Han pasado ocho años desde el colapso de 300 metros de la vialidad que la mantuvo cerrada un año; pese a los diversos anuncios posteriores, a la fecha no hay recursos asignados. Colegios y empresarios desconocen si hay proyecto ejecutivo
Ocho años después de la caída de la Carretera Escénica, ha quedado relegado y sin recursos asignados el proyecto de la vía alterna Tijuana-Ensenada, un trazo de 24 kilómetros entre Bajamar y la carretera Ensenada-Tecate.
A pesar de que la Escénica ha sufrido por lo menos cuatro afectaciones significativas desde su puesta en operación en 1967 -de acuerdo con datos de Caminos y Puentes Federales-, la más reciente el 28 de diciembre de 2013, que la mantuvo cerrada un año, a la fecha empresarios, colegios e inclusive legisladores desconocen si el proyecto será retomado por autoridades estatales y federales.
Según consta en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para el proyecto denominado “Carretera Tijuana-Ensenada, tramo Tijuana-Ensenada km 578+000 al 602+534.17”, la inversión estimada de la vialidad tipo 4 sería de mil 988 millones de pesos, comprendiendo un derecho de vía de 60 metros, dos calzadas con ancho de corona de 11 metros cada una para hacer un total de 22 metros, con acotamientos laterales de 3 metros y acotamientos centrales de 0.5 metros. Además, lo largo del proyecto se pretenden construir 12 estructuras, tres entronques y un túnel.
Marco Estudillo Bernal, presidente del Consejo de Desarrollo Económico de Ensenada (Codeen), explicó que cuando el proyecto se planteó, tenía un costo de poco más de 2 mil 600 millones de pesos, desarrollado en cuatro etapas de construcción y un esquema de inversión del Fondo Nacional de Infraestructura y operación de Caminos y Puentes Federales (Capufe), atendiendo la certidumbre de seguridad para los usuarios.
El líder empresarial recordó que desde 2015 la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha hecho anuncios sobre un proyecto de ruta alterna de 23.5 kilómetros de 2 mil millones de pesos; también en 2016 se anunció que estaba todo listo y únicamente faltaban los derechos de vía, mientras que el actual delegado de la SCT declaró que la obra es importante y costará más de 3 mil 500 millones de pesos, pero que no han sido presupuestados desde el Congreso de la Unión.
Los presidentes de Colegio de Ingenieros Civiles de Ensenada (CICE) y del Colegio de Profesionales en Ingeniería Civil (COPICE), Carlos García y Agapito Álvarez, respectivamente, aseguraron no tener conocimiento de avances en el proyecto.
En tanto, la legisladora federal Lizbeth Mata indicó que en el Presupuesto de Egresos de la Federación no aparece recurso para tal obra. El proyecto, dijo, fue ingresado directo a la Secretaría de Hacienda, por lo que se comprometió a solicitar información en la dependencia para conocer el estatus real.
En la MIA ingresada a Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) por la Dirección de Liberación del Derecho de Vía de la Dirección General de Desarrollo Carretero de la SCT, se especifica que se seleccionó el trazo de la carretera para mejorar el flujo vehicular entre Tijuana y Ensenada como una alternativa a la actual carretera Escénica, ya que permitiría librar los poblados que la circundan y así viajar de manera directa hasta el entronque El Sauzal, “ahorrando con ello tiempos y costos, al conectarse con el Libramiento Ensenada. Asimismo, con este proyecto se pretende evitar la zona de afectación geológica que se ubica en la Escénica entre los kilómetros 584+682.773 y 586+380”.
PROYECTO VIABLE Y JUSTIFICADO
A consideración de la propia SCT, la viabilidad del proyecto deriva del resultado de los estudios de geotecnia elaborados en los terrenos, así como el estudio hidrológico, los estudios de tránsito y de costo beneficio, sin dejar de lado los resultados obtenidos en los estudios de diseño de pavimento, los cuales armónicamente permiten realizar el proyecto.
Su desarrollo encuentra su justificación en los registros de aforos vehiculares de la región de la última década y en los estudios de tránsito vehicular que se han realizado en Ensenada, cuyos aumentos se relacionan de manera directamente proporcional al aumento poblacional que se tiene en la ciudad, así como por el crecimiento y diversificación de las actividades de desarrollo económico.
Asimismo, la ejecución del proyecto busca reducir cuellos de botella y que los vehículos tipo C, tractocamiones y camiones de alto peso, puedan reducir el paso sobre Ensenada, además de mejorar el flujo vehicular del transporte de carga, ya que se considera la conexión con el Libramiento Ensenada.
