En informe presentado el 3 de julio, representantes de la agrupación Obserbc, cuestionaron la situación financiera del gobierno estatal de Baja California, debido al desproporcionado nivel de egresos e ingresos que sostiene desde hace varios años, lo que ha representado una situación crítica en el manejo del recurso público y falta de liquidez, lo que ha generado como consecuencia una imperiosa necesidad de recaer en el constante uso de préstamos a corto plazo.
La asociación civil encabezada por el representante del sector empresarial, Eduardo Martínez Palomera, emitió un abierto exhorto a los encargados de las finanzas estatales para que definan un mecanismo para equilibrar los ingresos y egresos de las arcas públicas.
En entrevista, Víctor Manuel Ávalos Figueroa, asesor de la agrupación, comentó que actualmente el Estado cuenta con pasivos derivados de la falta de liquidez, lo que ha provocado que para subsanar la situación financiera inmediata, la administración de la entidad requiera utilizar préstamos cortos, al grado de requerir empréstitos para cubrir créditos inmediatos.
Lo crítico es que eventualmente el banco tendrá la posibilidad de exigir que se cubra la deuda, debido a que se adeuda más de lo que se ingresa.
Reconoció que del 2015 al 2018, prácticamente se tuvo la misma cantidad de ingresos, pero los egresos incrementaron; no fue hasta el 2020 cuando se logró recaudar mil millones de pesos más, lo que consideraron que pudiera tener relación con los impuestos creados por el actual mandatario. Sin embargo, -aseguran- el problema no sólo es de recaudación, sino de los gastos excesivos del mismo Poder Ejecutivo.
Aunque precisaron que los préstamos cortos durante la administración de Jaime Bonilla Valdez, ascenderían a más de 4 mil millones de pesos, hasta el 31 de marzo, los cuales deben pagar tres meses antes del inicio del siguiente gobierno, pero dijo desconocer sí ya se implementó algún mecanismo para cubrir con este adeudo.
