Considerado uno de los principales generadores
de violencia de Mexicali y al que se le adjudican
varios homicidios, Luis Alfredo Garibay Félix
tendría sus últimos momentos de libertad, tras
un enfrentamiento a balazos ocurrido la noche
del lunes 31 de enero contra personal de la
Secretaría de la Defensa Nacional en el conocido
rancho de Los Garibay, la mítica agrupación
delictiva cuyo linaje criminal se remonta desde los
años 80 en el Valle de Mexicali. Desde 2020,
“El Wicho” es identificado como un aliado de
sicarios ligados a Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán
Salazar, conocidos como “Los Chapitos”
Luis Alfredo Garibay Félix alias “El Wicho” -inocente en tanto no se determine su responsabilidad mediante sentencia de un juez, según el Artículo 13 del CNPP-, tenía más de diez años reconocido e identificado como uno de los cabecillas del sindicato criminal de Los Garibay, célula relacionada con Ismael “El Mayo” Zambada, pero que anteriormente colaboró bajo la protección de los hermanos Arellano Félix en el Valle de Mexicali durante sus años de poder absoluto.
El originario de Santa Marta, California, pero residente de Yuma, Arizona, era identificado por conflictivo, pero intentó mantener un bajo perfil durante varios años. Sin embargo, eso no impidió que elementos de la extinta Policía Estatal Preventiva (PEP) lo capturaran en dos ocasiones: una en posesión de armas de fuego en 2012, mediante un operativo suscitado en Tijuana; y la otra, tras un operativo realizado en el rancho de la familia en el Ejido Chiapas III, al Sur del Valle de Mexicali. En esa última ocasión, “El Wicho” tuvo que ser internado en las instalaciones del Hospital General de Mexicali, debido a que resultó intoxicado durante la aprehensión; no fue turnado ante las autoridades investigadoras.
La noche del 31 de enero de 2022, Garibay Félix se encontraba acompañado de cuatro sujetos armados y con equipo táctico -incluso con un chaleco que mostraba la leyenda “Guardia Nacional”-, preparándose para lo que parecía ser un ataque contra su acérrimo rival, Jesús Alexander Sánchez Félix, mejor conocido como “El Ruso”, estructura criminal preponderante en Mexicali, el cual controla prácticamente todas las actividades ilícitas.
Lo que nunca esperó su equipo, es que elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tenían varios días realizando rondines en la zona con la intención de ubicar el comportamiento de los presuntos integrantes de la célula criminal.
Ese día, nuevamente en el rancho del Ejido Chiapas III, fueron sorprendidos y asegurados luego de un enfrentamiento entre el escuadrón militar y cinco presuntos criminales.
Garibay Félix es uno de los principales generadores de violencia de Mexicali, volviéndose pieza importante para las intenciones de Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar -conocidos como “Los Chapitos”- de aumentar su influencia criminal en el valle cachanilla.
Este es el segundo líder criminal y objetivo prioritario detenido en poco más de un mes, pues apenas el 27 de diciembre de 2021 se aprehendió a Felipe Eduardo Barajas Lozano alias “El Omega”, integrante de la estructura de “Los Rusos”.
Su captura fue un acto fortuito, pues se originó tras un reporte de emergencia que denunciaba a personas disparando armas largas en la Zona Dorada de Mexicali; la captura estuvo a cargo de elementos de la Policía Municipal.
La “narcoguerra” entre “La Chapiza” y “Los Rusos” con sus respectivos líderes de células, han dejado una cifra de homicidios nunca antes vista en Mexicali, donde sólo en los dos años anteriores, se documentaron alrededor de 500 asesinatos en total, y, en el primer mes de 2022 alcanzó las 34 muertes, es decir, más de uno al día.
EL OPERATIVO
Luis Alfredo Garibay Félix, de 33 años de edad, nació en Estados Unidos, pero ha tenido una marcada presencia criminal en Mexicali y Sonora, donde se sentía cómodo y seguro de que no podría ser capturado por seguir el mismo esquema que su tío, Manuel Garibay Espinoza y toda su mafia.
El esquema no era nada del otro mundo, pues cometía crímenes en San Luis Río Colorado, Sonora -incluso llegó a tener acercamientos hasta Sonoyta- y regresaba a Mexicali, donde se escondía en el mismo rancho, o bien, en alguna casa de seguridad.
Su conexión entre ambos municipios era privilegiada, evitaban viajar por la carretera y en cambio se transportaba por las brechas que unen a ambos municipios, trayecto que sólo conocen los residentes de la Zona Sur del Valle de Mexicali.
