Proponen verificar si los compradores menores de 21 años cuentan con antecedentes penales; igualmente, retiro temporal de armamento a quienes se consideren potencialmente violentos, entre otras medidas
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Senadores demócratas y republicanos dieron a conocer este domingo 12 de junio que llegaron a un acuerdo para establecer restricciones a la adquisición de armas ante los ataques con arma de fuego que se suscitaron el mes pasado en Estados Unidos.
De acuerdo con AP, la propuesta está encaminada a verificar si los compradores de armamento menores de 21 cuentan con antecedentes penales; lo cual conllevaría que esa información estuviera disponible por ley. También tiende a reforzar la seguridad en escuelas así como mejorar los programas de salud mental.
Con todo y que no se acerca al planteamiento presidencial y demócrata de aplicar medidas más severas, el presidente Joe Biden dijo haber aprobado el acuerdo.
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“No cumple con todo lo que creo que se necesita, pero refleja pasos importantes en la dirección correcta y sería la iniciativa más importante sobre seguridad de armas de fuego en ser aprobada por el Congreso en varias décadas”, refirió al presidente estadounidense.
Añadió que en razón de la colaboración bipartidista que comporta el tema de las restricciones a la adquisición de armas, “no hay excusas para una demora ni razón por la que no pueda avanzar rápidamente en el Senado y la Cámara de representantes”.
Los legisladores estadounidenses esperan sacar adelante la propuesta este mes, aprovechando que aún está latente el ímpetu político que suscitaron las recientes masacres de Búfalo, Nueva York y Uvalde, Texas, perpetradas por atacantes de 18 años de edad.
Los impulsores del acuerdo revelaron que falta afinar detalles y redactar la iniciativa de manera formal, lo cual pudiera generar disputas y demorar su conclusión, advirtieron.
10 senadores demócratas e igual número de republicanos se pronunciaron porque el proyecto legislativo sea aprobado.
En el ánimo de alcanzar el umbral de 60 votos necesarios para obtener la aprobación, se requieren 10 sufragios del partido republicano.
Los legisladores a favor de la propuesta indicaron que su deber es unirse y contribuir a la restauración del “sentido de seguridad” de las familias norteamericanas, así como al reforzamiento de la protección en sus comunidades.
Los legisladores demócratas y republicanos llegaron a ese acuerdo luego de dos semanas de discusión “a puerta cerrada”.
A la cabeza de los demócratas se encuentran Chris Murphy y Krysten Synema y encabezando a los republicanos John Cornyn y Thom Tillis.
Con el consabido planteamiento se pretende destinar fondos a los estados para la promulgación de leyes a relativas a retirar temporalmente armas a quienes se consideren potencialmente violentos; igualmente, canalizar recursos para fortalecer programas de seguridad en planteles educativos y de salud mental.
Las personas que venden armas fuera de la formalidad estarían obligadas a tramitar una licencia de distribuidor federal, con lo que habrían de verificar si sus compradores cuentan con antecedentes.
Quienes estén condenados por violencia doméstica y que no vivan con su pareja estarían impedidos de comprar armas. Además las personas que compren armas por la vía legal para alguien que no reúna los requisitos para poseerlas cometerían delito.
Chuck Schumer, líder de la mayoría en el Senado, describió la propuesta como “un buen primer paso para poner fin a la persistente inacción frente a la epidemia de la violencia con armas de fuego”.
