Adela Navarro Bello. Twitter @adelanavarro
Ahora sí sorprendió con su silencio el ex gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez. Acostumbrado a no quedarse callado y a emprender una obradera verbal cuando alguien se refiere a su persona, a lo que fue su gobierno o quienes integraron su gabinete, por estos días ha optado por la mudez.
Investigado por el asesinato de Lourdes Maldonado López, quien le había ganado un litigio laboral que en pesos y centavos superaba el millón y medio de pesos, luego del crimen de la periodista, el ex mandatario se acogió al mutismo durante dos, tres días. Después de ello, concedió su palabra a medios nacionales y hasta ahí quedó el tema del que ya no habla.
Pero ahora, no solamente se ha quedado callado, sino que eliminó su página electrónica http:/jaimebonilla.com/, la cual estaba en funcionamiento desde hace varios años y había sido utilizada, particularmente, durante las campañas electorales que encabezó en años recientes, a partir de la creación de Morena y de su “cercanía” con el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Como en 2015, cuando se convirtió en diputado federal, o en 2018, cuando compitió por un escaño en el Senado de la República, sólo para abandonarlo cuatro días después para convertirse, meses después, en candidato al gobierno de Baja California en 2019 por un periodo de dos años.
La meteórica carrera política de Bonilla está comprendida en esos cuatro años, entre 2015 y 2019, y baja de intensidad en 2021, cuando concluye su bienio al frente de la administración en Baja California y no es invitado a formar parte del gabinete de López Obrador. Sí le ofrecieron un espacio, una Embajada, pero él no la aceptó, dicen en Presidencia. Después dijo que sí, pero el Consulado de San Diego, y le dijeron que ese espacio no.
Bonilla ha ido cayendo en desgracia política. No sólo no supo mantener silencio y distancia del gobierno que encabeza Marina del Pilar Ávila Olmeda en Baja California, sino que lo ha atacado, lo cual tampoco ha sido del agrado del Presidente de la República. Aparte, quiso darle madruguete tanto al mandatario nacional como al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, cuando filtró en medios nacionales, locales y entre sus todavía seguidores en el Estado, que sería nombrado subsecretario de Gobernación, cargo que no existe en el organigrama federal y, además, a poco más de un mes que lo anunció, es hora que ni se revive el área, ni él ha sido nombrado.
En esas estaba el ex mandatario cuando cobardemente asesinaron a la periodista Lourdes Maldonado López, quien justo días antes había anunciado su triunfo legal, después de nueve años de litigio contra él y PSN: había logrado embargar la contabilidad de la empresa de Bonilla, donde, en el legajo judicial, se incluía una cuenta de banco a nombre suyo, que por cierto, ocupando la titularidad del Poder Ejecutivo estatal, amplió, junto a una constructora con contratos de su gobierno, sus oficinas privadas.
Total, Jaime Bonilla Valdez es uno de los sospechosos en una de las líneas de investigación que lleva la Fiscalía General del Estado en el asesinato de Maldonado.
En esas estaba cuando, a solicitud de ZETA al área de transparencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se requirió información sobre la formación académica de Jaime Bonilla Valdez en esa máxima casa de estudios, especialmente porque en su página electrónica (la que ya no funciona), el ex gobernador se presentaba así:
“Nací y crecí en Tijuana, donde comienza la patria.
“Desde muy joven me interesé por el comercio y los medios de comunicación, así que comencé durante mis primeros años vendí plantas y programas hípicos, aunque la escuela siempre fue mi prioridad para superarme y contribuir al desarrollo de mi tierra.
“Durante mi época estudiantil aprendí la importancia de cuidar lo nuestro, fui un orgulloso ‘Jaguar’ en la Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas, para después convertirme en un ‘Puma” de la UNAM, donde me gradué como Ingeniero Industrial”.
Y, de hecho, siempre se hizo referencia a su persona, por su grado profesional de “Ingeniero”, que resultó otra falsedad en la vida pública de Bonilla, pues en la respuesta a la solicitud de información por parte de ZETA, las autoridades de la UNAM informaron:
“Al respecto y con objeto de dar respuesta a la solicitud de acceso a la información de referencia, comunico a usted que la Dirección de Certificación y Control Documental de esta Dirección General, realizó una búsqueda exhaustiva de antecedentes en el Archivo General de esta Universidad Nacional y en el Sistema Integral de Administración Escolar (SIAE) de la DGAE, sin encontrar dato alguno del C. Jaime Bonilla Valdez como alumno de esta institución educativa”.
Tal información fue publicada en la última edición de ZETA, en la sección Dichoz y Hechoz, de donde fue retomada por algunos comunicadores locales y otros nacionales, así como circulada en redes sociales, con todo y el oficio de transparencia en el que la UNAM informa.
Y entonces… Bonilla calló, cerró su página electrónica y nada se sabe de su instrucción académica en Ingeniería Industrial como él se auto promovía en su página electrónica, en sus actos públicos como gobernador, entre sus colaboradores y seguidores.
Notorio es el caso, en 1995, de Fausto Alzati, quien había sido nombrado por el entonces Presidente, Ernesto Zedillo Ponce de León, secretario de Educación, cuando firmó unos documentos con el grado de doctor. Investigaciones periodísticas confirmarían que Alzati no contaba con tal grado, sí con los estudios acreditados, pero no con el grado de doctor. Esa ausencia de ética para ostentar un grado académico sin poseerlo, le costó la salida del gobierno de Zedillo, y agregó una palabra el diccionario popular mexicano: falzati, “dícese de una persona que ostenta una profesión, sin acreditarla”. Como es el caso, de acuerdo a la UNAM, de Jaime Bonilla.
Quién sabe si en estas condiciones, siendo parte en una investigación de un crimen y habiendo sido desconocido por la UNAM, el ex gobernador tenga cabida en el gabinete del Presidente López Obrador como el mismo Bonilla lo pregona. Aunque en los gobiernos de Morena, todo es posible…