El analista político Benedicto Ruiz Vargas opinó que la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, ha sido incapaz de manejar la crisis política por la que atraviesa la entidad en razón de que la mexicalense sólo está a la espera de que se den las condiciones idóneas para buscar una posición en el gobierno federal.
Observó que la mandataria estatal no emergió a la esfera política “a partir de una lucha de abajo”, lo que a su modo de ver le ha contraído dificultades para ejercer control en el ámbito del poder, en el que su antecesor, Jaime Bonilla Valdez, se ha conducido como su adversario político, con todo y que ambos pertenecen a Morena.
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“Ella llega de arriba y se encuentra con problemas, que en este caso es Bonilla y en un momento crítico hay una división en el estado, no puede reagruparla, porque justamente no tiene los hilos del poder”, refirió a ZETA Ruiz Vargas.
Indicó que en un escenario en el que no se visibiliza una coordinación entre gobierno del estado y municipios (para hacerle frente a la inseguridad, para promover proyectos de movilidad) o en el que Morena tampoco muestra cohesión, Marina del Pilar ha preferido apostar por una posición en el plano federal una vez que las circunstancias le sean propicias.
“Tiene un panorama dividido, fracturado y lo que yo creo, que entonces en ese contexto ella empieza a hacer un cálculo de continuar pero jugando un papel en el proceso de la campaña presidencial, como no puedes gobernar completamente, como no tienes todos los elementos, va a intentar incrustarse en la campaña presidencial”, manifestó.
Señaló que la ex alcaldesa de Mexicali no se ha dedicado a “construir poder”, hacer corriente política, procurar el control de Morena, integrar un gabinete sólido. “Ella no lo está haciendo, ella está como administrando la crisis y esperando la coyuntura presidencial”, asentó Ruiz Vargas.
El entrevistado mencionó que la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Tijuana el 19 de agosto arrojó señales de que Bonilla Valdez se conduce con injerencia en el entorno político de BC.
Ello a propósito de que el primer mandatario no cuestionó o condenó que el ex gobernador hubiera dicho dos días antes que los hechos violentos que se suscitaron en la entidad el 12 de agosto obedecieron a que Ávila Olmeda no había cumplido un pacto con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
“Cuando viene López Obrador y lanza un mensaje de apoyo a ambos yo creo que a ella le queda claro que está aceptando dos poderes, el poder de ella es el poder legal, constitucional, pero el de Bonilla es el poder real, de facto, por qué, porque él tiene un poder, lo construyó, a eso se dedicó previamente”, afirmó.
Por otro lado estableció que el “desencuentro” entre Ávila Olmeda y la alcaldesa tijuanense, Montserrat Caballero Ramírez, “impide que avancen los proyectos”. En tal sentido aludió a la inasistencia de la munícipe tijuanense al acto de presentación del proyecto Sistema de Transporte entre Tijuana y Playas de Rosarito.
“Todo mundo debería tener claro eso, para qué se están haciendo tontos, no va a avanzar ningún proyecto y qué quiere decir eso, sabotaje, la alcaldesa sabotea al gobierno del estado y al revés, es una disputa por el poder, por la autoridad, que quiere decir que Marina como gobernadora no tiene autoridad política”, aseveró.
“El poder está diluido en Baja California y tú no puedes gobernar y hacer buenos proyectos si no tienes el poder en tus manos, entonces eso es lo que está pasando aquí”, remató.
Benedicto Ruiz participó este viernes 9 de septiembre en sesión del Consejo de Organizaciones Ciudadanas Independientes, celebrada en Tijuana y en la cual presentó su libro “Un cambio sin cambio”, referente a la percepción de que con Morena en el poder no ha habido transformación.