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viernes, febrero 16, 2024
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Las caras de los homicidas

Videos de vigilancia de centros comerciales y vialidades aledañas en Tijuana, captaron a los asesinos del ingeniero Juan Carlos Ojeda Solorio y el comerciante Francisco Pérez García. También existen fotografías de los tres homicidas que le quitaron la vida a Zoé, una niña de 11 años. Con imágenes parciales de las caras, la FGE trabaja en la identificación de los criminales

Veintitrés días han pasado desde el asesinato del joven ingeniero de 36 años, Juan Carlos Ojeda Solorio. Su familia y amigos han hecho saber de manera periódica y permanente, por diferentes vías, que no permitirán que su expediente se convierta en una estadística, ni parte del rezago acumulado en la Fiscalía General del Estado de Baja California.


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Un homicida le disparó a la cabeza y por la espalda, la tarde del 21 de septiembre, cuando salía del gimnasio ubicado en Plaza Galerías, y el 26 de septiembre, su gente y ciudadanos solidarios circularon en una larga caravana con decenas de autos y motocicletas por el Bulevar Díaz Ordaz y Zona Río Tijuana, para exigir “Justicia para Juan Carlos” y rechazar la impunidad.

También estuvo presente la hermana de Francisco Pérez García, propietario de un negocio de venta de plomería en el Bulevar 2000, quien fue asesinado el 8 de septiembre en el interior del Mercado Hidalgo, mientras llevaba a su hijo pequeño de la mano. Su reclamo fue el mismo.

Ambas familias se niegan a aceptar que el caso de su consanguíneo se convierta en el 80% de los no resueltos por la Fiscalía General del Estado (FGE), y ante la falta de resultados, esta semana advirtieron la posibilidad de volver a tomar las calles.


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Entre el 1 de noviembre de 2019 y el 13 de octubre de 2021, en Baja California se han contabilizado 5 mil 987 asesinatos. Entre noviembre de 2019 y agosto de 2021, la Guardia Estatal del Seguridad e Investigación (GESI) reportó haber ejecutado 925 órdenes de aprehensión por homicidio o lesiones dolosas, explicó el fiscal general, Guillermo Ruiz Hernández.

De acuerdo con información del Poder Judicial de Baja California, entre noviembre de 2019 y el 20 de septiembre de 2021, se han iniciado mil 147 causas penales por homicidio: 497 siguen en proceso, se han dictado 492 sentencias condenatorias y 62 absolutorias.

Con base en estos números, en 19.84% de los casos se inició causa penal, y en 9.6% ya hay sentencia.

ZETA consultó con la FGE los avances en algunas de las carpetas en que las víctimas no registran antecedentes criminales, y las familias rechazaron cualquier posibilidad de relación mafiosa. En general, reportan avances limitados.

 

CASO OJEDA SOLORIO

Bueno, tranquilo sano, sin vicios, con un proyecto de vida y deseos de formar una familia, fue como describieron sus allegados a Juan Carlos Ojeda Solorio y la FGE no lo refutó. Sin elementos negativos, las principales líneas de investigación se dirigieron por el ámbito laboral y personal (pasional).

Además, la fiscalía indaga lo que consideran la sospechosa ausencia de policías municipales en Plaza Galerías y solicitaron información de los agentes responsables en la zona el día del homicidio.

Para los investigadores, el tema se complicó cuando llegaron los resultados del análisis balístico porque encontraron coincidencia con otros dos hechos criminales:

* Las lesiones por arma de fuego recibidas por un hombre a quien le dispararon en nueve ocasiones el 24 de marzo de 2021, en Avenida Tecolote de la colonia Ampliación Guaycura.

* El asesinato del trabajador del expendio Agua Dulce –ubicado en la calle Central de la colonia Camino Real- el 23 de agosto de 2021.

Ninguna de las dos víctimas mencionadas tenía antecedentes delictivos. En el caso del asesinato de agosto, la familia declaró que había sido amenazado previamente por haber cortejado a una muchacha, y las cámaras de vigilancia sólo captaron que el homicida era un hombre con camisa negra y mangas guindas.

En el caso Carlos Ojeda, el sistema de videovigilancia de Plaza Galerías tiene una imagen muy clara del rostro del asesino, un joven de tez clara y cabello oscuro que vestía pantalón oscuro y camisa roja. Llevaba cubre bocas, pero la calidad de la imagen es aceptable y la parte del rostro que lleva descubierta suficiente para que las personas que han convivido con él lo reconozcan.

Originalmente, la FGE consideró hacer público un cartel de “Se busca”, pero optaron por mantener las imágenes en secrecía y no las compartieron ni en la Mesa de Coordinación por la Paz y la Seguridad de Baja California.

PÉREZ, UN NEGOCIO DE PLOMERÍA

Homicida del Mercado Hidalgo

También el homicida de Francisco Pérez García quedó grabado en video el 8 de septiembre, de hecho, hay dos imágenes de él.

