En Tijuana, Mexicali y Ensenada, aumenta el número de permisos para vender en la vía pública, sobre todo de comida y artículos de segunda mano. “Tarde o temprano vamos a enfrentar una población en edad de retiro que va a estar en condiciones de pobreza extrema, mayor a la que traemos ahorita”, advierte Enrique Rovirosa Miramontes, ex presidente del Colegio de Economistas de Mexicali
En Avenida Constitución, una de las más bulliciosas del Centro de Tijuana, Manuel atiende un pequeño puesto en el que vende aparatos electrónicos, como bocinas y radios portátiles. Desde hace año y medio el puesto se instaló en esa calle, aunque él tiene tres meses trabajándolo, luego que saliera de una fábrica para ganar un poco más de dinero.
“No es tan bueno, pero he visto que es regular, sale para comer y para la renta”, asegura el joven que pasa casi doce horas esperando completar al menos 500 pesos.
Mientras espera a la clientela, explica que el puesto se pone todos los días de la semana, pero hay tres días que la venta está “muy floja” y los “viernes, sábado y domingo son buenos si te surtes”, pues la ganancia puede llegar hasta los mil 500 pesos por día.
Elíseo Díaz de la Cruz, secretario general de la Unión de Vendedores Ambulantes y Mercados sobre Ruedas “Lázaro Cárdenas del Río”, comentó a ZETA que derivado de la pandemia de COVID-19 hubo un aumento de personas que fueron a vender diversos productos a la vía pública.
“Ahorita se está regularizando y algunos compañeros siguen con nosotros y otros ya regresaron a sus trabajos de origen, pero sí ha aumentado un poco en el comercio de mercados sobre ruedas y comercio ambulante”, dijo.
La Zona Este y La Presa son las áreas de Tijuana donde más incrementó el comercio ambulante. “En la ‘5 y 10’ fue muy leve, porque la mayor parte de los compañeros tienen permisos y han sido un poco celosos de sus áreas; si alguien se pone, los reportan a Reglamentos y en automático los retiran”. Y en áreas como Santa Fe, el mercado sobre ruedas “ya llegó a su límite, aunque quisieran, ya no hay espacio” para ampliarse.
Díaz de la Cruz -uno de los 80 líderes de mercados robre ruedas- compartió que muchas personas optan por vender en la calle, ya que les permite ser su propio patrón y ganan más que en una maquiladora, “aunque no es mucha la diferencia”.
Como en el comercio establecido, cuando hay feriados en Estados Unidos como el Memorial Day, o en México, como el 14 de febrero o Día de las Madres, “nuestros connacionales llegan a las diferentes partes de la ciudad y sí hay una derrama económica, pero el resto del año ahí se va pasando”.
Consideró que debido al temor al contagio de COVID-19, todavía mucha gente no acude a los mercados sobre ruedas, por lo que las ventas permanecen en niveles previos a la pandemia. “Las ventas llegaron a bajar hasta un 50%, ahorita ya hemos subido un poco, falta por regularizarse un 20%”, expuso.
Adolfo García, director de Inspección y Verificación del Ayuntamiento, confirmó que ha habido un incremento de personas que buscan vender en la vía pública, lo cual “se palpa en los permisos accidentales” que son por tres meses y cuestan mil 200 pesos.
En lo que va de la administración municipal de Montserrat Caballero se han concedido 3 mil 169 permisos accidentales, mil 84 más que los otorgados en el mismo periodo del gobierno anterior. Poco más de la mitad de éstos, se han entregado en las delegaciones La Presa Abelardo L. Rodríguez y La Presa Este. Venta de alimentos, ropa de segunda mano y de herramientas, son los principales giros.
A ello se suma el proceso en que se ha regularizado a personas que tenían entre tres y cuatro años vendiendo sin tener permiso. Con lo que los permisos de mercado sobre ruedas suman 8 mil 898 entre nuevos y revalidaciones. Esta cantidad es superior a la de la administración pasada, de 5 mil 907.
En el caso de los permisos para comercio ambulante y semifijo, actualmente suman 4 mil 776; 756 más que en la administración pasada.