La noche del lunes 31 de enero, “El Wicho” cruzó la limítrofe una vez más -como lo ha hecho a lo largo de su vida- y se refugió temporalmente en el rancho de su familia. Versiones de personal de Inteligencia refieren que cuatro vehículos ingresaron a Baja California, pero sólo un Ford F150 de color negro y de reciente modelo, con placas de California, fue localizado en ese rancho.
Militares llevaron a cabo una revisión en la zona y confirmaron la presencia criminal en el lugar, por lo que pidieron apoyo a las fuerzas de seguridad; en ese momento se desató el enfrentamiento.
El grupo de militares no era sobrado, pocos, pero suficientes para combatir a los presuntos sicarios de Garibay Félix, los cuales no pudieron sostener la pelea por mucho tiempo y finalmente dejaron las armas.
De los seis detenidos, tres presentaron lesiones, pero sólo “El Wicho” estuvo a punto de morir, luego de recibir varios impactos de armas de alto poder en el cuerpo y amputársele un dedo a causa de los proyectiles.
Además del “Wicho”, los detenidos fueron Adrián Mendoza Meza, de 22 años de edad, originario de Durango, Durango, quien recibió una herida en la pierna; Pablo Antonio Mendoza Rodríguez de 21, nacido en Tijuana y con lesión en glúteo; Manuel Antonio Díaz Osuna, de 23, oriundo de Culiacán, Sinaloa; Jesús Omar Piña Barraza, ensenadense de 50 años; y Luis Mario, de 17, proveniente de Culiacán, Sinaloa.
Los hombres llevaban consigo un rifle Barrett calibre 50, cinco armas largas, un lanzagranadas, varios tiros útiles, equipo de frecuencia y un chaleco antibalas de la Guardia Nacional.
En cuanto se retomó la escena, militares tomaron todo y se retiraron del lugar ante la posibilidad de una respuesta de las agrupaciones delictivas.
Tres de los implicados fueron trasladados a las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) por el delito de portación de armas de uso exclusivo del Ejército; los otros tres permanecieron bajo cuidados en las instalaciones del Hospital General de Mexicali, donde recibieron atención por la gravedad de sus heridas.
Desde esa noche, el Hospital General permanece bajo un intenso operativo de vigilancia militar, ante la posibilidad de que grupos armados acudieran a rescatar al peligroso objetivo. Hecho que fue confirmado por el propio secretario estatal de Salud, Adrián Medina Amarillas, quien el miércoles 2 de febrero, durante la mañanera del Gobierno del Estado, aseveró que se tomó esa medida ante el rumor de que pudiera generarse un conflicto armado.
LA LÍNEA DE INVESTIGACIÓN
Según fuentes de las Mesas de Seguridad para la Construcción de la Paz, el motivo por el que Luis Alfredo Garibay Félix se encontraba en Mexicali preparando un operativo violento, es que planeaba responder a las agresiones de “El Ruso”, cometidas en días pasados.
Tanto Los Salazar como “Los Chapitos” han intentado ingresar a Mexicali en los últimos años, pero se han visto detenidos por la defensa de sus ex aliados identificados, como “Los Rusos”.
Entre noviembre y diciembre de 2021, ocurrieron dos hechos violentos que cimbraron la actividad criminal de Mexicali. El primero ocurrió el primero de noviembre, cuando sicarios fuertemente armados acribillaron a Jesús Eduardo Garibay Salazar “El Pechocho” mientras viajaba con su pareja y un amigo en un vehículo todo terreno por las dunas de “Cuervitos” en el Valle de Mexicali.
El descendiente de la familia Garibay fue ultimado y su crimen se le adjudicó a “Los Rusos”, debido a la pugna que sostienen desde hace más de un año, aunque nunca se confirmó oficialmente este vínculo.
El segundo hecho ocurrió apenas el 27 de diciembre, luego de la detención de Felipe Eduardo Barajas Lozano alias “El Omega”, uno de los principales operadores de “El Ruso”.
En ese contexto, el 25 de enero, Julio Alonso Blanco Heredia “El Flacaman”, de 50 años de edad, fue levantado de las afueras de su vivienda en la colonia Satélite de Mexicali y posteriormente torturado.
Su cuerpo fue hallado cuatro días después, cerca de la zona conocida como “El Doctor” en el Golfo de Santa Clara en San Luis Río Colorado, Sonora, junto con una cartulina color verde con la siguiente leyenda:
“SALBENSE PLEBES MIREN LO QUE ME PASO MEJOR CORRAN NO ME PUDISTE SALBAR “CHOLO” FUI EL FLACAMAN Y SIGUEN BASTOS”.
