El escritor, promotor cultural y profesor retirado, Víctor Soto Ferrel, fue homenajeado por la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) “por su trayectoria dedicada a la literatura, el cine y la docencia”.
En el marco de las actividades por el 35 Aniversario de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales que dirige la doctora María de Jesús Montoya, la ceremonia se llevó a cabo en el Aula Audiovisual Horst Matthai Quelle, el viernes 12 de noviembre.
Ante alumnos, ex alumnos, profesores, escritores y comunidad cultural y universitaria, el maestro Víctor Soto (Durango, 1948) fue homenajeado; ocasión en que discurrió ante la concurrencia:
“Estoy realmente agradecido, y conmovido por este reconocimiento que se me hace. Debo decir que los trabajos para llegar a este momento, no son sólo una empresa personal. Soy afortunado por haber visto hechos realidad los sueños de varios grupos de personas muy valiosas. Nos preceden siempre visiones extraordinarias. Se ha dicho que la infancia es destino, en la mía están la poesía, el teatro y el cine. Los rostros y las voces de mis maestros no los he olvidado nunca. Les sigo agradeciendo su forma de ver y de decir. Porque no sólo estimularon mi imaginación sino la de mi familia. Cuando emigramos a esta ciudad ya sabíamos lo que había que hacer. Encontrar a otros maestros. No fue difícil hallarlos, aparecieron de pronto por la calle Segunda, entre la Niños Héroes y la Revolución: Rubén Vizcaíno Valencia y Juan Martínez. Son presencias para oír y ver actuar. Seres luminosos entre la multitud”, expresó el cofundador de la entonces Escuela de Humanidades en 1986.
“Luego hay que descubrir la dimensión imponderable de las salas de cine. Perderse en la penumbra y ser guiado por la luz de un proyector. Soñar con los ojos abiertos. Percibir que, en el banquete de bodas de la literatura y el cine, hay un espacio reservado para ti. Saber que las estrategias formativas parecen el jardín de los senderos que se bifurcan, un laberinto seductor en el que esperas hallar a tu guía”, disertó.
“Así sucedió con la llegada del Dr. Jorge Estrella, mi maestro de Biología.
“- ¿Qué piensas estudiar al salir de la prepa?
“Pero en el horizonte parece no haber nada para ti. Y no sabes qué contestar.
“- Piénsalo. Es posible que podamos conseguirte una beca. No es mucho, pero puede ser de ayuda”, recordó el diálogo con Jorge Estrella.
“Y así te encuentras, vestido con ropas de cirujano en un quirófano de la Clínica 7 del IMSS, viendo operar al doctor Pablo Moreno, quien además te invita a verlo actuar junto a un grupo formado por personal de la propia clínica.
“- Ah, por aquí esta es la salida”.
Durante su disertación, el maestro Víctor Soto rememoró cómo se volvió cinéfilo, afición que divulgó durante sus 40 años de docente en la Facultad de Humanidades:
“Y entras al Auditorio de la Facultad de Medicina de la UNAM, al estreno de ‘Fando y Lis’ de Jorodowsky. Una mañana, afuera del salón de clase, en el Hospital General de México, puedes hablar de cine con el doctor Trifón de la Sierra, quien te sugiere que asistas al Auditorio Justo Sierra, los viernes, a los conciertos de la Filarmónica de la UNAM, dirigida por Eduardo Mata. Se está celebrando el Bicentenario de Beethoven. Descubres el Cine Debate Popular y el Cine Club de Ciencias. Pronto vas a vivir justo enfrente de la Sala de Arte del CUC, y a dos cuadras de la recién fundada Filmoteca de la UNAM… y encuentras la Sala Covarrubias de Arquitectura con el Ballet Coreográfico de Gloria Contreras”.
“-Todo empieza a tener razón de ser”.
Soto Ferrel también rememoró a sus amigos desde la década de los 70:
“Así que no es extraño que reencuentres a Rubén Vizcaíno, a Raúl Jesús Rincón Meza y a Ruth Vargas Leyva en el Auditorio de la Sociedad Médica de Tijuana. Nos visita Octavio Paz. Raúl me invita a ver, al día siguiente, una obra sobre Frida Kahlo, dirigida por Manuel Rojas, en el Teatro del IMSS. Y a tomar una cerveza en el Chips. Termina de cantar ‘A mi manera’ Frank Sinatra y Raúl pone en la rockola ‘Ahora que soy libre’ con Manoella Torres. Al día siguiente estoy frente a Rubén Vizcaíno en el café del Nelson. Mi aventura en Taller Voz de Amerindia empieza sin saberlo. Y no ha terminado. Ya hay un campus de la Universidad en Otay. Contaduría y Administración, Economía, Turismo, Derecho”.
“- ¿Y las Humanidades? ¿Y las Bellas Artes? ¿Cuándo? Sólo licenciados y médicos”.
El homenajeado concluyó con una evocación de la inauguración de la Escuela de Humanidades en 1986:
“Me inscribo en Letras Hispánicas y participo con el grupo de la revista El Zaguán. Regreso a Tijuana en el verano de 1978. En septiembre empiezo a dirigir el Taller de Poesía de la Universidad. Ocho años después se inaugura, en el mismo edificio donde hice la prepa, la Escuela de Humanidades de la Universidad Autónoma de Baja California. Y aquí estamos. Celebrando sus 35 años. No puedo más que estar agradecido, de todo, y de todas y todos ustedes. Los presentes y los ausentes”.