Fernando Rodríguez Jr., juez federal del Distrito Sur de Texas, condenó a cadena perpetua, el 15 de septiembre del 2022, al narcotraficante mexicano Jorge Eduardo Costilla-Sánchez, alias “El Coss”, exlíder del Cártel del Golfo (CDG) y de Los Zetas.
El juzgador estadounidense determinó que Costilla-Sánchez encabezó una organización criminal “violenta”, que utilizó armas, intimidaciones y asesinatos, para mantener su control sobre una red de tráfico de drogas, de la cual sacó un beneficio personal de 5 millones de dólares. Asimismo, Rodríguez Jr. indicó, que, además de la cadena perpetua, el capo mexicano deberá pagar 5 mdd como gastos del juicio.
El 9 de enero del 2020, “El Coss” se declaró culpable en Estados Unidos, de una conspiración internacional de narcotráfico para distribuir cocaína y marihuana, según informó en un comunicado, el Departamento de Justicia de EE.UU.
Supuestamente Costilla-Sánchez colaboraría con las autoridades estadounidenses, para testificar en el juicio contra el ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba, en una Corte Federal de Houston, Texas, con el objetivo de reducir su castigo por varios delitos relacionados con la distribución de droga en Estados Unidos.
“El Coss”, de 51 años de edad, era miembro activo del CDG, “organización criminal mexicana violenta”, dedicada a la fabricación, distribución e importación de toneladas de cocaína y marihuana a los Estados Unidos.
A fines de la década de 1990 del Siglo pasado, el Cártel del Golfo reclutó a un grupo de élite de ex militares mexicanos para unirse a sus filas como agentes de seguridad y ejecutores, que se conocieron como Los Zetas.
Costilla-Sánchez se convirtió en el líder del CDG y Los Zetas, grupos que operaron juntos bajo el nombre de “La Compañía”, varios años después del arresto de Osiel Cárdenas Guillén, en 2003.
Una vez que tomó el mando de “La Compañía”, Costilla-Sánchez encabezó una sangrienta guerra contra el Cartel de Sinaloa, entonces liderado por los capos sinaloenses Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, e Ismael Zambada García, “El Mayo”.
Elementos de la Marina arrestaron a “El Coss” en Tampico, en septiembre del 2012. Entonces se ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos (1.5 millones de dólares, según el actual tipo de cambio), por información que llevara a su captura.
Costilla-Sánchez fue extraditado a Estados Unidos el 30 de septiembre del 2015, por la entonces Procuraduría General de la República (PGR). Su sucesor en “La Compañía” fue Mario Armando Ramírez Treviño, alias “El Pelón” y/o “X20”.
Durante su asociación con “La Compañía”, Costilla-Sánchez fue responsable de supervisar todas las operaciones y proporcionar liderazgo, que resultó en la importación de miles de kilogramos de cocaína y marihuana a los Estados Unidos.
Bajo su liderazgo, dicha organización controlaba numerosas “plazas” a lo largo de la frontera de Estados Unidos y México, incluyendo los municipios tamaulipecos de Matamoros, Río Bravo, Reynosa, Miguel Alemán y Nuevo Laredo.
“Costilla-Sanchez usó estos lugares estratégicamente importantes para distribuir cocaína y marihuana en los Estados Unidos y para devolver la moneda estadunidense a granel a sí mismo y a otros miembros de CDG en México”, detalló el Departamento de Justicia estadounidense.
La institución resaltó que durante el transcurso de la participación de “El Coss” en dicha conspiración, las fuerzas del orden público en México y Panamá incautaron toneladas de cocaína destinadas a Costilla-Sánchez, y a otros miembros del CDG, para distribuir en territorio mexicano y EE.UU.
Parte de la evidencia en su caso es el decomiso de 11 mil 700 kilos de cocaína que la Policía mexicana incautó en un almacén en Tampico, Tamaulipas, el 5 de octubre de 2007. Así como el decomiso de 2 mil 400 kilos del mismo narcótico, que realizaron las autoridades panameñas en Colón, a finales del 2007.
Asimismo, “El Coss” supervisó una vasta red de otras personas, incluidos jefes de plaza locales, correos de drogas, personal de seguridad, exploradores, sicarios, y otros, para facilitar las operaciones de narcotráfico del grupo. Además, en el desempeño de su función, Costilla-Sánchez y otros a su cargo poseían y usaban armas peligrosas, incluidas de fuego.
El capo mexicano también organizó dirigió y llevó a cabo numerosos actos de violencia contra grupos de narcotraficantes rivales, la Policía mexicana y otros que la agrupación percibió como amenazas a sus actividades del narcotráfico.
Durante su declaración de culpabilidad, Costilla-Sánchez reconoció su participación en una conspiración para poseer con la intención de distribuir más de 450 kilogramos de cocaína y más de 90 mil kilogramos de marihuana.