Jorge Otáñez acumula denuncias
por agresión ante la FGE
presentadas por vecinos, sin
embargo, no ha sido procesado.
Después de disparar un arma de
postas contra otro hombre, fue
vinculado a proceso
Vecinos de la Sección Jardines de Playas de Tijuana revelaron a ZETA que por casi diez años han lidiado con una persona altamente agresiva, a quien han denunciado por los ataques, sin obtener apoyo de la autoridad.
El sujeto ha atacado y ha sido denunciado incluso por su familia, pero sigue en la impunidad.
Los vecinos informaron que Jorge Otáñez rompe cosas, insulta verbalmente, golpea gente y después huye rumbo a su casa.
“Desde adentro de su domicilio tira piedras a las patrullas, rompe vidrios, les pega a los policías con piedras y los policías dicen ‘vente, vente, hazte para acá, ya no lo molestes, lo estás alterando más’, mientras, él constantemente muestra armas y dispara postas contra ventanas y personas” expuso una vecina que por temor, pidió no ser identificada.
Actualmente, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California contabiliza 14 denuncias en contra de Otáñez por diversos delitos, el más reciente, tentativa de homicidio y robo, que un juez reclasificó a “ataque peligroso”.
Para obtener su versión, ZETA se comunicó con el vecino señalado y pudo corroborar el comportamiento agresivo y amenazante:
— Hola, buenas tardes. ¿Jorge Otáñez Silva?
“Sí”.
— Soy Alejandro Villa, reportero de Semanario ZETA. Quiero hacer unas preguntas, saber su versión de la problemática que tuvo con el señor Gerardo Rendón. Quisiéramos saber su versión sobre los problemas que ha tenido con el vecino Gerardo Rendón.
“Eso es un fraude, eso es una tontería, cómo me vas hablar para decirme qué cómo han sido las cosas, si esa noticia ni ha salido, no mames”.
— Lo digo de manera real.
“Borrar… borrar la pinche noticia, nomás borrarla. Vale verga esa noticia, porque esa noticia es una mentira”.
— ¿Usted no reconoce esta problemática?
“No, no, claro que no, es una puta mentira de un pendejo de Luis Gerardo Alberto, que es un pendejo”.
— ¿Conoce a Gerardo, pero no ha tenido ningún problema con él?
“Mira, mira, no preguntes tanto, nomás te voy a decir una cosa: deja de mamar, esto es lo que yo te digo, ¿okey? Deja de mamar”.
— ¿No quiere decir algo más?
“Para, para de mamar, te estoy diciendo que pares de succionar”.
MAL VECINO
Afectados, residentes de la delegación Playas identifican al agresor como Jorge Otáñez Silva, un hombre de 35 años de edad que vive con su padre en la Sección Jardines. Su negocio es rentar su patio como jardín para eventos privados, desde 400 hasta 500 dólares por ocho horas con un cupo de 150 personas, pero sin permiso del Ayuntamiento para tal actividad.
De acuerdo con los residentes de la zona, las fiestas en ese patio “son muy ruidosas”, el Ayuntamiento ha clausurado el Salón Jardín por lo menos un par de veces, como resultado de las denuncias de los habitantes de la zona y la insistencia del Comité de Seguridad Pública de Playas; sin embargo, al siguiente fin de semana, el hombre retira los sellos y vuelve a operar.
Denuncias presentadas ante la FGE, indican que Jorge ha vandalizado la casa de sus vecinos, ha disparado postas a las ventanas, les ha tirado su cerca, ha intentado incendiar automóviles, les ha roto los parabrisas, incluso ha cometido robos.
Actualmente, la fiscalía estatal tiene registro de al menos 14 denuncias contra Jorge Otáñez: por robo en 2016, tres más en 2017; una por Daño a Propiedad Ajena (DPA); en 2019 por violencia familiar y una más por DPA; en 2020, por amenazas, robo con violencia y disparo de arma de fuego contra personas; mientras que este año tiene denuncias por tentativa de homicidio, amenazas y DPA.
Pese a los múltiples señalamientos, Jorge no había sido procesado oficialmente porque las autoridades “no habían encontrado elementos”.
