Un hombre murió electrocutado en una maniobra sin medidas de seguridad en Rosarito. La compañía para la cual laboraba, desamparó a los deudos y el Ayuntamiento deja impune la carencia de protocolos
Adilene Flores y su bebé de 2 años de edad, se encuentran desamparadas desde hace cuatro meses, cuando Jair González Rojas murió de manera fulminante en un accidente de trabajo, tras una descarga eléctrica ocurrida el 15 de octubre de 2021 en la colonia Colinas de Rosarito en Playas de Rosarito.
Desde entonces, la empresa Star Blocks, para la que Jair laboró dos años, promete apoyar a los deudos, pero la ayuda y la justicia no llega para la familia, relató Adilene a ZETA.
Jair, de 20 años y Adilene, de 17, eran una pareja que decidió formar una familia pese a no alcanzar la mayoría de edad. Desde hace tres años decidieron migrar a Playas de Rosarito para encontrar más oportunidades laborales y de seguridad con las que no contaban en su natal Acapulco, Guerrero.
Desde que arribaron al quinto municipio, Jair se enfocó en trabajar como chofer y así llegó a la productora de bloques de concreto, donde transportaba cargamentos y diversos materiales, hasta que llegó el fatal día en que le pidieron otras tareas que no estaban entre sus responsabilidades.
“El 15 de octubre, alrededor de las tres de la tarde, él (Jair) estaba trabajando en la empresa Star Blocks y el encargado, llamado Rigoberto, lo manda a hacer una maniobra que consistía en mover unos cables de electricidad para que pudiera transitar una máquina. Él era chofer y se lo llevaron a hacer esa maniobra, ya que su carro estaba cargado de bloques”, recordó Adilene Flores.
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Eran las 14:51 horas del viernes 15 de octubre, cuando la desgracia se registró entre las calles Huacatay y Jesús Pérez en Colinas de Rosarito. La altura de los cables de electricidad impedía el paso de la maquinaria de construcción.
En Star Blocks le pidieron a Jair subir a la plataforma trasera de un camión para que ayudara a quitar el cableado público, pero la falta de equipo apropiado, provocó que los cables de alta tensión hicieran contacto directo con el joven, lo que le quitó la vida de manera fulminante. Por el hecho fue detenido Luis Ángel, de 24 años, conductor del camión.
El movimiento policíaco provocó la curiosidad de la ex regidora municipal Claudia Araujo, quien hizo publicaciones en sus redes sociales para narrar lo ocurrido. Araujo se negó a hablar con ZETA por no meterse en problemas con “alguien muy pesado”. En su trasmisión en vivo, hizo referencia a que el paso de maquinaria pesada es una constante por ese crucero y que se hace con carencia de protocolos.
SIN APOYO
Adilene está desesperada por la falta de apoyo. La empresa Star Blocks no le ha propuesto una solución, sino que “han tratado de deslindarse del problema”.
Señala que la empresa la ha citado en varias ocasiones, pero en algunas ni siquiera la atienden. Incluso ya no cuenta con Seguro Social, pues dieron de baja a su esposo como si él hubiera renunciado.
“Primero que nada, ¿por qué lo clasificaron como desconocido, si él trabajaba con ellos? No se merecía eso, trabajaba con ellos y lo mandaron como desconocido a Semefo. El señor Rigoberto nos dijo que nos estaría apoyando semana con semana luego de que murió mi esposo, pero hasta ahorita no he recibido apoyo por parte de él. Tuvimos una cita, me dijo que estaba dispuesto a apoyarme, pero no llegamos a un acuerdo; tuvimos otra cita el primero de febrero y ya no se presentó el señor, y ahora tendremos otra cita el primero de marzo, y esperemos que nos apoye”, planteó la joven viuda.
El Ayuntamiento tampoco ha emitido multa contra Star Blocks por negligencia en las maniobras que le quitaron la vida a uno de sus trabajadores. Tampoco en la Secretaría Estatal del Trabajo tienen avance sobre el tema.
ZETA hizo la solicitud de entrevistas tanto en Gobierno del Estado como al Ayuntamiento de Playas de Rosarito, sin tener éxito. Incluso Star Blocks prometió a este Semanario dar una respuesta mediante una “abogada externa”, expresaría una trabajadora que se identificó como Ari Aispuro.
Adilene sabe que su caso es difícil, pues no estaba casada legalmente con Jair, ya que hace tres años decidieron vivir y migrar juntos, cuando eran menores de edad. Hoy ella tiene 17 años y sigue sin ser atendida por las autoridades. Su bebé tiene 2 años y es huérfana.
Lo que busca es lo justo: que le paguen sueldos del padre de su hija, seguro de vida, pensión especial por morir bajo riesgo de trabajo y lo correspondiente a Afore; aunque antes deberá comprobar su concubinato mediante juicio de jurisdicción voluntaria.
“Derechos de trabajador, más que nada para la niña, es todo para ella. Para que ella tenga un futuro”, comentó Adilene, quien terminó la entrevista diciendo: “La he pasado mal”.
