Conzultoría Matrimonial y Familiar
Uno de los grandes problemas que pueden tener algunas parejas al hacer el amor, es que uno u otro no puedan llegar al orgasmo. Las estadísticas varían, pero un estudio ha concluido que mientras el 95% de los hombres llegan al orgasmo, solo un 57% de las mujeres lo consigue. Se ha investigado hasta al fondo para poder descubrir algunas de las razones por las que no estás llegando, donde tienen que llegar (él sí y tu no).
Una de las principales causas es la importancia que tiene el clítoris en las relaciones sexuales (creo que la más importante). Con alrededor de 8,000 terminaciones nerviosas, el clítoris es la parte más erógena del cuerpo de una mujer. Se reconoce por su forma de botón, y está ubicado por encima de las aberturas de la vagina y la uretra, extendiéndose por debajo de los labios mayores.
Los expertos señalábamos que la mayoría de las mujeres necesitan estimular el clítoris de alguna forma para poder llegar al orgasmo, y precisamente alrededor de un 38% de mujeres no lo consiguen, por la falta de estimulación clitorial. Para lograrlo, basta con usar tus dedos como los de tu pareja antes de intentar la penetración, así podrán darle a este botón mágico la atención que se merece.
Si tú misma todavía no sabes qué es lo que te hace llegar al orgasmo, no esperes que tu pareja lo adivine él solito. Masturbarte y explorar tu propio cuerpo te ayudará a encontrar exactamente el punto que te va a activar.
Experimentar con la presión, la velocidad, el ritmo y rotar entre lo interno y externo te darán más confianza y seguridad. Si durante las relaciones sexuales no eres capaz de centrarte o de dejar la mente en blanco y concentrarte en lo que está pasando entre tus piernas, puede que sea la razón por la que no consigues alcanzar el clímax. La clave es encontrar la forma de dejar la mente entre relajada y atenta .
Existen posturas que ayudan a la estimulación clitorial más que otras. Lo ideal que necesitas buscar es todo el acceso posible a tu clítoris, por lo que las posturas en las que la mujer está encima son las más útiles. Además, en cualquiera de ellas debes sentirte libre de masajearte a ti misma. También puedes probar la postura del gato, que tiene fama de ser la que más orgasmos provoca en las mujeres. La posición es como la del misionero, pero el hombre debe estirar las piernas. Él se posiciona encima de la mujer todo lo delante que pueda, y así su pene rozará el clítoris con cada penetración.
Todos en algún momento se han visto en la situación de fingir en la cama, la mayoría de las veces para levantar el ánimo de la pareja. Se trata de una vía rápida que no se debe de tomar, ya que puede llevar a darle a su pareja la idea equivocada y que piense que eso funciona, repitiéndolo la próxima vez.
No debes culpar ni enfadarte con tu pareja por no hacerte llegar al orgasmo. Si además se está esforzando en hacerte llegar al cielo y no lo logra, sigan intentándolo y probando cosas nuevas hasta que puedan conseguirlo; pero nunca le eches la bronca por no lograrlo a la primera. En cualquiera de los casos sean pacientes y comunicativos, es la mejor forma.
El sexo no se basa solo en “terminar”. Tener como meta el orgasmo añade presión tanto a tu pareja como a ti y quita toda la diversión que tiene. La intimidad, explorar el cuerpo de ambos y conectar de forma no solo física sino también mental, son piezas clave y mucho más importantes que el hecho de llegar al orgasmo, ya lo he explicado en artículo anterior.
Hay que reconocer que parte de la responsabilidad en lograr tener un sexo satisfactorio es del hombre, hacer que su pareja logre tener orgasmo antes de penetrar y ser empático con ella. Ojalá los hombres que me leen compartan con sus parejas estos artículos; juntos lograran mejores satisfacciones.
El Lic. Roberto Bautista es terapeuta de parejas con maestría en Mediación.