Cada semana los reporteros de investigación en Baja California, se encuentran con un nuevo obstáculo a la libertad de expresión, por parte del primer gobierno de Morena en la entidad… y de aquellas instituciones en las que puede influir su titular, Jaime Bonilla Valdez. Opacidad en el manejo de la información, falta de transparencia en las cuentas, negativa de entrevistas. El fondo de todo, es mantener los números en lo oscurito para no hacer quedar mal al gobernador de dos años. Y vaya, siendo los consultados miembros del gobierno estatal, hasta se entiende que no quieran hacer ver mal al jefe. Lo que sorprende, es que esta misma actitud se siga en la Máxima Casa de Estudios del Estado, la Universidad Autónoma de Baja California, centro del libre pensamiento y la ciencia. Resulta que últimamente, cuando académicos son consultados para llevar la opinión de un experto en algún reportaje, han expresado que no pueden emitir comentario alguno que haga referencia al gobierno de Bonilla, porque podrían perder sus horas o incluso su empleo en la Universidad. Según los académicos, les han impuesto la “Ley Mordaza”. Lo bueno de todo, es que a la administración de Jaime Bonilla le restan 49 días, después de eso, se espera que los catedráticos puedan dar su opinión, como expertos, de lo que sucede en BC desde la perspectiva de la ciencia y el estudio.
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