Fuentes de Inteligencia Criminal confirmaron a ZETA la captura de Claudio Miranda Amador, de 45 años de edad, quien contaba con orden de aprehensión por el delito de homicidio calificado en agravio de Fabrizio Cota Rosas, de 23 años y originario de Sinaloa, según Causa Penal 048/2015.
Miranda Amador fue capturado el 27 de septiembre en Culiacán de Rosales, Sinaloa, en una acción conjunta entre elementos de la Agencia Estatal de Investigación Criminal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, y a su vez trasladado a Baja California Sur.
Esto lo confirmó el auto de formal prisión el 3 de octubre, cuando el Juez Mixto de Primera Instancia del Ramo Penal -del Partido Judicial de Los Cabos- “consideró suficientes los elementos que aportó el agente del Ministerio Público del Fuero Común”.
A Claudio se le giró orden de aprehensión en 2015 por participar junto con Héctor Roberto Medina González y/o Omar Alonso Medina González, de 32 años y oriundo de Chihuahua (capturado en febrero de 2015), en el asesinato de Fabrizio Cota, ocurrido la noche del 9 de enero del mismo año. Su cuerpo fue encontrado en el Kilómetro 121+500 del entronque de la carretera federal con la colonia Cangrejos; le dieron seis tiros en tórax y abdomen con un rifle automático.
Además, se presume que Miranda participó en el homicidio de Andrés Enrique Echavarría Franco, sinaloense de 27 años, perpetrado la madrugada del 10 de enero de 2015 afuera de una tienda Oxxo de la colonia Hojazen; por ese delito sólo ha sido imputado Héctor Roberto Medina González y/o Omar Alonso Medina González.
“Claudio estaba en constante movimiento, se trasladaba por diversos estados de la República con el fin de sustraerse de la acción judicial, particularmente se movía en estados donde también era ubicado su jefe, ‘El 28’, líder criminal que sostuvo las operaciones en La Paz y Los Cabos para miembros del Cártel de Sinaloa, particularmente ‘Los Dámaso’. El trabajo de Inteligencia le dio seguimiento hasta Culiacán, donde se montó un operativo especial durante semanas y así llegar a su detención”, reveló el Agente de Investigación Criminal.
El criminal era asistente de Felipe Eduardo Guajardo García “El 28”, célula criminal de “Los Dámaso”, vinculados a Dámaso López Núñez “El Licenciado” y su hijo, Dámaso López Serrano “El Mini Lic”, cuyo líder de célula era Jorge Alberto Guajardo García, este último el enlace directo con el ex líder del Cártel de Sinaloa, tras la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en 2017.
En su momento, unidades de Inteligencia del en su momento llamado Grupo de Coordinación de Seguridad confiaron a ZETA que en los homicidios habrían participado:
* Leonardo Gaxiola Martínez “El Alazán”, asesinado el 10 de mayo del 2015, cuyo cuerpo fue abandonado sobre el Kilómetro 178 del tramo carretero La Paz-San José del Cabo, atado de pies y manos.
* Raúl Castillo de la Rosa “El Cochi”, presunto jefe de pistoleros para “Los 28” y “Los Dámaso”; operó diversas ejecuciones y desmembramiento de cuerpos en La Paz y Los Cabos.
* Héctor Roberto Medina González y/o Omar Alonso Medina González, aprehendido en febrero de 2015 en posesión de un rifle AK-47 calibre 7.62×39, acusado de asesinar a Fabrizio Cota Rosas y Andrés Enrique Echavarría Franco en enero del mismo año.
*Claudio Miranda Amador, ex funcionario del Ayuntamiento de Los Cabos en 2015, vinculado al homicidio de Cota Rosas en enero de 2015.
ERA EX FUNCIONARIO DE AGÚNDEZ
“Todos los grupos de delincuencia organizada tienen en sus nóminas a funcionarios públicos, son quienes les brindan protección o les ayudan en la logística criminal; en el caso de Claudio Miranda, era el contacto directo entre el Gobierno de Antonio Agúndez y Felipe Eduardo Guajardo García ‘El 28’, su relación era muy estrecha, incluso al interior del Grupo de Coordinación de Seguridad”, refirió el agente de seguridad consultado.
A inicios de 2015, Miranda Amador fue detectado como alfil de la célula de “Los 28”, principales generadores de violencia en La Paz y Los Cabos en esa época, sin embargo, Agentes de Investigación Criminal lo relacionan con operaciones previas; incluso refieren que está involucrado con muchas otras carpetas de investigación, las cuales siguen en revisión, ya que en algunos casos estuvo activamente y en otras “señalando y poniendo a contras de ‘Los 28’”.
Miranda Amador llegó a la administración pública el 30 de abril de 2011, fecha en que José Antonio Agúndez Montaño tomó protesta como presidente municipal de Los Cabos; inició como secretario privado del entonces secretario general de Gobierno, Guillermo Marrón Rosas.
Pero la estrategia de los hermanos Guajardo García (“Los 28”) fue pelear la plaza de Los Cabos contra Javier López Rivera y/o Javier Acosta López “El Javy” y/o “El Javier” -del Cártel de Sinaloa-, asesinado en Culiacán, Sinaloa en julio de 2016.
“El Javier” contaba con el respaldo de policías, comandantes y agentes del Ministerio Público, a quienes mantenía en nómina, sin embargo, el 11 de junio de 2013 fue crucial para la célula de “Los Dámaso”; Guillermo Marrón Rosas dejó la Secretaría General y fue nombrado director general de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos, y con él se llevó a Claudio Miranda, quien se convirtió en asistente personal de Felipe Eduardo Guajardo García “El 28”, quien consiguió contactos en las policías, quienes a su vez brindaron protección, logística e información de grupos antagónicos para eliminar a sicarios, vendedores de droga y debilitar la estructura.
