A manera de despedida de su realidad, una mujer diagnostica con Alzheimer decide filmar una película sobre su vida, antes de que la demencia le provoque problemas de memoria, pensamiento y comportamiento.
Bajo esa premisa, Andrea Martínez Crowther relata en la cinta “Observar las aves” un viaje introspectivo basado en el episodio experimentado por su madre.
“Mi madre pasó diez años en un estado triste. Tuve miedo de que me diagnosticaran igual, e imaginé que de serlo, haría una película. Muchas escenas son vivencias junto a mi madre, fue duro mezclar lo personal y profesional, sobre todo cuando entré a cuadro. Era como estar viviéndolo, aunque es una ficción que parte de algo muy personal e intento sea una historia universal de la que pretendo no sólo sea introspectiva, sino que resuene y sea un reflejo que toque corazones, un cine de emociones”, subrayó Martínez Crowther.
En entrevista con ZETA, la directora señaló que “Observar las aves” plantea una filosofía de aceptar la vida con dolor, pérdidas y tristezas como parte de la vida, misma que se va en un instante como la fascinación de observar las aves; título en honor al personaje Henry, marido de Lena Derna (protagonista), una académica que vive sola, alejada de la ciudad y de sus hijos, quienes ante la impotencia de ayudarla se resignan frente a su pérdida.
Filmado entre San Miguel de Allende, Guanajuato y Ciudad de México, el filme de la méxico-canadiense honra también el gusto de su madre por la naturaleza.
“En todas mis películas está presente esa herencia por el cultivo de flores y plantas, y en ésta contruí todo un jardín al que en plena filmación arribaron como un regalo mariposas monarca. Es una ficción con lenguaje documental, con música y diseño sonoro de Héctor Ruiz, basada en episodios de mi vida con mi madre y que llega a mí como un cine de salvación, porque me ayuda a enfrentar, sanar y aceptar lo que me sucede. Al final somos seres humanos que compartimos el dolor de la muerte de un ser querido, el miedo de perder nuestras facultades mentales y el anhelo de conectarnos”, reflexionó Andrea, quien actualmente trabaja en la postproducción de las películas “Tare”, estelarizada por Tenoch Huerta sobre una mujer que pierde a su pareja; y “Alabranza” que rodará en Ontario y México sobre cuatro trabajadores agrícolas (tres hombres y una mujer) en Canadá, abordando los ciclos de vida y las conexiones humanas que trascienden fronteras.