Máximo Grado y Remmy Valenzuela fueron los responsables de darle vida a la madrugada del 27 de agosto, en un encuentro en el audiorama de las estrellas, que abrió sus puertas a Los Distintos de Tijuana, quienes brindaron su compañía previo a las presentaciones estelares, la primera de ellas, la del grupo Máximo Grado, originario de Culiacán, Sinaloa, conformado por el vocalista Cristian Félix, acordeonista Alexis Valenzuela, Adrián Martínez en el bajo, baterista Jesús Romero, el bajista eléctrico Christian Sánchez, y percusiones Willy Saldaña, quienes cuentan con más de 10 años de trayectoria, entre temas bailables, rancheros, y corridos de la vida cotidiana familiar.
Ataviados en trajes blanco, saltaron al escenario acompañados de confeti, y fuegos artificiales, al ritmo de “La güera y la morena”, “El Muchacho Alegre”, “David de los Acme”, y “El hombre de equipo”, aderezados por ramos de rosas y muñecos de peluche del Dr. Simi.
Para sorpresa del público, la agrupación subió a Cristian Félix y Eduardo Ochoa, ex participante de La Academia para cantar la icónica “Tragos de amargo licor” de Ramon Ayala, seguidas por “Unas Heladas”, “La vida del León”, “Sobrino de la Tía Juana”, “Me enamoré”, “La Fuga del Dorian”, “Chavalón”, y “Yo soy del Golfo”.
“Estamos más firmes que los músicos del Titanic” afirmó Félix, quien dijo estar agradecido con el cariño bajacaliforniano.
Después de algunas pruebas de luces y sonido, el escenario volvió a encenderse para recibir a Remmy Valenzuela, el cantautor y acordeonista sinaloense, quien salió con su banda de traje y sombrero negro, y su icónico acordeón.
“Buenas madrugadas Tijuana espero se la pasen de lo más bonito ya teníamos ganas de volver con ustedes, espero nos ayuden a cantar fuerte, fuerte” declaró el
De 31 años, quien saltó a la fama en 2013 con “Te olvidaré”, hasta consolidarse en el
Regional Mexicano.
Con el público de pie, lleno de energía y las emociones a flor de pie, Remigio Valenzuela cantó éxitos como “Se va muriendo mi alma”, “Nadie” y “Caricias clandestinas”, provocando que el público se hiciera espacio y bailar entre las sillas.
El conocido Príncipe del Acordeón, apodo que el público le ha dado y ha sido reconocido por otros artistas, como el mismo Ramon Ayala, brindó homenaje a Sergio Vega cantando “El telegrama” y “Cosas de amor”, y a K-Paz de la sierra con su propia versión de “Mi credo”, completando más de dos horas de un espectáculo maravilloso, lleno de vida, luces, ánimo, y carisma que caracterizó la interpretación de “Mentí”, “Loco enamorado”, “Mi princesa” y “Por un beso”.
(Erika Cortez / Especial para ZETA)