En su desesperación para que las autoridades hicieran algo para que este hombre no siguiera con las agresiones, vecinos de las calles aledañas reunieron alrededor de 50 firmas para ejercer presión al Ayuntamiento y a la FGE para que lo sancionen, sin embargo, nunca surtieron efecto. El muchacho se ha enfrentado con un comportamiento déspota, incluso a los policías de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Tijuana, que responden a las llamadas de auxilio de los vecinos.
De estos hechos, ZETA recibió videos en los que se pueden ver en dos fechas distintas cómo Jorge insulta y amenaza a elementos de la corporación, sin ser detenido.
La denuncia más reciente fue presentada por Gerardo Rendón, a quien disparó a quemarropa con un rifle de postas. Esta vez, Jorge quedó vinculado a proceso, pero en libertad condicional, porque la FGE presentó cargos por tentativa de homicidio y el juez reclasificó como ataque peligroso.
JORGE EL IMPUNE
El historial es Otáñez Silva es largo, y la violencia, como suele suceder, ha ido escalando sin que las autoridades hagan algo al respecto.
Ante la FGE, las historias empezaron el 19 de junio de 2016, cuando Jorge Alberto fue denunciado por el robo de dos tanques de gas a una vecina de entonces 48 años de edad en la Sección Costa Hermosa de Playas de Tijuana. De acuerdo con el reporte, aproximadamente a las 08:30 horas, la mujer escuchó ruidos afuera de su departamento, y al asomarse vio a Jorge echando dos minas de gas a una camioneta. A la media hora el imputado regresó a ofenderla y amenazarla, con un bate de beisbol (Número Único de Caso 0204-2016-00066).
En diciembre del mismo año, fue denunciado por el robo de un estéreo marca Pioneer con valor aproximado a 6 mil pesos, dos abrigos para mujer, dos capas para mujer, una cosmetiquera con maquillaje y una decena de discos de música originales. La víctima, un hombre de 62 años. Él también declaró haber visto a Jorge llevándose lo que estaba al interior de su automóvil (NUC 0204-2017-04752).
El siguiente cargo data del 9 enero de 2017, también por robo. La presunta víctima relató que Jorge “pidió prestado” su teléfono, supuestamente para realizar una llamada, pero se llevó el dispositivo móvil y no lo regresó. Esto sucedió en la colonia Lázaro Cárdenas. De nuevo, las autoridades no ejercieron acción penal alguna (NUC 0204-2017-05217).
Los afectados no han sido sólo los vecinos, también su familia.
En 2017, su madre presentó denuncia por robo. En ese expediente, Otáñez Silva aceptó el delito, pero en su defensa argumentó que lo hizo porque “su padre le debía”. De nuevo no fue detenido y no hubo sanción en su contra (NUC 0204-2017-55018).
En 2018, en estado de ebriedad, pateó el cerco de una de sus vecinas hasta tirarlo. Según la denuncia, también lanzó botellas de vidrio al patio de la mujer de 83 años. De nuevo no hubo correctivo (NUC 0204-2018-50751).
Otra vez, su familia fue víctima en 2018, cuando en Navidad, Jorge Alberto ejerció violencia contra su hermana y madre, además de robarles las llaves y la factura de un automóvil Corolla 2015 a su hermana, amenazándolas de muerte. El caso sigue en investigación (NUC 0204-2019-00572).
A finales de 2019, se le acusó de causar daños al vehículo de un vecino en Jardines de Playas de Tijuana (NUC 0204-2019-59260), y en su declaración, el afectado indicó que no era la primera vez.
Durante 2020 lo denunciaron ante el Ministerio Público por insultos y amenazas en contra otro vecino, quien también informa a las autoridades que Otáñez lo ha hecho de manera reiterada (NUC 102004202047061).
En septiembre de 2021, Jorge Alberto fue denunciado por agresiones contra otro vecino, al cual le robó una mochila que en su interior tenía una computadora portátil; de igual forma, refirió agresiones verbales anteriores (NUC 102004202140051). En octubre del mismo año, fue denunciado por otro vecino de la calle Nubes por agresiones, amenaza con arma de fuego e intento de robo (NUC 102004202147731). Y en noviembre, agredió a otro vecino de 37 años que iba saliendo de su domicilio para pasear a sus perros cuando Jorge Alberto, quien estaba arriba de su vehículo, sacó un arma y empezó a dispararle (NUC 102004202148843).