En su análisis del deslizamiento en la Carretera Escénica Tijuana-Ensenada (Kilómetro 93+50) a partir modelos de relieve de alta resolución espacial, como parte de su tesis para cubrir el grado de maestro en ciencias, Patricia García, del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), citó a los investigadores Cruz y Delgado, quienes ya habían identificado características geológicas, obras civiles y otros factores antrópicos como los principales promotores de los deslizamientos en la zona.
En 2016, la estudiante de Ciencias de la Tierra con orientación en Geociencias Ambientales, argumentó que otro factor que afectó la zona es la densidad de vehículos que transitan por la Escénica cada año y la presencia de reductores de velocidad que actúan como irregularidades en la carretera.
Explicó que cuando un vehículo entra en contacto con los reductores de velocidad entre San Miguel y El Mirador, induce una carga dinámica en el pavimento que se convierte en ondas de esfuerzos que se propagan, excitando a las partículas del suelo y aumentando la presión entre los poros de los suelos no consolidados.
De igual forma, García recogió que la Escénica mantiene un volumen promedio de 12 millones de vehículos al año. Los registros de aforo de la SCT indican que el 86% de los vehículos que usan esta vía son automóviles, 2.5% autobuses y 11.5% camiones de dos a nueve ejes. “Sin embargo, el efecto de vibración inducida es más pronunciado con los camiones. Al analizar el balance de cargas que genera cada uno de estos vehículos se puede observar que, al año, los camiones representan aproximadamente 70 por ciento de la carga añadida a la zona, mientras que los automóviles sólo representan 25 por ciento”.
RUTA ALTERNA SIGNIFICARÁ COMPETITIVIDAD: CODEEN
Marco Estudillo Bernal, líder del Codeen, afirmó que el colapso de 300 metros de la Carretera Escénica en 2013 fue la primera llamada, el costo económico fue incalculable y existe el riesgo de que se repita.
La solución planteada en la ruta alterna aún no se consolida y va generando desgaste económico, social y político, además de limitar la competitividad del Municipio, lamentó el empresario porteño.
“Tenemos la certeza que el Gobierno Federal analice la inversión ya realizada en el Kilómetro 93+500 de la Escénica Tijuana–Ensenada de 2015 a 2021, la cual hubiese sido suficiente para hacer la ruta alterna, dándole paso al tráfico pesado por ese tramo, salvaguardando la integridad de la Escénica, conservándola para el tráfico ligero”, indicó.
Junto con otros sectores productivos, desde hace más de un lustro en el Codeen se ha impulsado un proyecto que consiste en la construcción de una ruta alterna (bypass) de 23.5 kilómetros en la autopista Tijuana-Ensenada; se considera una sección tipo A4 de 22 metros de corona, con acotamientos laterales de tres metros y centrales de 0.50 metros.
Incluye, además, la construcción de 12 estructuras (4 puentes y 7 PIV), tres entronques a desnivel y un túnel. El proyecto inicia en la zona de Bajamar y conecta con las carreteras libres Tijuana-Ensenada y Tecate-Ensenada, finalizando en el inicio del Libramiento Ensenada.
Estudillo Bernal refirió que esa iniciativa evitaría que el tránsito vehicular se interrumpiera en caso de que se presenten nuevos impactos por efecto de fallas geológicas en la autopista actual; acortaría el recorrido hacia la zona vitivinícola del Valle de Guadalupe y tendría conexión directa con el Libramiento de Ensenada y dos carreteras de la zona metropolitana; además de beneficiar a las actividades primarias y secundarias como la pesca, agricultura, industria, ganadería, construcción, actividades portuarias y turismo, entre otras.
El entrevistado puntualizó que existe gran interés en el sector productivo estatal y del Sur de California para que se concrete la ruta alterna que evitaría un nuevo colapso físico y económico en la región, en medio de la situación de contingencia sanitaria global que ha impactado fuerte a todos los sectores económicos.
En la MIA del proyecto se estima un tiempo de construcción de 24 meses, “no obstante lo anterior, se solicita un periodo de 10 años para que dentro de este tiempo se pueda llevar a cabo la ejecución de los trabajos, en virtud de considerar que se pueda contar con el tiempo suficiente por las condiciones meteorológicas u otros imprevistos, previendo que el derecho de vía ha sido adquirido previamente y ya se dispone de las anuencias para la ocupación de los predios que serán afectados”.
Sin embargo, al abundar en la situación legal de los sitios o predios del proyecto, el documento señala que corresponden a terrenos rústicos, agrícolas y en menor proporción a terrenos urbanos, los cuales serán adquiridos por el Gobierno Federal una vez liberados los recursos para la ejecución del proyecto y su consecuente compra de tierras.