Una semana durmieron dentro de la estación del SITT y en las áreas verdes en espera de que la garita se abriera para su asilo humanitario en Estados Unidos.
Quedó abandonado el campamento de migrantes ucranianos que vivieron en la estación del transporte público SITT en la garita de San Ysidro. Cerca de 200 personas dejaron las instalaciones y cruzaron la frontera por la garita El Chaparral luego de que las autoridades norteamericanas reanudaron los trámites especiales de asilo humanitario por el conflicto en el Este de Europa.
Los procesos empezaron cerca de las 5 de la mañana en grupos de 50 migrantes, por lo que la agilidad hace pensar que en dos semanas podrían ser desocupados los campamentos en garita de Otay y en el conjunto deportivo Benito Juárez de la zona Centro de Tijuana, explicó a ZETA, Enrique Lucero, director municipal de Atención al Migrante.
Las casas de campaña, los víveres, camastros, cobijas y juguetes en la garita de San Ysidro son recogidos por los voluntarios ucranianos norteamericanos que participan en iglesias de California.
Los religiosos tuvieron la organización y el orden para mantener la tranquilidad en los procesos para movilizar a los refugiados para cruzar a los Estados Unidos.
La policía municipal sigue resguardando la zona de Ped East, en espera de que las organizaciones religiosas ucranianas tengan una estrategia para movilizar a los refugiados y que tramiten su asilo humanitario.
En el complejo deportivo Benito Juárez ubicado en la zona Centro de Tijuana, siguen durmiendo cerca de 600 ucranianos que están a la espera de su trámite. Desde ese punto se movilizan a las familias hasta la garita de Otay o San Ysidro, en donde las autoridades norteamericanas determinen recibir a los migrantes del Este de Europa.