Si por algo destaca Amado Cruz Anguiano, es por dos cosas: por haber sido detenido en 1998 y procesado como lava dólares del Cártel Arellano Félix, y por ser uno de los ahijados políticos de Jaime Bonilla Valdez. Cuando fue gobernador por dos años en Baja California, Bonilla traía de su jefe de seguridad -alguna experiencia tendrá- a Amado Cruz, hasta que lo nombró coordinador de Logística y Ayudantía con un sueldo mensual de 49 mil 999 pesos con 99 centavos, según consta en la página de Transparencia. En efecto, Cruz Anguiano fue aprehendido por la entonces Procuraduría General de la República y cumplió con tiempo de cárcel. El estigma de haber servido al CAF ya no se le quitó. De hecho, cuando Bonilla lo incluyó en la nómina del Gobierno del Estado, el periódico de Morena, Regeneración, publicó una nota que tituló “Conocido nexo con el narco, es ahora jefe de ayudantía con Bonilla”. Pero como es el ex gobernador, lo mantuvo en el cargo. Es más, lo continúa protegiendo, pues Cruz Anguiano apareció en la nómina del Ayuntamiento de Tijuana que encabeza la morenista Montserrat Caballero Ramírez. Al acusado de lavado de dinero, lo nombraron subdirector administrativo del Instituto Municipal del Deporte, y se supone que despacha -por recomendación de su padrino el ex gobernador- en Palacio Municipal. Ahora sí que los bonillistas encontraron refugio en la alcaldía de Tijuana… a pesar de sus antecedentes.