La codirectora general de semanario ZETA, Adela Navarro Bello, afirmó que aparte de haberse desentendido de la seguridad pública durante su periodo de mandato, el gobernador Jaime Bonilla Valdez se ha distinguido por una inclinación al acoso contra sus opositores.
“Se desentendió de la seguridad, le traspasó todas esas obligaciones, todas esas facultades y responsabilidades a una fiscalía que se supone autónoma pero que está encabezada por su compadre, entonces el gobierno de Baja California se quedó sin un área para el combate y la prevención”, mencionó en alusión al mandatario estatal y sostuvo que “aparte, tenemos un gobernador que le gusta el acoso”.
Manifestó que Bonilla Valdez “ha acosado a sectores”, de los cuales “por supuesto el sector periodístico no se ha salvado”.
Recordó que tratándose de ZETA, hasta mediados de 2020, la organización Artículo 19 documentó 16 agresiones verbales del gobernante hacia este medio o a hacia la codirectora. También aludió al caso en el que el secretario general de gobierno, Amador Rodríguez Lozano, citó a conferencia para denostarla, con comentarios sobre su vida privada y su condición de mujer.
“Nosotros presentamos una denuncia, que no ha prosperado, pero ahí está”, expuso.
Señaló que el político tijuanense no le da espacio al semanario en sus vídeo-conferencias matutinas cuando se le hacen preguntas vía red social y que incluso a una reportera (Julieta Aragón) le negó entrevista presencial bajo el argumento de que ZETA tergiversaba la información.
Navarro Bello consideró que el hecho de que finalmente Bonilla se quedara “los dos años para los que fue electo y no los cinco que pretendía, eso de alguna manera marco no sólo su administración sino su personalidad”.
A decir de la también columnista, quien estuvo como invitada en sesión virtual del Grupo Madrugadores de Playas de Tijuana este martes 17 de agosto, Jaime Bonilla en su momento pretendió hacer un pacto con ZETA, y que en razón de que el medio informativo se negó, el senador con licencia ha venido incurriendo “en este tipo de ataques verbales”, que como tales redundan en “un atentado a la libertad de expresión”.
Adela Navarro agregó que una entidad de gobierno pretendió comprarle publicidad a ZETA, ante lo cual se le indicó que “eso no significaba que el semanario iba a hablar bien de ellos”. De manera que el solicitante resolvió que bajo esas circunstancias no compraría espacios publicitarios, pues lo que buscaba era notas y entrevistas favorables al aparato gubernamental.
“Morena en Baja California es muy asiduo a comprar voluntades o a distorsionar o amenazar o a comprar medios de comunicación, hay muchas informaciones o reportajes que nada más en ZETA se han cubierto porque el resto de los medios hacen un vacío porque al gobernador no le parece que se traten esos temas”, comentó y ejemplificó con “el caso de los moches (en el que) apenas no cumplía Jaime Bonilla ni un mes en el gobierno del estado cuando ya tres de sus funcionarios estaban acusados de recibir dinero producto de comisiones que le cobraron a empresas a cambio de otorgarles contratos dentro del gobierno del estado”.
La codirectora expuso que Bonilla Valdez “sigue mucho el ejemplo del presidente de la república (Andrés Manuel López Obrador)”.
Opinó que con la sección de “Quién es quién en las mentiras” (para calificar a comunicadores y líderes de opinión) como parte del contenido de las conferencias matutinas de López Obrador, “estamos siendo testigos de un hostigamiento hacia la prensa desde Palacio Nacional”.
“Cada miércoles estamos siendo testigos de un hostigamiento hacia la prensa mexicana desde Palacio Nacional”, estimó la comunicadora y reprobó que el primer mandatario “dedique su tiempo a atacar a la prensa”, que atente contra “la libertad de expresión” y que divida la opinión pública” y vulnere “a quienes piensan distinto a él”.
Navarro Bello asentó que en buena medida la polarización que priva en el país se debe a que “desde la propia presidencia se señala” la actividad periodística sustentada en la investigación.
“Se señala a compañeros periodistas como adversarios del sistema de gobierno a periodistas o de una corriente como la que el propio presidente López Obrador llama la Cuarta Transformación”, remató.