Dos títulos sobre filosofía, y disciplinas como ética y moral que en los últimos cinco años han captado la atención de los lectores, son “Filosofía para desconfiados” y “Ética para desconfiados”, del filósofo David Pastor “Vico”, editados en 2019 y 2021 por la editorial Planeta.
Originalmente, el sello Un Olvido Ediciones publicó en 2017 el libro “La soledad de los pájaros. Una reivindicación vehemente de la confianza”, mismo que en 2021 fue reeditado por Planeta como “Ética para desconfiados”.
“El libro ‘Ética para desconfiados’ en realidad lo que hace es dar nombre sobre cuáles son los problemas reales que estamos atravesando como individuos en el mundo, pensando en el público joven; y después, es un ejercicio muy sano de la filosofía: dar soluciones a esos problemas, brindar la posibilidad no sólo de generar más dudas, sino de poder responder y ayudar”, expresó a ZETA David Pastor “Vico”.
— Uno de los problemas actuales, es el uso incorrecto de las palabras ética y moral. “A la relación que mantienen los animales humanos con los otros animales humanos lo llamamos política… A esta relación la llamamos política, y al modo en el que lo hacemos lo llamamos ética”, planteas en “Ética para desconfiados”. ¿Podrías abundar en los conceptos de ética y moral?
“Nosotros, los que nos dedicamos al mundo de la ética, sufrimos cuando leemos que tal personaje es muy ‘poco ético’, tiene ‘muy poca ética’; esto no es correcto. La ética es el modo de relación de los animales humanos; nosotros, los humanos, nos relacionamos de un modo ético. Lo explico mucho más fácil: cuando hablamos de la relación de los animales, no humanos -los perros, los gatos, los chimpancés-, hablamos de etología. La etología es la ciencia que estudia el comportamiento de los animales; cuando hablamos de humanos, tenemos que hablar de ética, porque dentro de la ética lo que nos vamos a encontrar no sólo es el modo de relación, el cómo nos relacionamos, sino cuestiones que van dentro del espacio de relación.
“Un ser humano, en una isla solo, no puede tener un comportamiento ético porque no hay otro ser humano con quién relacionarse. De tal manera que hablar de algo ‘poco ético’ no es cierto. La ética no es un juicio de valor, la ética es algo no valorativo y muy horizontal, esto es lo importante.
“A las reglas de conducta las llamamos moral o morales, y es vertical, es una imposición, la moral depende de la costumbre o la tradición de cada pueblo. La moral depende de la historia de cada pueblo. La moral depende incluso de la situación geográfica de cada pueblo y de cuáles son los valores constitutivos de este pueblo; cuando digo pueblo me refiero a pueblo, cultura, civilización, etcétera. De tal manera que habrá tantas morales como diferentes culturales o civilizaciones, y todas estas morales lo que pretenden es reglar el modo de relación de los animales humanos; o sea, las morales son verticales y reglan la ética, que es horizontal y no es valorativa. Las morales sí son valorativas”.
— ¿Es válido asumirse moralmente superior a los demás, como lo hace el Presidente Andrés Manuel López Obrador en su discurso? Incluso el Presidente usa mucho la palabra “inmoral” para referirse a lo que llama “conservadores” o “neoliberales” …
“Muchas veces, el erigirnos como adalides de una causa moral, lo único que hace es generar un inmovilismo moral, y las morales no deben ser inmóviles; las morales se tienen que adaptar a cada momento. Todo es relativo, si tú me dices: ‘Vico, ¿tu moralidad es superior a la de un nazi?’, te diré que sí. Si me dices: ‘¿Tu moralidad es superior o más evolucionada que la de un racista?’, te diré que sí, pero utilizar el concepto moral de una manera tan partidista y tan sesgada tiene un problema: el problema que se le puede tachar en algún momento, primero, de maniqueo, en el sentido de que ‘Cuidado, que entonces todo lo que no sea como tú, está en contra de ti’; y después, puede ser de un excesivo dogmatismo y de un inmovilismo”.
Para finalizar, “Vico” Pastor advirtió:
“Situarte en una posición de privilegio moral puede dar la sensación mesiánica de estar por encima de los demás desde un punto de vista casi religioso, y esto es un problema enorme, sobre todo porque todos los seres humanos somos falibles, todos los seres humanos tenemos -como dicen aquí en México- ‘cola que nos pisen’, y al final podemos acabar siendo ídolos con pies de barro”.