La detención del narcotraficante Rafael Caro Quintero con fines de extradición a Estados Unidos, este viernes 15 de julio de 2022, es una victoria para la justicia, aseguró el ex jefe de Operativos Internacionales de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), Mike Vigil.
La captura del “narco de narcos” fue en el municipio de Guachochi, Chihuahua, en la Sierra Tarahumara, luego de un amplio operativo encabezado por la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR), detallaron fuentes federales a ZETA.
El capo originario de Badiraguato, Sinaloa, se encontraba en libertad desde el 9 de agosto de 2013, luego de haber pasado 28 años en prisión -de los 40 que tenía cómo condena- por el homicidio del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, entre febrero y marzo de 1985.
Su liberación se dio porque un Tribunal de Jalisco, justificó la decisión de liberarlo antes de cumplir su condena, por un tecnicismo jurídico, ya que consideró que el caso debió ser juzgado en el fuero común y no en el federal. Cabe recordar que Quintero, junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”, fundaron el Cártel de Guadalajara en la década de los 80’s del siglo pasado.
Para el ex jefe de la DEA, la entrega del capo no es un trofeo, al contrario, es un vehículo necesario para poder obtener justicia por el asesinato de Enrique Camarena. Espera que al llegar a Estados Unidos, que se presume sea enjuiciado en una corte de Nueva York, las autoridades norteamericanas obtengan información sobre el resto de participantes en el homicidio del agente.
Mike Vigil calculó que hay la posibilidad de que la corte le dicta cadena perpetua, ya que no solo es el crimen del homicidio de Kiki Camarena sino también otros delitos relacionados con el trasiego de droga a los Estados Unidos, “aunque le den 10 o 15 años, por su edad, yo creo que nunca va a salir de la cárcel; va a morir en la cárcel”, aseveró.
“Caro Quintero nunca va a librar la justicia de Estados Unidos, nunca; porque el no va a tener la infraestructura criminal que posiblemente tenía en México o sus socios, llegando a EU nunca se va a poder escapar, no va a poder sobornar, amenazar; yo creo que la justicia le caerá cómo una tonelada de ladrillos”, comentó.
Respecto al tiempo que tardó el gobierno mexicano en su recaptura para atender la solicitud de extradición del gobierno norteamericano, Vigil expuso que era complicado capturar al capo sinaloense, dado que no salía de la sierra y elaborar un operativo en la zona del Triángulo Dorado era imposible, ya que en ese terreno tienen múltiples rutas de escape.
Al ser liberado en 2013, Rafael Caro Quintero regresó a la sierra del lado de Chihuahua, apuntó el ex agente de la DEA, “él conoce muy bien esa zona y comenzó de inmediato a cultivar y vender mariguana, pero no en gran escala; porque ya estaba muy acabado”.
“Mucha gente dice que se vinculó con el Cártel de Sinaloa, pero eso no es cierto, el Cártel de Sinaloa no lo necesitaba y los “Chapitos” no lo querían ahí, porque no querían competencia para controlar el Cártel. Él estaba traficando pequeñas cantidades de mariguana, estaba enfermo, no salía mucho de la sierra, porque sabía que podía ser capturado y así sucedió”.
“Caro Quintero se metió a la sierra, estando en la sierra es muy difícil capturar a alguien, porque para montar un asalto de tierra ellos tienen seguridad, si miran tropas o personas desconocidas por la zona, ellos salen en cuestión de minutos, si haces un asalto con helicóptero entonces escuchan los motores y tienen entre 15 minutos y 20 minutos para darse a la fuga”.
“Por eso siempre ha sido muy difícil de capturar también a Ismael “Mayo” Zambada, porque él nunca sale de la sierra; ese es uno de los más grandes errores que hizo Joaquín “Chapo” Guzmán, que salía a Mazatlán, a Culiacán, a los Mochis, si se hubiera quedado en la sierra, considero que aún seguiría libre”, explicó el ex jefe de Operativos Internacionales de la DEA.
Finalmente, reiteró que la detención era de suma importancia para obtener justicia “por el asesinato de nuestro agente Enrique “Kiki” Camarena, cómo la gente sabe si alguien mata a un elemento de nosotros, entonces los vamos a cazar por tierra, mar y cielo, eso ha sucedido con Caro Quintero; para nosotros era muy importante capturarlo”.
El asesinato de “Kiki” Camarena
De acuerdo con la información del gobierno de Estados Unidos, Enrique “Kiki” Camarena Salazar se infiltró en el Cártel de Guadalajara, encabezado por Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo.
En 1984, como resultado de la información obtenida por el agente encubierto estadounidense, cientos de soldados mexicanos asaltaron Rancho Búfalo, una plantación de marihuana de 2 mil 500 acres de mariguana, propiedad de Caro Quintero, cuya producción anual estimada era de cientos de millones de dólares.
El Cártel de Guadalajara culpó al agente especial Camarena Salazar por la redada, y decidió tomar represalias, aseguró el gobierno norteamericano. Camarena era un ex marino, bombero, oficial de policía y alguacil adjunto, estuvo muy cerca de descubrir una ruta de millones de dólares para transportar drogas por un millón de dólares de México a los Estados Unidos en 1985.
“Kiki” Camarena y el piloto aviador de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Avelar, fueron secuestrados por un grupo de hombres armados el 7 de febrero de 1985, en Guadalajara, Jalisco. Un mes después sus cuerpos fueron hallados en un rancho de Michoacán, con señales de tortura.
Supuestamente, las órdenes directas del secuestro fueron dadas por Caro Quintero, indicó el Gobierno estadounidense en su momento. Se cree que Camarena murió a los dos o tres días de su secuestro, pero su cuerpo no fue encontrado sino hasta el 5 de marzo de 1985. Sobreviven al agente especial Camarena su esposa y sus tres hijos.