AGRESIÓN CON PISTOLA
El 16 de enero de 2022, uno de sus vecinos salió después de escuchar zona la alarma del auto de su madre. Señaló que vio a Jorge lanzar piedras al carro, y como amenaza le gritó: “Aquí estoy afuera, en cuanto salgas te voy a clavar, te voy a chingar, puto”, mientras hacia con las manos la seña de una pistola.
Y el 10 de abril, disparó contra Gerardo Alberto Rendón Sosa balas de salva, pero a quemarropa. Recibió un impacto de proyectil, presuntamente una posta en el pecho, causándole una herida grave.
La víctima terminó en la cama 334 del piso 3 de Clínica 1 del IMSS, ahí concedió una breve entrevista para ZETA, en la cual relata parte de su declaratoria ante la FGE y la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) sobre cómo sucedió el ataque:.
“Eran las 6:00 am, estaba dormido junto con mi esposa, cuando empezamos a escuchar detonaciones de arma, dos o tres detonaciones pegan en los vidrios de la recámara y se escucha la alarma de la camioneta, al asomarme por la ventana le digo ‘ya párale, cabrón’. “Pasaron unos minutos en lo que me paro, me pongo un short, una camiseta, agarro las llaves para abrir la puerta de mi casa. Cuando me asomo, estaba ahí escondido en la esquina, como militar, con el rifle apuntando a que saliera y, en cuanto salgo, es cuando me dispara.
“Siento el impacto, me toqué el pecho, me vuelvo a asomar y grita ‘Órale, cabrón’ y vuelve a disparar otras dos veces. El primer tiro sólo escuché la detonación y sentí el golpe, pero yo pensé que había sido una piedra o algo, me dolió, pero fue un instante y me metí. Ya dentro de la casa, miré donde sentí el impacto y observé que estaba sangrando.
“Mi esposa ya estaba hablando por teléfono 911 y le digo ‘¡me disparó!, vámonos al hospital’. Y me dice que no, que ya venía una ambulancia; veo más sangre y yo sin pensar agarro las llaves de la camioneta y me voy rumbo a los Bomberos, para pedir auxilio inmediato.
“Llegaron los policías, porque mi esposa les dijo que había ido a los Bomberos. Llegan y los mismos policías me dicen ‘ay, por qué te andas peleando con él, ya te dieron unos postazos’, o sea, ya insinuando que me había disparado con posta, y me dicen ‘no es nada, no es nada, nomás es pura sangre’- Entonces llegó otra unidad con mi esposa y nos dicen: ‘Los vamos a escoltar al hospital’, y es donde vamos al Seguro Social del (fraccionamiento) Soler, no me reciben porque no tenía una identificación, ni mi CURP.
“De ahí me fui al Hospital General, me dijeron que no hay Rayos X hasta después de las 8:00 am, siendo las 6:00 am, entonces mi esposa me dice ‘Vámonos al (Hospital) Ángeles’.
“Llegamos, me estabilizan, me toman tomografías, radiografías, y es donde me informan que la bala de 6 milímetros, llegó hasta la vena aorta, ubicada entre el corazón y el pulmón; que no se puede mover de ahí, y se necesitaría una cirugía de emergencia y nos piden otro depósito de 250 mil pesos, el primer depósito fue de 100 mil.
“Por el costo, nos trasladamos a la Clínica 1 del IMSS, nos escoltan los policías a Urgencias el domingo 10 de abril; ahí duré una semana en cuidados intensivos por la pérdida de sangre, daño al pulmón, hasta el jueves me subieron a piso para operarme”.
La denuncia se presentó por homicidio calificado en grado de tentativa, sin embargo, sólo se vinculó a proceso por ataque peligroso (NUC 0204-2022- 14983).
Gerardo Rendón ha sido foco de los ataques de Otáñez en más de una ocasión. En 2020, estaba fuera de su domicilio cuando Jorge pasó caminando con sus dos perros sin correa y uno de ellos atacó a otro can. Gerardo los ahuyentó para evitar la pelea, pero sin aviso ni amenaza, Jorge se le fue a los golpes.
