El pasado miércoles se cumplieron tres años del arribo al poder del Presidente Andrés Manuel López Obrador; como siempre sucede, los análisis, comentarios, críticas y demás no se hacen esperar. Para no quedarnos atrás, describo lo que considero son los principales logros y yerros de la actual administración federal.
Lo bueno:
*Programas sociales. Si en algo ha sido constante el mandatario nacional, es en encabezar políticas públicas tendientes a favorecer a los más desprotegidos como los adultos mayores. Me atrevo a afirmar que no hay adulto mayor en el país que así lo solicite sin que se le brinde este apoyo consistente en dinero para solventar algunos de sus gastos. Dicho programa, además de ser efectivo, incrementó la cantidad a entregar para el 2022.
*Combate a la corrupción. El gobierno de López Obrador no ha dudado ni un segundo en su lucha frontal contra la corrupción; sus primeras acciones fueron en ese sentido. El problema es que parece enfocarse a investigar y señalar a personajes que no comulgan con él, y deja sin efecto a cercanos. Si quiere ganar más simpatías deberá trabajar en este tema también al interior de su administración. Aun así es un tema que públicamente ha logrado generar amplio respaldo.
*Relación con EU. Contrario a lo que muchos pensaban, el presidente ha sido inteligente en la relación bilateral con Estados Unidos. Si bien hay asuntos que le preocupan a la administración de Joe Biden, como el tema energético, lo cierto es que la comunicación entre ambos países ha sido fluida. Las donaciones de vacunas a México son un ejemplo de la buena vecindad. Nuestro gobierno también contribuye a enviar señales positivas hacia el norte, como la política de contención a migrantes centroamericanos que intentan cruzar hacia ese país.
Lo malo:
*Inseguridad. Nada ha cambiado si lo comparamos con anteriores administraciones; es decir, si bien en este año hay una ligera disminución en ciertos delitos, lo real es que siguen siendo muy altos. Homicidios violentos, feminicidios, etcétera, siguen al alza. La seguridad prometida por el mandatario no aparece. A tres años de gobierno, “aventar” responsabilidad hacia atrás ya suena a pretexto ante la falta de resultados.
*Falta de medicinas. Un tema muy sensible, pues es común encontrar historias de mexicanos sin poder acceder a medicinas o tratamientos gratuitos. Al inicio de la administración la lucha contra la corrupción alcanzó a las farmacéuticas, lo cual es plausible; el problema es que nunca se tuvo un programa de contingencia paralelo para solventar la escasez. La falta de medicinas para los niños con cáncer requiere de una solución inmediata y dejar la “grilla” para otros temas.
*Obra pública limitada. En casi tres años del gobierno federal la obra pública se contrajo, lo cual no es una buena noticia máxime de la derrama económica que genera. A últimas fechas hemos escuchado anuncios de inversión en obras de infraestructura que se pretenden iniciar o reforzar, pero lo cierto es que ha sido precario a la mitad de la administración. Un detonante económico de cualquier gobierno es su inversión, en estos momentos es un rubro debilitado.
Podríamos agregar más temas “buenos y malos”, pero el espacio es corto. Un punto relevante es que el Presidente Andrés Manuel López Obrador goza de un respaldo ciudadano que oscila entre 70% y 58% dependiendo de la encuesta.
A mitad de su administración quedan los 3 años más turbulentos, ya que se mezclarán los asuntos políticos con la sucesión presidencial.
Por el bien de México esperemos que los gobernantes de todos los partidos y la clase política en general estén a la altura de los tiempos que viviremos.
Alejandro Caso Niebla es asesor en temas de comunicación y políticas públicas.
Correo: casonieblaalex@hotmail.com