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sábado, octubre 26, 2024
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La obesidad afecta tener buen sexo

Conzultoría Matrimonial y Familiar

 

 

 

Con el ánimo de reflexionar sobre lo que significa tener sobrepeso y las afectaciones que puede tener en la vida diaria, pero en particular sobre el sexo, y con deseo de reflexionar al respecto, hagamos conciencia de que el exceso de peso afecta a nuestra vida de manera importante en diversos aspectos de salud, como también en lo sexual. Todo ello, sin tener en consideración los problemas emocionales que a menudo lleva consigo, como los relacionados con la pérdida de autoestima.

El sobrepeso, y sobre todo la obesidad, es un factor que afecta tanto a las ganas de practicar sexo como a la propia autoestima y que se manifiesta en un alto porcentaje de hombres y mujeres. En los hombres, el exceso de peso y el sedentarismo conducen a largo plazo a problemas de circulación y condiciones cardíacas que afectan al flujo sanguíneo, haciendo que éste sea más dificultoso y, por tanto, se traduzca en problemas para tener y mantener erecciones. Por ello, la obesidad aumenta las probabilidades de padecer disfunción eréctil.

Las alteraciones vasculares y metabólicas relacionadas con el sobrepeso (hipertensión arterial, colesterol…) pueden causar disfunción eréctil en hombres y disfunción sexual femenina, tanto por la propia enfermedad como por algunos de los medicamentos que se utilizan como los antihipertensivos. Además, la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2. Cuando hay resistencia a la insulina descienden también los niveles de la testosterona, lo que genera problemas para lograr la erección.

Según los expertos, en las mujeres esta misma patología lleva consigo un aumento de las infecciones vaginales por hongos y una disminución del flujo sanguíneo del clítoris, lo que reduce la excitación y la capacidad para llegar al orgasmo. La obesidad también afecta a la reproducción. En mujeres está asociada con el aumento de la probabilidad de padecer ovarios poliquísticos, lo que dificulta el embarazo. Y en el caso de los hombres, los espermatozoides son mucho más lentos.

Se ha comprobado que el aumento de grasa corporal provoca una disminución de los niveles de testosterona, lo que produce, en consecuencia, una disminución del deseo sexual. Además, la apnea del sueño, alteración asociada con frecuencia al sobrepeso y la obesidad, también se relaciona con disfunciones sexuales.

El aspecto psicológico también representa un factor importante en este descenso de la sexualidad. Cuando una persona está convencida de que no se adecúa a los modelos estéticos del juego de la seducción, baja la autoestima y la aceptación del cuerpo y tienden a reducirse o directamente rechazarse los encuentros de pareja.

Si la capacidad para el ejercicio cardiovascular se reduce a consecuencia de los problemas de peso, resulta también más complicado tener encuentros sexuales apasionados y largos, así como llevar a cabo determinadas posturas. Todos sabemos que la obesidad hace que realizar actividades físicas sea muchas veces extenuante, y no hay que olvidar que el sexo es un completo ejercicio cardiovascular. Hay estudios que concluyen que, en muchas ocasiones, las personas que sufren de sobrepeso tienden a tener una vida sexual rutinaria y poco satisfactoria.

Las alteraciones que la obesidad causa en la vida sexual pueden ser reversibles si se busca ayuda de un especialista y se ponen en marcha tratamientos globales, como una dieta equilibrada, ejercicio físico, fármacos e, incluso, cirugía. Contar con apoyo de un psicólogo también puede ser clave para tratar la baja autoestima, la aceptación de uno mismo y otras patologías relacionadas con el aspecto psicológico.

Además, se aconseja vivir una sexualidad que vaya más allá del propio coito, buscar prácticas sexuales que se adapten a la obesidad y dar rienda suelta a la fantasía y el erotismo (Ver “Sexo sin penetración tiene sus beneficios” 13/ago/2021). De todas formas, los tratamientos psicológicos pueden ayudar a hacer una aceptación de uno mismo, buscar las prácticas sexuales que se adapten a la obesidad y lograr salir de la rutina y que ambos miembros de la pareja se sientan satisfechos.

Importante aclarar que obesidad no es lo mismo que sobrepeso. Este último, por sí mismo, no influye en la sexualidad, más allá del problema que represente para la persona su imagen corporal.

 

El Lic. Roberto Bautista es terapeuta de parejas con maestría en Mediación.

Correo: bautista46@hotmail.com

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