Si bien, “esta administración no ha dado una sola plaza para un nuevo mercado sobre ruedas, es un tema que está viendo la Secretaría General de Gobierno, tenemos dos o tres peticiones” en Zona Este, en la colonia Lázaro Cárdenas, pero aún no se han otorgado.
MEXICALI Y ENSENADA TAMBIÉN REPORTAN AUMENTOS
El incremento en permisos también se ha observado en Mexicali, en la actual administración de Norma Bustamante se han revalidado mil 225 permisos, cifra que incluye los nuevos permisos.
José Alonso Echeverría López, jefe del Comercio Ambulante de la Capital bajacaliforniana, comentó que actualmente existen 7 mil 642 permisos, de los cuales 4 mil 092 corresponden a mercados sobre ruedas y 3 mil 550 a comercio ambulante.
“Crecieron dos rutas de mercado sobre ruedas, en las colonias Pro Hogar e Independencia, en la delegación González Ortega”, manifestó el funcionario público.
Actualmente se han recaudado 6 millones 2 mil pesos por la expedición de permisos, cantidad inferior a la reportada el año pasado, toda vez que en este ejercicio el Cabildo otorgó más beneficios fiscales a adultos mayores y a mujeres jefas de familia.
Según datos del Ayuntamiento de Ensenada, encabezado por Armando Ayala Robles, por la pandemia aumentó el número de permisos, al pasar el padrón general de 2 mil 197 a 5 mil 151. Los nuevos permisos en zona urbana aumentaron 130, y en zona rural, 48. Mientras se otorgaron mil 300 permisos accidentales más en la zona urbana, y nueve más en la rural.
El presidente municipal de Tecate, Darío Benítez, comentó que se ha observado un comportamiento similar al de años anteriores. Actualmente hay 210 permisos eventuales y semifijos, ubicados en gran parte en la zona urbana, en la comunidad El Hongo, en Luis Echeverría, en Cerro Azul y La Rumorosa.
Además de los 247 considerando los permisos sobre ruedas de las colonias Juárez, Downey, Descanso y Luis Echeverría.
“En los cuatro sobre ruedas operan las tres asociaciones que tienen en promedio 40 años de historia, en la administración pasada se expidieron permisos indiscriminadamente para personas de la Zona Este de Tijuana y perjudicó enormemente a muchos comerciantes tecatenses”, por lo que en su gestión se está procurando que en la medida de lo posible, la mayor parte de los permisos que se otorguen sean para tecatenses, “para que lo que se gane se quede en Tecate”, agregó Benítez Ruiz.
En Playas de Rosarito, Edgar Robles Suárez, encargado de despacho de Verificación, expuso que “no ha habido nuevos” permisos ambulantes y semifijos. En la actualidad se han revalidado 700 que ya operaban en la vía pública en años anteriores, la mayor parte en el Bulevar Benito Juárez hasta Bulevar Popotla y Bulevar Norte, en Plan Libertador.
MÁS DE 66 MIL PERSONAS SE SUMAN A LA INFORMALIDAD
En Baja California, 670 mil 070 trabajadores laboraron en la informalidad durante el primer trimestre de 2022, lo cual significó un incremento de 66 mil 011 personas, equivalentes a un alza del 2.1% respecto al mismo periodo de 2021, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El aumento de la informalidad se debe a que no se están generando los suficientes empleos para cubrir la demanda, y que los empleos creados tienen condiciones como horarios rígidos y salarios bajos, que no están resultando atractivos para muchas personas, indicaron economistas.
“Hemos generado una especie de monopsonio, porque las empresas se han puesto de acuerdo en cuanto a ofertar cierto nivel salarial y no lo elevan. Por eso son las ferias del empleo, es una manera de ofertar casi lo mismo en término de salario, aunque el trabajo sea diferente”, argumentó Enrique Rovirosa Miramontes, ex presidente del Colegio de Economistas de Mexicali.
