De Trez en Trez
Uno.- La página Un Poco de Algo con que inicia la sección de “Opinionez” de este Semanario está por quedarse sin espacio para más nombres, preguntas y exigencias de captura de quienes ordenaron la muerte de Héctor Félix Miranda, “El Gato”, co-director fundador de ZETA.
Desde aquel 20 de abril de 1988 (nublado y con pertinaz llovizna) hasta la actualidad, han desfilado gobiernos estatales del PRI, PAN y ahora de Morena; unos nada movieron al caso, otros poco y a regañadientes hicieron lo mínimo, y a los demás no les interesó.
Así, Xicoténcatl Leyva Mortera, Oscar Baylón Chacón, Héctor Terán Terán, Alejandro González Alcocer, Eugenio Elorduy Walther, José Guadalupe Osuna Millán, Francisco Arturo “Kiko” Vega de la Madrid, Jaime Bonilla Valdez y ahora Marina del Pilar Ávila Olmeda no han podido o querido capturar a quienes planearon y ordenaron el asesinato de Félix Miranda.
Cierto, Antonio Vera Palestina y Victoriano Medina, ambos al servicio de Jorge Hank Rhon, fueron sentenciados por la muerte de “El Gato” Félix; ambos purgaron sus condenas de 25 y 27 años de prisión como autores materiales del mismo, hecho con lo cual Vera Palestina regresó a su trabajo bajo las órdenes del empresario de los juegos de apuestas y dueño de casinos, ex presidente municipal por el PRI, y dos veces candidato fallido al gobierno de Baja California.
Pero hasta ahí. Nada más se ha avanzado.
El miércoles anterior se cumplieron 34 años de este cobarde asesinato y el actual gobierno federal (como a los anteriores) tampoco parece tener interés alguno de continuar con el caso hasta hacer justicia completa; menos aún si se toma en cuenta el peligro con el que se ejerce el periodismo independiente en el sexenio de AMLO. Él sigue teniendo “otros datos”.
Doz.- Estos 34 años han sido una de las historias más sucias de la impunidad que da el poder económico y la influencia política, aderezada con la complicidad y la ineptitud de autoridades al servicio de personajes poderosos que bailan al son que les toquen, al tiempo que les tienen amarradas las manos y tapada la boca para que no los perjudiquen con sus pesquisas.
Esto a pesar de que incluso la Comisión Interamericana de Derechos Humanos determinó, en 1999, que el Estado mexicano violó en este caso el derecho a la libertad de expresión de Félix Miranda y de todos los ciudadanos, así como “los derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial de la familia del periodista.” De esta forma, la CIDH le imputo responsabilidad internacional al Estado mexicano por la falta de una investigación exhaustiva, razón por la cual le recomendó realizarla “para determinar la responsabilidad penal de todos los autores del asesinato”.
Trez.- Con motivo del 42 aniversario de ZETA, apenas hace unos cuantos días, en este mismo espacio comenté que este Semanario ha pagado un alto precio por su línea independiente y de investigación, que le han ocasionado desde ataques al edificio, hasta muerte, luto y dolor al personal de esta publicación; el de Héctor “El Gato” Félix fue tan solo el primero.
Así es como esta parte de la historia de impunidad se ha venido desarrollando a lo largo de estas décadas. Gobiernos estatales y federales llegan y se van, pero el caso del recordado “Gato” Félix Miranda continúa pendiente de que se haga justicia completa. Tal vez eso nunca suceda, pero a los autores intelectuales, el señalamiento y la sospecha evidente habrán de perseguirlos siempre.
…y la pagina Un Poco de Algo con la que inicia la sección de “Opinionez” seguirá llenándose de nombres y exigencia de castigos a todos los responsables de la muerte de “El Gato” Félix.
P.D.- De vez en cuando se asomaba, descalzo, pidiendo “lechita pal gatito”…
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com