El Estado de Baja California sigue pagando al ex gobernador Jaime Bonilla Valdez. Cada mes, a los bajacalifornianos les cuesta 679 mil 572 pesos la seguridad que, por órdenes del fiscal general del Estado -el compadre de Bonilla, Guillermo Ruiz Hernández- se le asignó.
En total son 19 escoltas, todos integrantes de la Agencia Estatal de Investigaciones -la que antes solía ser la Policía Ministerial del Estado-, la misma que, a la escisión de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, quedaron en la facultad de la Fiscalía General del Estado, con lo que, de continuar Ruiz Hernández en el cargo de fiscal, el ex mandatario tiene asegurada su seguridad pagada por los bajacalifornianos.
Si ello sucediera, los escoltas del ex gobernador costarían al presupuesto de BC 8 millones 154 mil 864 pesos por año. Carísimo, considerando que ninguno de sus antecesores en el cargo tiene escoltas del Estado a su servicio, y cuando los tuvieron -va el ejemplo de José Guadalupe Osuna Millán, a quien al término de su sexenio le fueron asignados dos escoltas, dos, no 19-, en cuanto su sucesor Francisco Vega de Lamadrid lo consideró prudente, meses después se los retiró.
¿A qué le teme Jaime Bonilla? Quién sabe. A diferencia de todos los ex mandatarios, ha sido el único que no cumplió su responsabilidad de la seguridad en el Estado, pues al presentar la iniciativa -por cierto, aún en el gobierno de Vega de Lamadrid- para la creación de la Fiscalía General del Estado, renunció a una corporación preventiva estatal, deshaciéndose de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado para integrarla a la FGE.
Bonilla se ausentó el mayor tiempo de su bienio de las juntas de seguridad, algunas veces por estar enojado con los generales del Ejército Mexicano, otras porque simplemente no era su tema. Ya lo había delegado a su compadre y él se dedicaría a otros negocios estatales.
La gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda nada puede hacer para retirarle la escolta a Bonilla, pues no está en su fuero, sino en el de la FGE, de manera que la liberación de 19 agentes que “cuidan” al ex gobernador para reasignarlos a operaciones que redunden en la seguridad de los bajacalifornianos, sólo sucedería si -como es una premisa- en las próximas semanas o meses se registra un cambio en la titularidad de la FGE. De otra forma, Bonilla le seguirá costando a los bajacalifornianos 679 mil 572 pesos al mes, que la fiscalía destina al pago de su seguridad, del presupuesto asignado por el Congreso del Estado a partir de los ingresos de la administración estatal.
Jesús Ramón Polanco García aparece como jefe de escoltas de Jaime Bonilla Valdez, con un sueldo de 40 mil 216 pesos mensuales. Entre todos los demás escoltas, 18, sólo aparece una mujer, María Concepción Martínez Ávalos, cuyo caso confirma la inequidad en los salarios entre hombres y mujeres, pues al estar catalogada como agente estatal de seguridad, escolta del ex gobernador y con las mismas labores y responsabilidades de sus 17 compañeros, ella, mujer, devenga 22 mil 355 pesos al mes, contra los más de 36 mil pesos que ganan mensualmente cada uno de sus compañeros:
René Estrada Vargas (36 mil 291 pesos), José Isaac Páez Islas (36 mil 291 pesos), Jesús Alberto Castro Torres (36 mil 300 pesos), Nolberto Efraín Aguilar Orozco (36 mil 300 pesos), Roberto Carlos Gallardo Bermúdez (36 mil 316 pesos), Francisco Javier Gallardo Sánchez (36 mil 274 pesos), Juan Carlos Lagarda Beltrán (36 mil 283 pesos), Yan Carlos López Rodelo (36 mil 291 pesos), Héctor Manzo Ruvalcaba (36 mil 283 pesos), Adrián Marín Hernández (36 mil 291 pesos), Carlos Guillermo Torrecillas López (36 mil 283 pesos), José Eduardo Mora Ávalos (36 mil 316 pesos), Antonio Mora Saldaña (36 mil 308 pesos), Arturo Ascorve Hernández (36 mil 283 pesos), Marco Antonio Pérez Alcor (36 mil 300 pesos), César Ernesto Páez Islas (36 mil 291 pesos) y Fabricio Epifanio Terraza Verdugo (36 mil 300 pesos).
Y, ¿para qué tantos escoltas? Un elemento de la Agencia Estatal de Investigaciones, adonde pertenecen los 19 guardias asignados al ex gobernador por parte de la FGE, explicó que no todos cuidan a Bonilla, sino que es un equipo de escoltas que él tiene a su disposición y él mismo asigna al principal, es decir, a la persona que escoltarán, ya sean familiares de Jaime Bonilla o amigos cercanísimos. De esto, por supuesto, no hay información disponible en las páginas de Transparencia del gobierno mexicano, como sí de la categoría y los sueldos que devengan los agentes asignados al ex gobernador de BC.
Es decir, mientras Amador Rodríguez Lozano, el ex secretario de Gobierno, se había signado a él y al ex comisionado del Sistema Estatal Penitenciario, escoltas mediante un decreto que posteriormente fue invalidado, el ingeniero Bonilla simple y sencillamente fue protegido por el fiscal, quien le asignó los 19 agentes estatales de investigación para que disponga de los mismos.
La abusiva actitud del ex titular del Poder Ejecutivo del Estado, al costarle al erario 679 mil 572 pesos cada mes, contrasta con los principios que tanto dice enarbolar de la Cuarta Transformación, donde el líder de los morenistas -el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador-, lo primero que hizo fue supuestamente retirar las comitivas de escoltas que los funcionarios federales solían utilizar. O lo que hizo la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, quien retiró más de 50 escoltas a funcionarios que los utilizaban para protegerse.
Jaime Bonilla, quien siempre refirió los abusos de otros gobiernos, ahora abusa del erario de Baja California al, sin justificación alguna, disponer de un equipo de 19 elementos que bien podrían estar realizando funciones de operación e investigación para disminuir los altísimos índices de inseguridad y violencia que su corta administración dejó en el Estado.
Pero en política no se predica con el ejemplo, y, muestra de ello, es el carísimo ex gobernador que, a casi a dos meses de su salida del poder, sigue costando a los bajacalifornianos. Hasta la fecha, un millón 359 mil 144 pesos, y lo que falta…
