En homenaje a sus raíces y la belleza natural de un país rico en cultura y tradiciones, el cuarteto jalisciense regaló una noche memorable en Tijuana
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El furor de más de 20 mil latidos simultáneos cobijó la noche en que el cuarteto jalisciense Maná, celebró su carrera musical y raíces aztecas, entablando un diálogo certero extraído de su discografía, misma que ovacionada y coreada a unísono, coloreó la noche con nostalgia y alegría en el Estadio de Futbol del equipo de primera división.
Una vez más Tijuana y su corazón palparon la entrega y revolución de amor de Fher, Sergio, Juan y Alex, quienes en punto de las 21:59 horas abrieron el telón digital para insertar las primeras estrofas de “Como te deseo”, canción con la que Olvera precipitó su paso por la pasarela extendida del templete insertado en el campo, y ante el retumbar de las guitarras, y la ovación infinita continuada con “De pies a la cabeza”, tomada prestada del álbum del mismo nombre.
Entre colores fluorescentes, gráficos e imágenes muy al estilo pop noventero, Maná comenzó una ceremonia que regaló de corazón a los fronterizos de ambos países que, en comunión celebraron el primer mensaje del vocalista: “Buenas noches, aquí su banda desde la hermana Guadalajara, Jalisco. Arriba México, quiero escuchar ese grito fuerte de mi gente, y que la siguiente rola se escuche hasta San Diego”, estableció el vocalista.
Al ritmo de “Corazón espinado” la noche se vistió de un amor apasionado, seguido de aventuras y romances: “El siguiente tema surgió de un problemón que tuve por andar compartiendo labios, labios del ombligo hacia el Norte, y hacia el Sur”, expuso el vocalista de 62 años, quien compartío el por qué del origen de “¿Dónde jugarán los niños?”.
“Cómo le hemos dado duro al planeta, ahora cantaremos un tema que le dio título al álbum, y que escribimos hace más de 24 años, y que habla de cómo la tierra no le pertenece hombre, sino es el hombre quien le pertenece a la tierra, entonces esta canción se llama en ‘¿dónde jugarán los niños?’.
En constante interacción, los cuatro músicos ofrecieron una velada que se extendió por alrededor de dos horas, en los cuales pudieron contagiar a los presentes de una forma entrañable: “A ver cómo se siente la raza acá abajo, ahí vamos quiero oír cantar a Tijuana junta, los de arriba, de los lados, a todos, salud, salud por México, salud”, brindó, para luego relatar la experiencia de origen de “Vivir sin aire”:
“Hace algunos años, en una azotea de un hotel en Puerto Vallarta, Jalisco, me salí a tomar el aire, llevaba mi guitarra en las manos, porque mi guitarra de carne se quedó dormida, y ahí llegó como inspiración”, subrayó el intérprete de “Cuando los ángeles lloran”, quien recibió la fuerza de un estadio enloquecido, y alineado para recibir la poesía de “Bendita tu luz”:
“Este siguiente tema lo escribimos Sergio y yo, y habla de esas veces que estás en el lugar correcto, en el momento correcto, los astros se alinean, hay una mirada, un roce de miradas que penetran el alma, habla de eso…, y es para toda esa gente que está bien clavada con un amor”, comentó Olvera, para después motivar a los presentes: “Venimos al cine o qué, vámonos para arriba, todos de pie, a cantar, a cantar”.
A la lista de temas se sumaron “Mariposa traicionera”, “Oye mi amor”, “No soy tu perro”, “Me vale”, y una decena de interpretaciones más con las que el cuarteto hizo entonar su cancionero a todo pulmón, enalteciendo la mexicanidad implícita en su gira: “México lindo y querido”.