La pelea de la trilogía entre Conor McGregor y Dustin Poirier, se interrumpió cuando el ex campeón de dos divisiones se rompió la tibia inferior izquierda y el peroné de un golpe fallido, hacia el final de la primera ronda de la pelea de peso ligero celebrada en la T-Mobile Arena en Las Vegas.
“The Notorious” no pudo continuar en el segundo cuadro y Poirier fue declarado ganador por nocaut técnico. El irlandés fue sacado del octágono en una camilla después de la pelea y transportado a Los Ángeles para intervenirlo en el Centro Médico Cedars-Sinai. De acuerdo con Poirier, la lesión de McGregor ocurrió al inicio del combate, cuando le dio una patada al cuerpo.
“Se fracturó en uno de los checks al inicio de la pelea, después se rompió con un golpe, seguro”, declaró el norteamericano tras su victoria. “Lo apunté al principio de la pelea, cuando recibí esa patada, ahí es cuando se rompió”, reiteraría.
McGregor estuvo bajo el cuchillo durante más de tres horas. En la operación se le insertó una varilla intramedular en su tibia, así como una pequeña placa y tornillos para restablecer el peroné.