Poco se sabe de este personaje identificado como “El Cholo”, pero según fuentes allegadas y víctimas, este individuo ha dirigido varios actos criminales como levantones en las comunidades del Valle de Mexicali ubicadas cerca de la limítrofe con San Luis.
Existen varias interpretaciones por parte de la autoridad a lo ocurrido en este incidente, pero la principal línea de investigación es que “El Flacaman” era un operador de “Los Chapitos”, el cual fue descubierto por “Los Rusos” y asesinado, para posteriormente ser arrojado precisamente en el Golfo de Santa Clara, una de sus bases de operación.
Se pudo identificar que forma parte de los padrones de pescadores que recibieron apoyos por parte del Gobierno Federal durante la administración de Enrique Peña Nieto, debido a la veda implementada por su administración para la protección de la vaquita marina.
El documento en poder de ZETA refiere que durante el segundo trimestre del gobierno priista, Blanco Heredia recibió 48 mil pesos como una compensación por la restricción de pesca en el Alto Golfo.
Como respuesta ante el asesinato de uno de sus alfiles, Garibay Félix, quien se encontraba protegiendo la zona del Golfo y San Luis, fue enviado a Mexicali para responder al ataque, estiman autoridades. Sin embargo, fueron sorprendidos antes de perpetrar el crimen.
LAS ACUSACIONES Y DETENCIONES DEL “WICHO”
En próximos días, Garibay Félix enfrentará acusaciones relacionadas con el delito de portación de armas de uso exclusivo del Ejército y se está encuadrando la posibilidad de fincarle un homicidio en grado de tentativa en contra de militares.
Sin embargo, la acusación más severa se originó por un crimen cometido la madrugada 23 de febrero de 2021 en los ejidos Colima y Chiapas I, donde un comando de al menos cinco unidades con individuos fuertemente armados, irrumpió en dos viviendas para asesinar y levantar a varias personas.
En un domicilio acribillaron a Enrique Martínez Camacho, de 46 años de edad, e hirieron a su pareja Araceli Muñoz Aguilera, de 24, además de sustraer a tres hermanos del occiso, de nombres Aarón, Alonso y Ángel, de 41, 48 y 45 años de edad, respectivamente. Se presume que uno de ellos logró escapar, sin embargo, hasta el cierre de edición, jueves 3 de febrero, se desconocía su paradero.
En la escena, los matones dejaron una gorra negra y decenas de casquillos calibres 7.62×39 y 9 milímetros, los cuales fueron recabados por peritos de la Fiscalía General del Estado.
No habían pasado ni cinco minutos de los reportes de Emergencia cuando irrumpieron en otro domicilio ubicado del Ejido Colima para asesinar a José Fidencio Granados, de 47 años, y lesionaron a su hijo, de nombre José Yael, de 6 años, para posteriormente retirarse de la escena.
Tras cometer el segundo crimen huyeron hacia San Luis Río Colorado, donde continuaron su acción violenta y atacaron otro domicilio en Estación Riíto en el Valle de San Luis, donde rafaguearon una vivienda.
Reportes de la autoridad estatal indicaron que los criminales continuaron su fuga rumbo a Sonoyta, para lo que incluso hurtaron vehículos.
Un testigo de los hechos logró observar la fuga de los integrantes del convoy e identificar a Luis Alfredo Garibay Félix y a René Ledesma Jáuregui como dos de los integrantes del grupo armado.
Es la tercera vez que “El Wicho” es detenido desde que se le identifica como una pieza importante en el sociograma criminal de Mexicali. La primera data de 2012, cuando viajaba a bordo de un vehículo en compañía de su escolta Jorge Luis Mora López “El Chinto” -asesinado el 14 de octubre de 2020 en el Ejido Colima- por las calles de Tijuana.
Ese día fue detenido por elementos de la PEP en posesión de un arma calibre .9 milímetros, pero recobró su libertad casi de manera inmediata. Mientras que “El Chinto” fue responsabilizado por el homicidio de tres personas, entre ellos una niña, durante un ataque armado.
Luego de pasar algunos años en prisión, recobró su libertad gracias a un recurso de revisión ante la justicia federal interpuesto por su abogado particular, el cual le evitó una sentencia de 50 años de prisión.
La segunda detención ocurrió en noviembre de 2018, durante un enfrentamiento de “El Wicho” y algunos de sus presuntos sicarios en el mismo rancho donde fue detenido hace unos días.
En aquella ocasión, Garibay fue trasladado al Hospital General debido a un “envenenamiento” que sufrió al momento de su captura; en ese entonces se aseguró un supuesto problema alérgico, derivado de su contacto con fertilizantes al momento de escapar. Nunca se pudo comprobar este hecho y días después fue liberado por la FGR.