Sergio Moctezuma Martínez, el diputado de Jaime Bonilla, brilló por su imperiosa necesidad de buscar pelea contra sus correligionarios de Morena, y el martes 30 de noviembre, se involucró en un ríspido intercambio de palabras con varios integrantes de la bancada guinda, como Juan Manuel Molina, Manuel Guerrero Luna, Rocío Adame y Araceli Geraldo.
El ex secretario del Trabajo y Previsión Social durante la administración bonillista se inconformó porque el propio Molina García repite como presidente de la Mesa Directiva para el siguiente periodo ordinario de sesiones, algo consensuado con todas las fuerzas políticas, incluso la de su bancada.
Sí bien es cierto, resulta un tanto atípico que toda la Mesa Directiva sea ratificada sin mayor sobresalto, donde se le cedió un espacio al PAN por encima de los partidos aliados de Morena, lo verdaderamente detestable es que un personaje como Moctezuma Martínez se definiera como un luchador por la equidad de género sólo para salirse con la suya -y la de Bonilla-, de no ratificar a Molina.
El ex funcionario estatal “consideró” que una mujer ocupara la presidencia del Congreso, por una “cuestión de equidad”; para ello propuso a Gloria Arcelia Miramontes Plantillas, una aliada bonillista dentro del Poder Legislativo.
Aunque el razonamiento parecía tener cierta lógica, el ex funcionario de Bonilla -un gobernador de entrada misógino- extendió su participación reconociéndose como un luchador de la igualdad, lo cual justificó refiriendo que creció en una familia donde una mujer era la cabeza del hogar.
Continuó presumiendo que -a diferencia de otros diputados- su suplente era mujer, lo que -según su lógica- lo reconocía como una persona en favor de los derechos de la mujer y de la equidad, pese a que varias legisladoras precisamente identificadas como feministas, han logrado desde sus trincheras avances dentro de su partido para mejorar la equidad en la contienda.
Evidentemente los comentarios de Sergio Moctezuma no fueron bien vistos por las integrantes de su bancada, al considerar que utilizaba la causa feminista y el reclamo de igualdad para generar un conflicto e intentar beneficiar a una persona afín a su corriente política.
Al final, el diputado demostró su desconocimiento total de la causa y no tener escrúpulos para utilizar luchas genuinas siempre y cuando le pueda generar algún beneficio.
Por ello, su participación puede considerarse lamentable y ofensiva, puesto que la lucha por la igualdad tiene muchos años, en la cual por fin se están abriendo espacios para el reconocimiento de los errores estructurales de una sociedad construida desde el machismo.
“Barriendo” Issstecali
Con la novedad que el actual director del Issstecali, Dagoberto Valdés, recibió una clara instrucción desde la oficina del Poder Ejecutivo: todo lo que tenga que ver remotamente con Odilar Moreno Grijalva, va para afuera.
El ex funcionario de Bonilla Valdez había enquistado a amigos y familiares dentro de la nómina del Instituto, pero apenas asumió el cargo, se dedicó a despedir prácticamente todo
lo que estuviera ligado a Moreno Grijalva. La cifra ronda las 50 personas y parece que la consigna es seguir buscando y removerles, no importa lo que cueste.