El presidente Andrés Manuel López Obrador reveló, el 21 de junio del 2022, que durante su próxima visita a su homólogo estadounidense, Joseph Biden, le pedirá revisar el caso de Julian Paul Assange, quien -según aseguró el mandatario mexicano- ha sido tratado injustamente sólo por denunciar violaciones a los derechos humanos.
Assange, de 50 años de edad, programador, periodista y activista de Internet australiano conocido por ser el fundador, editor y portavoz del sitio web WikiLeaks -organización mediática internacional sin ánimo de lucro que publica a informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible en materia de interés público, preservando el anonimato de sus fuentes-, será extraditado a Estados Unidos, donde se le acusa de haber difundido documentos confidenciales.
“En el caso de Julián Assange, nosotros al terminar el Gobierno de Donald Trump solicitamos que se le exonerara porque es un preso de consciencia, es injustamente tratado, su delito, entre comillas, fue denunciar violaciones graves de derechos humanos en el mundo y además intromisión del Gobierno de Estados Unidos en asuntos internos de otros países, eso fue lo que hizo Assange, es el mejor periodista de nuestro tiempo en el mundo”, afirmó el político tabasqueño.
“Yo quiero, ya que se trató el tema, plantear que sí voy a pedir al presidente Biden que de atienda este asunto. Estoy consciente que va en contra de grupos duros, severos, que hay en Estados Unidos, como en todos los países, pero también debe de prevalecer el humanismo”, agregó el titular del Poder Ejecutivo Federal mexicano, durante su conferencia de prensa matutina.
“México le abre las puertas a Assange, en el caso de que se resuelva liberarlo, hay mecanismos para hacerlo, cuando le escribí al presidente Trump recuerdo que estaba por terminar su mandato y de conformidad con las leyes de Estados Unidos tienen esa facultad para liberar a presos, para indultar, es una facultad de los presidentes”, comentó López Obrador.
“En virtud de la ley de 2003 sobre la extradición, la ministra firmará una orden de extradición si no hay ningún motivo que la prohíba”, dijo, el 17 de junio del 2022, un portavoz del ministerio de Interior británico, quien confirmó que la titular de dicha institución, Priti Patel, había firmado el decreto de extradición de Assange, que tiene 15 días para apelar dicha decisión.
“La ministra británica del Interior aprobó la extradición del editor de WikiLeaks Julian Assange a Estados Unidos, en donde corre el riesgo de ser condenado a una pena de 175 años [de cárcel]. Un día negro para la libertad de prensa y para la democracia británica. Se recurrirá la decisión”, dijo WikiLeaks, por su parte, a través de su cuenta de la red social Twitter.
Según el portavoz del ministerio del Interior, “los tribunales británicos no concluyeron que sería opresivo, injusto o un abuso procesal extraditar al señor Assange” y que “tampoco concluyeron que la extradición fuera incompatible con sus derechos, incluyendo el derecho a tener un juicio justo”. Asimismo, garantizaron que “durante su estancia en Estados Unidos será tratado de manera apropiada, también con respecto a su salud”.
El 10 de diciembre del 2021, luego de que el Tribunal Superior de Justicia de Londres, en Inglaterra, aprobara extraditar a Assange a Estados Unidos, Stella Moris, pareja sentimental del fundador de WikiLeaks calificó la decisión como “un grave error judicial”.
“¿Cómo puede ser justo, cómo puede ser correcto, cómo puede ser posible extraditar a Julian al mismo país que planeó matarlo?”, lamentó Moris. Asimismo, la pareja sentimental del periodista y activista aseguró que la defensa presentaría un recurso “lo antes posible”.
“Creemos firmemente que Julian Assange fue perseguido por sus contribuciones al periodismo”, escribió en su cuenta de la red social Twitter, Christophe Deloire, secretario general de WikiLeaks. Mientras que Reporteros Sin Fronteras (RSF) advirtió que el caso puede tener “peligrosas consecuencias para el futuro de la libertad de prensa en el mundo”.
El 27 y 28 de octubre del 2021 se celebró en Londres el juicio ante el que se interpuso el recurso presentado por el Gobierno de EE.UU., después de que en enero de ese mismo año, la Justicia británica se negara a extraditar al fundador de WikiLeaks.
La jueza Vanessa Baraitser explicó que el rechazo a la petición de Washington responde a los temores de que el activista pudiera suicidarse, argumentando que la extradición sería “opresiva” debido a la salud mental de Assange.
Por su parte, el Gobierno de EE.UU. aseguró al Reino Unido que si extradita a Assange, este podría cumplir su condena en Australia, el país donde nació. Además, señalaron que no sería retenido en la penitenciaría de máxima seguridad de Florence, Colorado.
El ciudadano australiano se enfrenta a una posible cadena perpetua, si es declarado culpable en un tribunal de Estados Unidos por cargos de espionaje, derivados de la publicación de documentos militares secretos en WikiLeaks hace una década.
Las revelaciones publicados en el portal digital expusieron crímenes de guerra estadounidenses en Irak y Afganistán, archivos sobre las detenciones extrajudiciales en la prisión de Guantánamo, Cuba, así como cables diplomáticos que desvelaron abusos de derechos humanos de EE.UU. en todo el mundo.
La fiscalía estadunidense acusó a Assange de 17 casos de espionaje y de uno de uso indebido de computadoras por la publicación de miles de documentos militares y diplomáticos filtrados a través de WikiLeaks. Los delitos podrían tener una pena máxima de 175 años de cárcel.
No obstante, Assange -quien está retenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en Londres- podría solicitar permiso para elevar su causa ante el Supremo del Reino Unido y, en última instancia, recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.