Entre acusaciones de corrupción, falta de especialistas y recursos, mujeres se están viendo afectadas al no recibir atención en el hospital Materno-Infantil, en donde ni siquiera les dan la consulta básica
Mujeres embarazadas y médicos denunciaron que el hospital Materno-Infantil no está atendiendo a pacientes por falta de especialistas e insumos, y además están cobrando los suministros a las familias.
El domingo 24 de octubre trascendió que Mario García Michel, encargado de despacho de la subdirección general de la Unidad de Especialidades Médicas de Baja California, afirmó que al día siguiente haría una manifestación afuera de la Uneme de Tijuana, por desvío de recursos, corrupción y falta de atención de autoridades de salud en el Materno-Infantil. Pero nada sucedió.
Después de dialogar en privado con Alonso Pérez Rico, titular de Salud, García Michel cambió su postura y dijo a este Semanario que ya se resolvería el abasto de medicamentos en un plazo de 48 a 72 horas.
Además, afirmó que los señalamientos de corrupción en realidad eran una falla administrativa por parte de empleados de tercer nivel y no de la directora del hospital, Mónica Nayely Nuño Aguilar, y la administradora, Ivón Berenice Caram Alba.
A ellas las acusó de girar instrucciones a los ginecólogos a no asistir al hospital, sabotear las instalaciones y refacturar medicamentos donados por asociaciones civiles.
El hecho se dio a conocer por la intervención mediática en el caso de Danna, una joven de 19 años embarazada, a la que le negaron la atención en los hospitales de Rosarito y Tecate, pues la referían al Materno-Infantil, el cual también la rechazó a pesar del riesgo de haber pasado su fecha de parto. Sólo después de que se hizo público sí atendieron a la paciente.
Misma situación pasó con la hermana de Gisel, a quien también se le negó la atención un día antes que a Danna y su familia tuvieron que pagar en particular pues no la quisieron atender.
De acuerdo con información obtenida por ZETA, la mañana del jueves 28, médicos del nosocomio volvieron a pedir al Centro de Urgencias Médicas (CRUM) que reenviaran a las pacientes embarazadas a Rosarito o Tecate pues la Unidad de Cuidados Intensivos estaba llena y el único ginecólogo estaba en cirugía.
Pero el área de Gineco-Obstetricia de Tecate también estaba saturada y referían las pacientes a Tijuana, mientras que el de Rosarito no contaba con ginecólogo o pediatra.
Al respecto, Alonso Pérez Rico recalcó que el Materno-Infantil es una paraestatal de la Secretaría de Salud y que sí cuenta con el recurso para dar la atención a los pacientes; sin embargo, “fue una falta de comunicación masiva de parte de los directivos, hacia el resto de los empleados”, afirmó, por lo que todo debería funcionar a la brevedad.
El problema de la falta de médicos y suministros en el Materno-Infantil tiene más de dos meses, señalaron médicos del nosocomio, quienes están conscientes de la falta de especialistas y no están de acuerdo con la inacción por parte de Pérez Rico.