Así se siente de pronto nuestra vida;
de verdad, no valoramos lo vivido,
transitamos lo mejor de ese camino
sin voltear a revisar lo transcurrido.
Solo un rayo de luz, es el camino
de toda una ruta, dura y complicada,
cuando la juventud es parte de la vida
cual primavera hermosa y apreciada.
Luego viene el verano esplendoroso
todo un enorme torrente de ilusiones,
lo mejor de la vida viene en este tiempo
y la pasamos con todos los honores.
El buen otoño sigue inexorablemente,
paso a paso nos alcanza sin piedad,
es la ley de la vida y sus alcances,
es el tiempo que camina sin cesar.
Pronto nos alcanza el cruel invierno
con todo el cansancio acumulado,
no tiene caso discutir si es merecido
es muy simple: aceptemos lo bregado.
La vida es un compendio de experiencias
nunca la imaginamos, así de nebulosa;
envejecer es un privilegio para algunos
y un triunfo de una vida fabulosa.
Eduardo Enrique Parra Romero.
Tijuana, B.C.