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sábado, abril 6, 2024
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La yegua del hipódromo

Una muy enojada esposa reclama a su marido:

“Anoche, en sueños, ¡llamabas a una tal Celina!”.


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Turbado, el hombre no halla que responder, se siente descubierto y, con rapidez mental, responde:

“Eeeh… Esa es una yegua del hipódromo, a la que le aposté un dinero”.

La mujer acepta la explicación y se tranquiliza. El marido sale a trabajar y, al regresar en la noche, la esposa está montada en cólera. Al verla tan enojada, el marido le pregunta qué pasa y furiosa contesta:


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“¡Pues que la ‘yegua’ del hipódromo no ha parado de llamar por teléfono todo el día, preguntando por ti!”.

Autor: Un empleado del hipódromo.

 

Cosas que odia mi mamá

Que me quede callado cuando me está hablando.

¡Que le hable cuando me está hablando!

Autor: El hijo.

 

Oferta de empleo

Se busca empleado con la inteligencia de alguien de 50 años, la experiencia de uno de 40, la energía de uno de 30 y el sueldo de alguien de 20.

Autor: Mejor así lo dejamos.

 

¿Cómo te llamas?

Hola, ¿cómo te llamas?

“Gelmy”.

¿Gelmy?

“Sí, como mi mamá”.

Pero ¡si tu madre se llama Socorro!

“Lo sé, pero es que ella me lo puso en inglés: Socorro, o sea, Gelmy”.

Autor: Maestra de inglés.

 

El matrimonio es pecado

Padre, le confieso que hace tres años me casé.

“Pero, hijo, ¡eso no es pecado!”.

¿No? Entonces ¿por qué estoy tan arrepentido?

Autor: Ex novio.

 

Beneficios de la cebolla

Un hombre circulaba en un carro lleno de cebollas, por lo cual el vehículo olía muy mal y, un amigo al que iba a ver, le pregunta:

¿Por qué llevas el carro lleno de cebollas?

“Con este tráfico tan horrible, así llego más rápido a donde voy”.

¿Y eso qué tiene que ver con las cebollas?

“¿Acaso no sabes que la cebolla mejora la circulación?”.

Autor: Un conductor harto del tráfico en Tijuana.

 

El asalto

Un hombre aborda a una chica en la calle:

¡Oye! Dame tu teléfono.

“Claro. Apunta: 655…”.

A ver, ¿qué parte de la navaja y el pasamontañas no entiendes? ¡Dame ya el teléfono!

Autor: Anónimo de Seguridad Pública Municipal.

 

La valentía del borracho

Dos borrachos están bebiendo en un bar y, decidido, uno de ellos exclama:

“¡Me voy!”.

El otro recrimina:

“¡No seas cobarde! No le tengas miedo a tu esposa, mira cómo hago yo”.

Entonces toma el teléfono y marca un número, del otro lado contesta la voz de una mujer y el borracho empieza a decirle en un tono muy fuerte:

“Quiero que sepas que no te tengo miedo y aquí las órdenes las doy yo, ¡me voy a quedar bebiendo con mi compadre hasta la hora que yo quiera, y allá tú si te enojas! ¡No me importa!”.

El borracho cuelga y, aterrado, el amigo dice:

Oye, ¡yo no soy capaz de hablarle así a mi mujer!

“Yo tampoco. ¡Llamé a tu casa!”.

Autor: Un sobrio.

 

Ni uno ni otro

Un padre regaña a su hijo:

¡Debería darte vergüenza no ser el primero de tu clase!

“Sí, papi, no soy el primero en la clase, ¡pero tú tampoco eres el gerente de tu empresa!”.

Autor: Niño castigado.

 

La pregunta más importante en la iglesia

Nuevamente, si alguien tiene algo que objetar, que hable ahora o calle para siempre.

“¡Carlos! ¡Eso ya lo había preguntado el cura!”.

Sí, mi amor, ¡pero es que hay mucho distraído!

Autor: Un inseguro.

 

¡Feliz año!

Un borracho entra al bar y grita:

“¡Feliz año para todos!”.

El encargado del bar le hace saber:

“Señor, ¡estamos a 15 de febrero!”.

Y aterrado, el borracho grita:

“Ay, Dios mío, ¡mi mujer me va a matar!”.

Autora: La mujer del borracho.

 

Llamada de auxilio

¿Hola? ¿Policía? Acabo de llamar a mi esposa por el nombre de una ex novia.

“¡Salga de la casa! ¡Mandamos un escuadrón en su rescate!”.

— ¿Me devuelvo por mi celular?

“No. ¡Salga lo antes posible!”.

Autor: Anónimo del 911.

 

El mago

¡Mamá, mamá! ¿Mi papá es mago?

“No, hijo, tu papá es electricista”.

No, mamá, ¡mi papá es mago!

“¿Por qué insistes en que tu papá es mago?”.

Porque ahorita juntó dos cables, salieron chispas ¡y después desapareció!

Autora: Una viuda.

 

El fumador

¡Uf! ¡Fumas tanto que con el dinero que gastas en cigarrillos, ¡ya te hubieras comprado un Ferrari!

“¿Tú fumas?”.

No.

“¿Y tu Ferrari?”.

Es que…

“¡Tu Ferrari, ¡pregunté!”.

Autor: Conductor de Uber.

 

Crisis matrimonial

La esposa dice a su marido:

Cariño, creo que lo nuestro se está enfriando.

“Yo no lo creo. ¡Cambio y fuera!”.

Autor: Terapeuta matrimonial.

Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
Gabriela Olivares Torres Gabriela Olivares Torres GabrielaOlivares 10 gabriela@zeta.com
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