Los acuerdos cupulares, no escritos para mantener los sueldos en niveles bajos (que no excedan los dos salarios mínimos), han pretendido hacer atractivo a Baja California para empresas extranjeras de la industria maquiladora, ofertándoles mano de obra calificada a precio bajo; sin embargo, el que cada vez haya más personas a las que no les convenzan esos niveles salariales y se esté dando una alta rotación de personal, significa que se deben subir los salarios. “La salida no es traer más mano de obra del interior de la República, como muchos proponen, la solución es aumentar los salarios”, observó el especialista.
Aunque considera que aquellos en la informalidad pueden tener ingresos por encima de la oferta de empleos formales, la realidad es que la precarización afecta a trabajadores de ambos sectores. En ese sentido, recordó que una persona que labora en la informalidad no cuenta con seguridad social, fondo para el retiro ni Infonavit.
Rogelio Varela Llamas, profesor de la Universidad Autónoma de Baja California, resaltó que en el Estado California la tasa de condiciones críticas de ocupación tuvo un incremento de 7.2 puntos porcentuales, al pasar de 24.8 en el último trimestre de 2019, a 32% en el primer trimestre de 2022.
Este dato es “más elevado” que la media nacional, de 31.8%, y en ambos casos son las cifras más altas desde 2005, destacó el académico de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales.
La tasa de condiciones críticas se refiere al trabajo precario y engloba a las personas que trabajan menos de 35 horas a la semana por cuestiones de mercado, “no porque quieran”, y eso repercute en su ingreso; personas que trabajan más de 35 horas, pero que su ingreso mensual es equivalente a un salario mínimo; y aquellos trabajadores que a la semana laboran más de 48 horas y perciben entre uno y dos salarios mínimos, explicó.
Los altos de inflación registrados en Baja California y México derivados de la pandemia de COVID-19, así como el encarecimiento de materias primas y los efectos por el conflicto Rusia-Ucrania en ciertos insumos y materias primas, han “agravado” las condiciones de precariedad laboral.
Para generar empleo de calidad, “la comunidad empresarial tiene que diseñar estrategias de competencia que no estén únicamente centradas en bajos costos laborales, porque mientras las empresas compitan a través de bajos costos laborales, es difícil pasar de la creación de trabajo precario a trabajo decente, a trabajo digno. Las empresas deben innovar, diferenciar sus productos, mejorar su calidad y su productividad”, indicó Varela.
Por otro lado, es necesario que la autoridad haga un esfuerzo por formalizar los empleos informales.
Actualmente los desequilibrios que presenta el mercado laboral de Baja California y el país, tienen que ver más con la precariedad que con la desocupación. “En BC la tasa de desempleo es de 1.9% de la Población Económicamente Activa, que es realmente baja”, aseguró el catedrático.
MÉXICO, FÁBRICA DE POBRES
Los más recientes datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que en mayo se perdieron 2 mil 855 empleos formales, debido a “la dinámica del empleo en el campo que entre mayo y julio de cada año registra un periodo de descenso asociado con los ciclos agrícolas”.
En el acumulado enero-mayo, en el país se crearon 388 mil 339 puestos de trabajo, con lo que, al 31 de mayo de 2022, el IMSS registró 21 millones 8 mil 487 de empleos.
Ambos especialistas coincidieron que para generar el millón 300 mil empleos que requiere México cada año, el país debe crecer al menos 4% del Producto Interno Bruto.
Si las perspectivas de crecimiento económico no son favorables, como sucede en este momento que “si bien nos va”, vamos a crecer alrededor del 2%, a lo sumo se estará generando la mitad de empleos, lo que “se traduce en que el bienestar de las familias no va a mejorar”. En ese sentido, “México se ha convertido en una fábrica de pobres”, advirtió Enrique Rovirosa Miramontes.
Para concluir, enfatizó que en la medida en que se siga en esa informalidad, “tarde o temprano vamos a enfrentar una población en edad de retiro que va a estar en condiciones de pobreza extrema, mayor a la que traemos ahorita”, y si bien, actualmente se está dando la solución momentánea con los programas de Bienestar, la solución real es que el país crezca a tasas que permitan cubrir la demanda de empleos que se genera cada año.