamos igual que siempre”.
