La tarde del 17 de febrero concluyó la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador a Tijuana, sin que diera a conocer el inicio y lapso en que se llevarán a cabo las obras de la Garita Otay II y el Viaducto Elevado El Soler-Aeropuerto, pese a que ambos temas -según se dijo- fueron parte de los motivos de la gira presidencial por la frontera Norte de México.
La promesa de construir la tercera garita entre México y Estados Unidos en Tijuana, contradictoriamente se da a casi un año de que la Garita El Chaparral fuera cerrada (5 de abril 2020), y ni López Obrador ni el embajador de Estados Unidos en México, Kenneth Lee Salazar, establecieron una fecha para reabrirla, luego que ambos visitaron Baja California en la semana que termina.
Cuando se le preguntó en su conferencia matutina si el gobierno mexicano presionará al estadounidense para abrir el PedWest por la saturación de tránsito que se genera en la ciudad, el político tabasqueño comentó que plantearía su reapertura al embajador de EU.
No obstante, afirmó que en gobiernos anteriores se hizo “una aduana de entrada para supuestamente decomisar armas, ¿se acuerdan de cuánto gastaron en un elefante blanco? No sé si funciona, pero antes habían decomisado como cinco pistolas y había costado muchísimo. Eso ya no se puede seguir haciendo”.
El mandatario señaló que elementos del Ejército Mexicano construirán el Viaducto Elevado y la Garita Otay II, como parte de un programa de modernización de aduanas, con el que se prevé reforzar los mecanismos de vigilancia, con cámaras y tecnología avanzada, así con el mejoramiento de espacios. Pero no dio más detalles de este, ni de su encuentro con el embajador Kenneth Salazar en el marco de protestas del gremio periodístico y de la veda electoral por la consulta de Revocación de Mandato que se celebrará en abril.
Se espera que en la modernización de las garitas se utilice parte del fideicomiso de Aduanas de 90 mil millones de pesos. A decir del mandatario, se dejarán los 55 mil millones que recibió su administración con precios actualizados.
En Twitter, el canciller Marcelo Ebrard destacó que la inversión fronteriza en Tijuana, Mexicali y Ensenada será de 14 mil millones de pesos.
El lunes 14 de febrero, Ken Salazar, embajador de EU en México; Eleni Kounalakis, vicegobernadora de California; y Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora de Baja California, encabezaron una reunión para revisar los avances en la construcción de la Garita Otay II, cuyo inicio de operaciones está previsto para 2024, aunque ese día se expresó la intención de que inicie operaciones en 2023.
Sobre los avances de lado mexicano, Rogelio Mauricio Rivero Márquez, director general de Desarrollo Carretero de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, indicó que se lleva el 90% en la liberación de vía para la construcción de la vialidad -de 1.2 kilómetros- que conectará la Garita Otay II con la carretera Tijuana-Tecate, punto en el que se hará un distribuidor de tres gazas.
Además, se firmará un acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para mover tres torres de alta tensión y un gasoducto de Ienova que se encuentra en la zona.
Francisco Rubio Rangel, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana, externó a NEGOCIOZ que el proyecto de la nueva garita es un tema largamente esperado. “Vemos que del lado americano va muy avanzado, esperemos que del lado mexicano ya veamos movimientos” y que realmente haya avances, ya que desahogará el tráfico que persiste en Otay.
“No es humano que (los transportistas) estén cinco horas en el camión haciendo fila. Es inseguro por las mulas ciegas, por los migrantes que se les suben, les quitan las visas, entonces no es seguro. Mientras más rápido y eficiente, más seguro para todos, para que la ciudad sea más competitiva”, consideró.
De lado estadounidense, el avance de los trabajos se encuentra al 60% con una inversión de 600 millones de dólares, dijo Mario Orso, director de Proyectos Intermodales del Departamento de Transporte de California (Caltrans, por sus siglas en inglés).
En los próximos meses se terminará la Ruta Estatal (freeway) 11, de 2.8 millas de longitud, aunque no estará abierta al público, y en el verano se empezará el puerto de entrada, “lo que es todo lo subterráneo y la preparación del terreno”.
En un inicio se va a abrir un “puerto mediano (…) no va a ser un San Ysidro a primera hora, va a ser más parecido a un Calexico II. Es un puerto mediano, pequeño, con todas las capacidades para crecer” en módulos, conforme la demanda lo requiera. Del lado estadounidense se cuenta con suficiente espacio para ello, afirmó.
El lunes 14, en el Rancho Las Flores, el embajador Ken Salazar se negó a hablar sobre temas fronterizos como la posible utilización de perros robóticos (Ghost Robotics) por parte de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en la frontera entre México y EU.
Por otro lado, Andrés Manuel López Obrador, reiteró su promesa de construir el Viaducto Elevado El Soler-Aeropuerto en Tijuana, cuyo costo será de 10 mil millones de pesos. Proyecto que el gobierno estatal de Jaime Bonilla Valdez había planteado como una vialidad de peaje y concesionado a Cabbsa Consultores, SA de CV, empresa que obtuvo el contrato para edificar el tercer tramo del tren México-Toluca.
En la administración de Bonilla Valdez también se otorgó por adjudicación directa un contrato por casi 200 millones de pesos a la compañía Conjunto de Servicios Industriales, para hacer el estudio y proyecto ejecutivo de la obra.
El proyecto ha causado polémica desde que se conoció en la administración del panista Francisco Vega de Lamadrid, ya que en ese entonces se pretendía construir una vialidad de peaje (aunque de menor longitud) bajo el esquema de Asociación Público Privada (APP) no solicitada por el consorcio Cointer-Ramher, que resultó ganador de la licitación.