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lunes, octubre 7, 2024
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La mujer del amigo

Un amigo dice a otro:

– No sé lo que me pasa. Me gustan todas las mujeres… menos la mía.

“No te preocupes, a mí me pasa igual. Me gustan todas las mujeres, ¡menos la tuya!”.

Autor: Mujer soltera.

 

Bajo amenaza

Dos bebés se encuentran en un arenero. La bebita dice:

“¿Me regalas un chocolate?”.

Y el bebé responde:

“¡No!”.

Entonces la bebé insiste:

“¡Ándale! Si me das un chocolate, te doy un beso”.

Y el bebé contesta:

“¡No! Y con amenazas, ¡menos!”.

Autor: Una niña.

 

La esposa de un reo

Un señor está en una cárcel, en la cual todo lo que entra y sale, es minuciosamente registrado. Un día su esposa envía una carta, en la cual expone:

“Lorenzo, necesito que me digas en qué momento debo escarbar la huerta para sembrar papas”.

El preso no tarda en contestar:

“No vayas a escarbar nada, querida, porque en la huerta están enterradas todas las armas que escondí”.

Luego de tres días, Lorenzo vuelve a escribir una carta para su esposa:

“Querida, supongo que la policía ya fue a la casa a buscar las armas y escarbó todo el patio, ¡ahora ya puedes sembrar las papas!”.

Autora: Agricultora soltera.

 

Al final del túnel

Dos convictos que hicieron un túnel para escapar de la cárcel, no contaron que había un custodio que conocía de los planes y los esperaba a la salida con un grueso marro. Una vez en el escape del túnel, uno de los presos grita:

“¡Por fin, la libertad!” … y siente el fuerte golpe del tolete del guardia justo en la boca.

El presidiario inmediatamente regresa con la mano en la boca, por lo que su secuaz pregunta:

“¿Qué pasó? ¿Por qué no saliste?”.

Sin retirar la mano de su boca, contesta:

“Es que me da mucha risa, ¡sal tú primero!”.

Autor: Anónimo de la Peni.

 

Sintomatología típica ocasionada por el consumo de cerveza
(Guía práctica de reconocimiento y resolución)

 

Síntoma: Pies fríos y húmedos.

Causa: El vaso está siendo agarrado en ángulo incorrecto.

Solución: Gire el vaso hasta que la parte abierta esté hacia arriba.

 

Síntoma: La pared de enfrente está llena de focos.

Causa: Se ha caído de espaldas al suelo.

Solución: Ubique su cuerpo a 90 grados del suelo.

 

Síntoma: Su boca está llena de colillas de cigarrillos.

Causa 1: Usted cayó de cara al suelo.

Causa 2: Usted metió la cara en el cenicero.

Solución: Reubique su cuerpo a 90 grados del suelo.

 

Síntoma: El suelo está borroso.

Causa: Usted está mirando a través del fondo de un vaso vacío.

Solución: Compre otra cerveza.

 

Síntoma: La gente habla produciendo un misterioso eco.

Causa: Tiene la jarra de cerveza en la oreja.

Solución: Deje de hacerse el payaso.

 

Síntoma: El inodoro es de oro.

Causa: Se está usted asomando en el saxofón.

Solución: Ofrezca una disculpa al músico y lárguese.

 

Síntoma: Reflejo múltiple de caras en el agua del vaso o sanitario.

Causa: Está intentando devolver el estómago.

Solución: Métase el dedo (en la garganta).

 

Síntoma: La sala quedó completamente a oscuras.

Causa: El bar cerró.

Solución: Pregunte al mesero cómo llegar a su casa.

 

Síntoma: El suelo se está moviendo.

Causa: Está siendo cargado o arrastrado.

Solución: Pregunte si le están llevando a otro bar.

 

Síntoma: Todo a su alrededor se está moviendo mucho.

Causa: Está en un auto.

Solución: Pida que lo lleven a casa.

 

Síntoma: El chofer del taxi es un elefante rosado.

Causa: Usted bebió muchísimo.

Solución: Pida al elefante que le lleve al hospital más cercano.

 

Síntoma: La discoteca se mueve mucho y la música es muy repetitiva.

Causa: Está en una ambulancia.

Solución: No moverse; posible coma etílico.

 

Síntoma: Un enorme foco de la discoteca le ciega la vista.

Causa: Está usted en la calle y ya es de día.

Solución: Vaya a dormir a su casa.

 

Síntoma: No tiene hijos y su mujer tiene 60 años.

Causa: Se equivocó de puerta.

Solución: Suba un piso más y vaya a dormir a su casa.

 

Síntoma: Su amigo no le hace caso.

Causa: Está hablando con un buzón de correos.

Solución: Busque a su amigo para que lo lleve a casa.

Autor: Un tequilero.

Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
gabriela@zeta.com
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