A los periodistas de Latinoamérica los poderes fácticos los amenazan o van contra su familia, si bien les va cuando deciden, torturan o los desaparecen. En España una democracia monárquica -contradicción- que la domina aún el franquismo, la ultraderecha fascista protegida de los nazis desde 1934, sobrevive en un medio enrarecido por el catolicismo aliado a causas innobles. Cualquier parecido con México no es coincidencia; la diferencia es que España intenta asesinarlos civilmente por medio de acusaciones burdas y aprovechando oligopolios de la desinformación. Estos medios se han especializado en ocultar verdades y difundir falsedades para destruir a los adversarios, considerados no oponentes de intereses sociales encontrados, sino enemigos a desaparecer de la escena.
A Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias, cofundadores del PODEMOS, organización política de izquierda española, se les inventan “documentos” en un contexto electoral, cuando en las encuestas van arriba en la intención de voto de los ciudadanos españoles; hablo del PSOE y el PP, conservador y fascista este último.
Les plantan una trampa a través de la televisión; si un “depósito bancario” del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de 270 mil dólares en un Banco del Caribe. Engendro de acusación que ni su abuela lo cree. Inventan fantasías. Saben los periodistas de la Sexta (TV), Eduardo Inda y García Ferrero (cínicos y sicarios de la palabra), que es una medida grotesca y estúpida que se les regresará, pero lo que no mancha tizna.
Los dueños de la emisora liberal son la oligarquía española, que ven a un partido de izquierda que les puede cancelar mega privilegios, como los que tiene TV Azteca de Ricardo Salinas, que no paga impuestos desde hace décadas y que por mucho menos estaría en la cárcel y sin concesión.
García Ferrero es un “periodista” que, consciente que la nota es totalmente falsa, la avala y acredita y la publica en un programa: La Sexta, que lo puede ver en redes y contrastarlo con el programa de LA BASE; con fama de llegar a una audiencia de centro izquierda, orientada a público supuestamente mejor informado.
Lo más revelador y grave es que existen audios (Alito) en una tertulia con la trama de conspiración de los “periodistas”; donde irán construyendo la manipulación y desinformación frente al público, considerándolo un hecho, sin investigación seria de la solidez de las fuentes. Sin hacer la tarea del periodista profesional de considerar la verdad como valor supremo por encima de jugosos sueldos, del privilegio de disponer de un micrófono y cámaras que los visibilizan a cambio de lucrar con mentiras y haciendo alarde de infamias.
Son las mismas canalladas que en México pretendió la fauna de prensa sin ética, alquilada y acrítica; sus fortunas mal habidas, yates y propiedades revelan que estos aventureros que usan los micrófonos como metralletas bombas o tanques. Delinquen impunemente ante el analfabetismo casi absoluto de una masa inerme de auditorio de TV abierta.
En México los “medios de comunicación” están concentrados en 11 familias: un oligopolio que no revela libertad de prensa, pluralidad o democracia donde t-o-d-o-s seamos incluidos y escuchados en el radioespectro.
Hay un precedente de promover la democracia en Radio y TV en Ecuador y Argentina. El ex presidente Rafael Correa modificó la Constitución con una propuesta de distribución equilibrada: 33% para los empresarios, 33% para la radio pública y 34% para los medios comunitarios; fue un avance representativo de una realidad social muy razonable. Pero la presión de la manipulación de las élites aliadas a Lenin Moreno la desmontó. Y en Argentina sucedió lo mismo por parte del gobierno de Ernesto y Cristina Kirchner para democratizar las voces de una sociedad pluricultural.
Las iglesias sí tienen radio y TV en México, pero las organizaciones comunitarias, los ciudadanos de a pie, carecen de voz y no existen; aunque ahí está la mayoría con un complejo creciente de problemas que poco o nada se investigan o discute alternativas, ni se conocen por una perversa y deliberada ausencia mediática de la sociedad.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es académico del Instituto Tecnológico de Tijuana.
Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com