Por cuatro votos a favor y uno en contra, la Junta de Gobierno del Banco de México (BANXICO) decidió, este jueves 10 de febrero, elevar en 50 puntos base la tasa de de Interés Interbancaria, a un nivel de 6 por ciento, como medida para contrarrestar los altos niveles de la inflación.
Durante el primer anuncio de política monetaria de Victoria Rodríguez Ceja, como gobernadora del Banco central, la Junta de Gobierno señaló que las presiones inflacionarias han sido de magnitud y duración mayor a la anticipada.
El BANXICO indicó que la inflación global siguió aumentando, presionada por la baja en la producción, la recomposición del gasto hacia mercancías, los elevados precios de alimentos y energéticos, así como la recuperación de algunos servicios.
Votaron a favor de la decisión Victoria Rodríguez Ceja, Galia Borja Gómez; Irene Espinosa Cantellano; y Jonathan Ernest Heath Constable. Mientras que el sufragio en contra fue por parte de Gerardo Esquivel Hernández, quien optó por un alza de 25 puntos base, a un nivel de 5.75 por ciento. El próximo anuncio de política monetaria está programado para el próximo 24 de marzo.
“Las presiones inflacionarias globales e internas continúan afectando a la inflación anual general y subyacente”, explicó el Banco central, mismo que detalló que la expectativa para la tasa promedio de la inflación general durante el primer trimestre del año aumentó de 6.7 a 6.9 por ciento y para los últimos tres meses del año se incrementó de 3.5 a 4 por ciento.
Además, el BANXICO ya no estima que la inflación general converja en la meta puntual de 3 por ciento en el cuarto trimestre de 2023, como proyectó en diciembre pasado, pues elevó su tasa promedio de 3 a 3.1 por ciento.
En cuanto a la inflación subyacente, el pronóstico del Banco de México para el primer trimestre del año se elevó de 6.2 a 6.4 por ciento y de 4.1 a 4.3 por ciento para octubre-diciembre.
Entre los riesgos al alza para dichas previsiones, BANXICO destacÓ las presiones inflacionarias externas; presiones de costos; persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; depreciación cambiaria; y aumentos de precios agropecuarios y energéticos.
Asimismo, según el Banco central, los factores que podrían incidir en riesgos a la baja se encuentra un efecto mayor al esperado de la brecha negativa del producto; medidas de distanciamiento social; y la apreciación cambiaria.
A pesar de que la inflación en enero pasado descendió de 7.36 a 7.07 por ciento anual, el índice subyacente continuó aumentando y acumuló 14 meses consecutivos al alza, lo que complicó que la inflación converja en el objetivo de 3 por ciento del BANXICO.
Aunado a lo anterior, el componente subyacente -considerado un mejor parámetro para proyectar la inflación a largo plazo- se ubicó en 6.21 por ciento anual durante el primer mes del año, su mayor lectura desde septiembre de 2001.