El mes de julio pintado
de colores las mejillas,
rubor en el alma lleva
cual intensa fantasía.
El corazón se acongoja
al desear dulce beso
que solo el viento conoce,
pues lo atrapó muy sereno.
Brota un sinfín de suspiros
cuando llueve esta mañana;
los recuerdos van tatuados
en lo profundo del alma.
Al cielo miran los ojos
rogando por un milagro;
busca el calor de su piel,
lleva vacío en los brazos.
El mes de julio ha venido
vestido de sentimiento,
con encajes y acuarelas
que al amor brindan un destello.
Llueve en el fondo del alma,
pues deseándolo tanto,
no puede besar la boca
que ha amado por tanto años.
El arcoíris la cubre
y al oído le susurra
que le quiere desde niño,
como si fuera un conjuro.
En su mente va pintado
el recuerdo de sus ojos,
de su pelo tan hermoso
y sus labios, gran tesoro.
Lourdes P. Cabral
San Diego, California.