Una cuando, portando cubre bocas, sigue a su víctima al interior del Mercado Hidalgo, a la tienda Brenda’s, especializada en la venta de especias, granos, semillas, condimentos y como hierbas medicinales. Se le acerca por la espalda y le dispara cuando su víctima usaba la mano derecha para sostener a su hijo, y con la izquierda revisaba artículos.

La segunda imagen la consiguieron siguiéndolo a través de diferentes dispositivos de vigilancia, en lo que se pudieron dar cuenta que el matón, quien según testigos huyó rumbo al Bulevar Sánchez Taboada, se quitó la sudadera, el barbijo y abandonó la escena en un taxi libre. Es de nuevo un hombre joven, de cabello oscuro, moreno claro, alto.

En el caso de Pérez García, propietario de un negocio de venta de artículos para plomería, la hipótesis principal también es personal (pasional). El arma usada en su contra no tiene coincidencia balística con otros crímenes, por lo que la carpeta registra avances limitados.

 

VIDEOS DE LOS HOMICIDAS DE NIÑA DE 11 AÑOS

En el caso de Zoé, la pequeña de 11 años asesinada el miércoles 8 de septiembre, cuando tres matones intentaron ultimar a su padre, también hay imágenes de los homicidas.

Tres hombres que participaron en el ataque, fueron rastreados en las horas previas y posteriores al asesinato en el sistema de vigilancia, lo que permitió a las autoridades tener fotografías de los autos usados por los criminales y fotografías suficientemente claras, con y sin cubre bocas, de los participantes en el operativo homicida. De hecho, dos de ellos ya están identificados.

La menor era hija de un empresario de origen guatemalteco, Guillermo Valdovinos Ávila, a quien investigan por el origen de sus recursos, y se reveló, tenía problemas por temas de dinero con su socio en la empresa de seguridad Arza. Es propietario también de Babomex, negocio dedicado a la compraventa, importación y exportación de papel y cartón corrugado.

Hasta el momento, los avances en esta carpeta se han dado sin que Valdovinos haya cooperado o participado para el esclarecimiento del caso.

 

OTRO INGENIERO, EL HIJO DE UN DIPUTADO Y UN COMERCIANTE

Los homicidios del ingeniero Juan Carlos Ojeda Solorio y el comerciante Francisco Pérez García, no son los únicos que carecen de móvil en la carpeta de investigación. De manera aleatoria, ZETA seleccionó algunos casos similares y solicitó a la FGE los avances en las investigaciones.

En cuanto al expediente por la muerte de Luis Eduardo Terán Oropeza, quien vivía en Residencial Agua Caliente y era dueño de una fábrica de estampado de camisas, cuyo cadáver fue descubierto el 26 de diciembre 2019 -después de tres días desaparecido- en el interior de la cajuela de su auto -un Aveo 2017- en la delegación La Mesa, el caso estaba congelado, sin avances.

De hecho, fue la última semana de septiembre, después de casi dos años, que volvieron a requerir la informática forense y los resultados de la inspección de videograbaciones, porque se dieron cuenta que no los habían entregado.

Como elemento adicional, la fábrica de la víctima se ubicaba en un predio en Mesa de Otay, donde en 2016 se detectó un narco túnel.

Pero todavía más estancada está la indagatoria por el asesinato de otro ingeniero, Cristian Omar Tamayo López, acribillado la noche del 14 de mayo del año en curso. Le dispararon mientras estaba estacionado en las inmediaciones de la calle David Alfaro Siqueiros y Vía rápida Poniente a bordo de su pick-up Hilux.

Sin enemigos ni amenazas registrados en la carpeta, cinco meses después, los investigadores emitieron un recordatorio a los peritos, quienes no han informado si la bala extraída en la necropsia dio positivo con algún otro hecho criminal.

En cuanto al homicidio de José Eduardo Avilés Quintero, secretario particular del director de Desarrollo Social Municipal del Ayuntamiento de la Paz e hijo de José María Avilés Castro, diputado y coordinador de la bancada de Morena en Baja California Sur, también hay poco.

Salvo las declaraciones de los testigos, una imagen borrosa en video del matón y la falta de claridad respecto al destino de 179 mil pesos o 7 mil 500 dólares que llevaba la noche del homicidio para la compra de un auto; no hay nuevos indicios.

De acuerdo con la versión de amigos de la víctima, ese lunes 23 de agosto consideraron oportuno acudir a una cita pasadas las siete de la noche frente al Centro de Rehabilitación Flamingos, en una colonia considerada zona insegura de Tijuana: el Cañón de la Pedrera en la delegación Sánchez Taboada. Le comprarían un auto a un vendedor que contactaron a través de redes sociales.

Explicaron que el joven Avilés descendió del auto y un hombre delgado, con cubre bocas, gorra y playera oscura, se le acercó, lo saludó con el puño y después le disparó. Aseguran que, aunque estaban a un lado, no escucharon el balazo, hasta que la víctima se acercó y les dijo “me dispararon”, lo subieron al carro y lo llevaron al IMSS, donde falleció.

Los investigadores catearon el domicilio de los amigos de Avilés y otro donde aparentemente había tenido acceso el victimario en la zona del asesinato, pero no hubo indicios. También recolectaron videos del atacante que resultaron de mala calidad.

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