Tras 16 días de actividades, está madrugada fueron clausurados los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, dando el relevo protocolario a París, Francia que será sede en 2024, con la esperanza de una mejor situación sanitaria que la provocada actualmente por la pandemia del Covid-19.
“Y ahora, debo poner fin a este viaje olímpico de lo más complejo a Tokio. Declaro finalizados los Juegos de la 32ª Olimpiada”, señaló Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI).
Instantes después de los discursos de autoridades y de las palabras de Bach, el pebetero, encendido el pasado 23 de julio por la tenista Naomi Osaka, apagó el fuego olímpico, mientras en los videomarcadores se leía un gran mensaje de agradecimiento en japonés “Arigato”.
Fuegos artificiales, a modo de fin de fiesta, ponían punto final a los Juegos Olímpicos más atípicos de la historia, al ser los primeros sin público.
Los protocolos y las restricciones han hecho que las cifras de contagios hayan sido muy reducidas, con apenas un 0.02% de casos positivos cada día en la llamada “burbuja olímpica”. En la Villa Olímpica, donde los deportistas conviven, no hubo un gran foco de contagio, evitando el que era uno de los mayores temores.
Solo la evolución de la pandemia permitirá saber si los próximos Juegos Olímpicos de verano, en 2024, podrán disputarse con el modelo de fiesta popular tradicional.
De esta manera Tokyo 2020 ha quedado atrás y ahora Paris está listo para acoger los juegos intercontinentales en el 2024.