Hoy doy gracias al Señor
por el regalo valioso.
Ochenta y tres años gloriosos,
llenos de dicha y amor,
se me fueron sin sentir,
rodeado de mis quereres:
hijos, nietos y mujeres,
y mis padres. Qué decir.
Por eso, un 7 de abril
vine al mundo y sus placeres.
Alberto Torres Barragán
Tijuana, B.C.