Voy a dejar mi zapato
junto a la puerta de casa,
para que Los Reyes Magos
hoy detengan su mirada.
En mi carta yo les pido
que la pandemia termine,
para poder abrazarnos
sin que nadie nos critique.
Quiero que lleven mensaje
al Niño Dios que ellos buscan,
y le digan que la gente
necesita de su ayuda.
Que nos muestre su presencia,
nos ayude con el peso
que en nuestra espalda llevamos
y nos brinde su consuelo.
Les pido a Los Reyes Magos
que nadie duerma en la calle
porque hace un terrible frío.
Que Dios no nos desampare.
Que cada niño en el mundo
tenga hogar y una familia
donde puedan sonreír
y disfrutar de la vida.
Que las personas mayores
no se sientan olvidadas,
que Los Ángeles del cielo
les brinden una palabra.
Y si no es mucho pedir,
quisiera que me trajesen
un viejo cuaderno en blanco
donde los poemas crecen.
Lourdes P. Cabral.
San Diego, California.