Alrededor de las 09:30 horas, el reportero gráfico Cristian Torres, acudió al poblado La Puerta ubicado en el kilómetro 32 de la carretera Mexicali-San Felipe, y tomó fotografías de una tortillería, una iglesia y un lote abandonado, con el fin de ilustrar un reportaje que se publica en la edición impresa de este viernes 15 de octubre. Se trata de comercios que han sido baleados por delincuentes que cobran piso a sus propietarios.
Justo antes de retirarse, captó una foto con zoom de la tortillería atacada en días pasados, y una persona vestida de negro le hizo señas, el reportero, también con señas, le responde que se retiraba del lugar.
Continuó por algunos minutos el recorrido por el ejido, y después se retiró. Como protocolo de seguridad notificó a dos editores de ZETA, que ya iba de regreso y se reportaría en una hora.
Condujo hacia Mexicali a una velocidad de unos 70 kilómetros por hora, y como a los ocho minutos de su trayecto, una camioneta 4 por 4 doble cabina, blanca, sin placas, le invadió el carril intentando que se detuviera, forzándolo a salir del camino precipitadamente. Como no había desnivel no perdió el control.
Desde el carro le reclamaron a gritos asegurando que les había tomado fotos -solo de la tortillería-. Ante el ataque, el reportero gráfico intentó evadirlos y avanzar con la moto, pero lo interceptaban y le aventaban la camioneta, hasta que le pegaron y derribaron con la moto.
Inmediatamente se bajaron dos personas, una de aproximadamente 1.85 metros de estatura, y otra 1.90, además empuñando un bat de beisbol (de aluminio), amenazando con golpearlo. Siguieron reclamando las fotos: “Yo intenté calmarlos y les mostré una identificación del semanario ZETA, sin embargo, seguían intimidándome y acercándose de manera agresiva”.
Posteriormente, el más alto intentó arrebatarle la cámara. Forcejearon, y Torres corrió hacia la carretera, donde intentó detener vehículos pidiéndoles que llamaran al número de emergencia, porque su celular no entraba al C4.
El reportero y los editores llamaron a las autoridades, minutos después llegaron al lugar elementos de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI), de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), la Guardia Nacional y de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), le pidieron su identificación como reportero la cual le regresaron hasta el final de la intervención.
“Estos agentes técnicamente me culparon de tomar las fotos y justificaron a los agresores, pese a los señalamientos de que tenían un bat dentro del carro, ninguno intentó realizar una revisión del vehículo”, tampoco hicieron peritaje ni tomaron fotografías de las huellas en la terracería de toda la persecución.
Finalmente, con asesoría de una persona dentro de la fiscalía, el fotógrafo de ZETA se retiró del lugar y presentó la denuncia, bajo el NUN 0202 2021-31641, para la cual le tomó la declaración Carlos Alfonso Romero García, titular de la Unidad de Investigación de Delitos de robo de Vehículo con imputado conocido.
Las personas que atacaron al reportero gráfico de ZETA, fueron identificadas, ante el Consejo Editorial de este semanario, como: Norberto André Espinoza Argot y Humberto Valdez Higuera.