“El ex funcionario se encargó personalmente de los narcomenudistas Fabrizio (Cota) y Andrés Enrique (Echavarría Franco), fue una tarea especial para figurar no sólo como contacto en la corporación, sino escalar en la línea criminal. También es señalado en el homicidio de servidores públicos del Ayuntamiento de Los Cabos en 2015”, expresó el agente de seguridad.
La noche del 19 de febrero de 2015 se registró una triple ejecución en El Zacatal de San José del Cabo. Se trató de los servidores públicos Valerio Carrizal Jolleño y César Carrizal Jeyeño, inscritos en nómina de apoyo de la Tesorería Municipal del XI Ayuntamiento de Los Cabos de Antonio Agúndez Montaño; además del abogado Paulino Guerrero Sánchez.
“La versión de la pareja del abogado, es que su cercano y dos personas que le acompañaban, supuestamente albañiles, fueron amenazados por hombres armados y subidos a bordo de un vehículo en el estacionamiento de Soriana, para seguidamente llevarlos a un arroyo y ahí privarlos de la vida”, recordó el elemento de seguridad.
Gracias a las imágenes captadas por una cámara de vigilancia en la plaza comercial, se pudo establecer que los tres viajaban a bordo de un Jetta 2015 con placas de circulación CZR-5628, registradas a nombre de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito de Los Cabos. Los sicarios llegaron a bordo de una camioneta Ford Escape, tentativamente 2003.
Los funcionarios públicos y el abogado ingresaron a la plaza comercial, posteriormente llegaron los sicarios y se estacionaron cerca del auto de las víctimas, los esperaron por unos minutos y de nuevo salieron al estacionamiento.
De acuerdo con las imágenes, en ningún momento las víctimas huyen de sus agresores, sino que se acercan y saludan a los ocupantes de la unidad, incluso suben por su propia voluntad y permanecen varios minutos platicando, después emprenden la marcha y se van todos juntos. Las tres personas fueron encontradas ejecutadas en un arroyo cercano al lugar del que fueron “recogidos”; autoridades presumen que Claudio Miranda participó.
Hasta el cierre de edición, las autoridades ministeriales sólo han podido comprobar su incursión en el homicidio de Fabrizio Cota Rosas, aunque cuentan con señalamientos y pistas que podrían vincularlo a otros hechos.
COMONDÚ, AL ACECHO DE CRIMINALES
El domingo 25 de septiembre, Comondú dio muestras de que el narcotráfico gobierna las calles: tres elementos de la Policía Municipal, entre ellos el comandante general, supervisor y un policía raso fueron brutalmente golpeados por un comando armado.
Los agentes de seguridad respondieron a un reporte por riña en el bar Michelatos, a sólo 50 metros del Palacio Municipal. Al llegar al sitio, los Municipales se toparon con un comando de 15 sicarios que portaban armas largas y cortas.
“A un bar donde constantemente hay que ir a sacar borrachos, a atender riñas, a este reporte acudió la Policía Municipal, dos patrullas y seis elementos, y sucedió pues que no era una riña, sino que eran personas fuertemente armadas, unas 15 aproximadamente, y golpearon a brutalmente al comandante general de Seguridad Pública Municipal y a dos agentes más”, afirmó a medios de comunicación la alcaldesa Iliana Talamantes Higuera.
Días después de la brutal golpiza, gran parte de la ciudadanía calificó tal declaración como desafortunada, al considerar que la Policía Municipal de Comondú no puede con el narcotráfico, como no ha podido la Guardia Nacional, Secretaría de Marina, Secretaría de la Defensa Nacional y nadie podrá.
“Las funciones de la Policía Municipal, estamos para atender otros asuntos, no vamos a iniciar una guerra ni una cacería de brujas (…) ¿Van a acabar la Policía Municipal de Comondú? ¡Por favor! Y va a pasar esta administración y la que venga tampoco, y la otra, y por los siglos de los siglos, Amén. Nosotros no estamos en una guerra contra ningún grupo delincuencial”, sostuvo Talamantes Higuera.
Reconoció que no cuenta con el apoyo suficiente para soportar los embates del crimen organizado, que requieren de más elementos, principalmente del Estado.
“Decir la verdad a veces incomoda y resulta políticamente incorrecto, no puedo negar la realidad en que vivimos, y a veces disfrazarla no es mi estilo, no es mi esencia, por eso, dadas las condiciones en que se encuentra la Policía Municipal, más allá de lo que le corresponde, está cuáles son las condiciones reales en que vivimos. O sea, las policías municipales no tienen suficientes herramientas de trabajo, aquí faltan patrullas, no hay los suficientes elementos de Seguridad Pública, más allá de que ni tampoco todas las capacitaciones, cuestan, incluso armamento suficiente, sofisticado”, expresaría la funcionaria.
Para vencer al crimen organizado, que por cierto en Comondú no sólo ha golpeado a policías, sino a personas desaparecidas, pescadores y comerciantes extorsionados, se requiere de la participación de todos, de coordinación para afrontar la inseguridad.
“Necesitamos la coordinación con todas las Fuerzas Armadas, solamente así se va a poder la coordinación, no se puede la Policía Municipal por sí sola, no puede, honestamente no puede, es un problema a nivel nacional. Mi Policía de Comondú sola no va a poder”, reiteró la presidente municipal de Comondú, para concluir:
“Hoy aparentemente hay paz, por lo menos ya no hay balaceras, y aunque siguen apareciendo en nuestro municipio, en nuestro Estado, de repente una persona sin vida en la carretera o hechos como el que se grabó en un vídeo, por eso se hizo público, pero es un reflejo también en la historia de la realidad” que sigue predominando en BCS