“No me amenazó, simplemente llegó a golpearme. Mi mamá se metió a tratar de separar el pleito y él la pateó en múltiples ocasiones, porque al quererse meter, él la pateaba. Es una señora de 64 años. Al momento que la gente se acercó por lo que estaba pasando, él salió corriendo a su casa, que está a dos cuadras de la mía”, contó Gerardo en entrevista.
En otro enfrentamiento, Rendón relata que eran alrededor de las 20:00 horas, cuando Jorge Alberto quien estaba afuera de la casa de Gerardo con una manopla, en cuanto lo vio salir, lo abordó para intentar golpearlo, y en el forcejeo le quitó una mochila que portaba y se la llevó.
“Me quitó la mochila y me dice ‘mamaste’, y se va caminando a su casa. La patrulla llegó en veinte minutos, tocó su puerta y Jorge les contesta ‘Váyanse a la verga’. No me devolvió jamás la mochila que contenía una laptop”, reveló.
BAJO PROCESO, PERO EN LIBERTAD
Luego del ataque contra Gerardo, la Policía Municipal detuvo a Otáñez por otro delito, fue ahí que la FGE atrajo el caso y judicializó la denuncia por tentativa de homicidio. La audiencia de vinculación se llevó a cabo de manera virtual en la Sala 18 el lunes 9 de mayo, bajo NUC 04-2022-14983.
Durante la audiencia, encabezada por la jueza Karla Violeta Fierro Domínguez, se desecharon los cargos de tentativa de homicidio y se cambió por ataque peligroso. Sin embargo, se vinculó a proceso a Jorge Alberto Otáñez Silva, pero como medidas cautelares, la juzgadora negó ponerlo en prisión preventiva por falta de pruebas.
“No tengo los datos suficientes para justificar una prisión preventiva, por lo tanto, imponer las medidas cautelares previstas en la fracción primera, que será en la presentación periódica ante el jefe del Departamento de Evaluación y Supervisión de Medidas y Beneficios de Tijuana, cada 14 días”, dijo Violeta Fierro durante la audiencia de vinculación a proceso.
Además, le impuso como garantía el pago de 50 mil pesos y giró orden de restricción para que Jorge Alberto mantenga una distancia de 200 metros de las propiedades de la víctima, igual que con Gerardo y su familia. En caso de infringir estas medidas cautelares, será arrestado.
IMPUNE VUELVE AL ATAQUE
La denuncia más reciente en su contra, fue después de dispararle a Rendón, fechada el 3 de mayo y señalado ante el Ministerio Público en Tijuana de la agresión en contra de una joven de 23 años que iba saliendo de un mini súper sobre Avenida Pacifico y Calle Nieve en Playas de Tijuana.
La víctima contó que Otáñez Silva entró al establecimiento a comprar cerveza, y al salir, fue detrás de ella gritándole insultos, además de lanzarle un tarro de vidrio, quebrando la ventana de la puerta trasera del auto de la víctima; al tiempo que empezó a patear la puerta del carro. Este caso sigue en proceso (NUC 102004202218396).
LAS INFLUENCIAS DE LOS OTÁÑEZ
Vecinos de Jorge Alberto Otáñez Silva aseguraban que su impunidad se debía al apoyo del ex diputado local Rodrigo Otáñez Licona, quien negó cualquier parentesco o relación con el denunciado.
Con quien si está emparentado Jorge Alberto Otáñez Silva, es con Ramón Rosendo Otáñez, vicepresidente de Línea Expresos de Autotransporte, SA de CV desde 2005 y líder transportista, patrocinador de campañas políticas y proveedor de los ayuntamientos de Jorge Ramos y Carlos Bustamante, como consta en registros del padrón de proveedores del municipio en esos años (2006-2013). Es su sobrino.
El transportista también es abuelo de Armando Otáñez Merlos, joven que confesó el asesinato de su novia Yissel Carolina Ordaz Escamilla (quien estaba embarazada) el 11 de agosto de 2014. Además, encontraron la supuesta carta póstuma de la joven en su tableta, y su teléfono fue ubicado en el lugar donde el cadáver fue abandonado.
Posteriormente cambiaron la versión, y en 2017, el ex Juez Tercero penal de Tijuana, Flavio Herrera Robles, lo dejó en libertad.