Los días previos al desfile del 1 de mayo, cuando se conmemora el día del trabajo, y en México no se trabaja, miles de trabajadores del Gobierno del Estado de Baja California, fueron obligados a acudir, en pleno domingo (y además de asueto), al mencionado desfile que encabeza, en calidad de testigo de honor, la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda. Sucede que, ni tan sigilosamente, pero emisarios de los sindicatos de trabajadores del Congreso del Estado, el Ayuntamiento de Mexicali y el gobierno Estatal, acudieron con cada uno de los trabajadores para hacerles firmar un documento en el que se comprometían “voluntariamente” a acudir a aplaudir al desfile del 1 de mayo ante la mandataria estatal. En caso de negarse, a firmar o a acudir, fueron advertidos que les serían descontados 800 pesos vía nómina. Aunque no les aclararon legal y fiscalmente cuál sería la justificación para el descuento, todos firmaron. Al final, más de 14 mil trabajadores nada espontáneos y sí muy obligados, fueron testigos del primer desfile del 1 de mayo en la administración de la joven gobernadora. Del documento, por supuesto no les dejaron copia; firmaban y el emisario se quedaba con el mismo. Uno de los trabajadores consultados por esta columna, aseguró que no le dieron oportunidad de sacar copia al documento firmado, y que -le dijeron- era una forma de agradecer a la gobernadora “que tienes trabajo”. Otros trabajadores se manifestaron en redes sociales, informando que fueron obligados a asistir, so pena del descuento vía nómina. Ahora sí que público comprado, obligado y reprimido, el del 1 de mayo de 2022… como en los tiempos de los líderes sindicales charros del priismo. Igualito.