En una kilométrica, viciada y caótica sesión, el jueves 15 de julio, el Cabildo de Mexicali avaló la reforma al artículo 7 de la Constitución de Baja California con la Carta Magna, lo que reconoce el derecho a la no discriminación, pero que de manera indirecta abre la posibilidad a los matrimonios igualitarios en Baja California.
El pasado 16 de junio, el Congreso del Estado avaló con 18 votos a favor la unión entre personas del mismo sexo, pero por tratarse de una reforma constitucional, es necesaria la aprobación de 3 de los 5 cabildos de Baja California para que entre en vigor. Los municipios tienen como fecha límite, el 17 de julio para emitir una posición, y en caso de no hacerlo, el voto se considera a favor por “positiva ficta”.
En ese contexto, alrededor de las 5 de la tarde del 15 de julio, inició la sesión extraordinaria del Cabildo de Mexicali, donde se enlistaron tres temas, pero uno de ellos particularmente trascendental para la sociedad. El análisis de la reforma constitucional al artículo 7 Constitucional, identificara como el candidato que impide los matrimonios igualitarios en Baja California.
Poco después de la hora pactada inició la accidentada sesión, donde grupos en favor de la familia tradicional, se dieron cita con la intención de ejercer presión en contra de los regidores, con el objetivo de que rechazaran la propuesta avalada por el Congreso del Estado.
El primero en tomar la palabra fue el regidor Héctor Ibarra Calvo, quien con un discurso enérgico, recriminó a la alcaldesa Guadalupe Mora Quiñónez, que la intención de subir este tema era para crear una cortina de humo, para distraer de un hecho verdaderamente importante como lo es el “préstamo” que pretende realizar el Ayuntamiento de Mexicali en favor del Poder Ejecutivo de Baja California, por un monto de 180 millones de pesos de participaciones federales.
El segundo en intervenir, fue el síndico Procurador, Héctor Israel Ceseña Mendoza, un abierto defensor de la familia tradicional, el cual ofreció un largo discurso de interpretación de la Declaratoria de Derechos Humanos, de la Constitución y dudó del criterio de los letrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a quienes calificó como subjetivos y en favor de la ideología de género.
Posteriormente hizo comparaciones de los matrimonios igualitarios con términos como la pedofilia, las adicciones y otros factores a los que -aseguró- también se les discriminaría sí se sigue la misma lógica.
En medio del debate de fondo, el regidor José Ramón López Hernández, de Morena, solicitó a la Presidenta Municipal que llevaran a cabo la votación por cédula, un sufragio secreto en un papel dentro de una ánfora.
Curiosamente, el hoy regidor, hace 6 años, criticó severamente cuando en el año 2015, el Cabildo de Mexicali ejerció una votación por cédula para avalar la tarifa de camión. En ese entonces, López Hernández era activista e impulsaba una agenda para mejorar el transporte público; y en esa ocasión recriminó a los ediles por ocultar el sentido de su voto.
La propuesta de López Hernández fue avalada por la presidenta municipal Guadalupe Mora Quiñónez, pero el incidente provocó una gran confusión porque el voto ya estaba siendo razonado, lo que ocasionó molestia en el regidor panista Héctor Ibarra Calvo, quien denunció que el método de votación debió definirse antes de entrar al debate de fondo del tema.
Esto generó una gran confusión dentro del Cabildo, donde se confundieron, por un momento, sí se votaría el método de sufragio o la reforma como tal. Mientras tanto, los colectivos gritaban y reclamaban intensamente con consignas como “con los niños no te metas”, entre otras.
Ricardo Hernández Morelos y Diego Echeverría, regidores de Morena y PAN, respectivamente, emitieron posicionamientos en contra de la reforma, afirmando que se debe respetar la Constitución como se encuentra, e incluso, asegurando que esta reforma afectaría directamente a los niños.
“Defenderé con mi vida a los niños”, dijo dramáticamente el edil, quien fue ovacionado por los colectivos. Sin embargo, estos elogios fueron mitigados por el grito de Hiram García, representante de la Secretaría de Diversidad Sexual de Morena, el cual gritó reclamos e improperios en contra de su compañero de partido.
“Vete a la chingada”, fue uno de los comentarios más densos, el cual continuó recordándole su apoyo al ex candidato del PES en la pasada elección, Jorge Hank Rhon, y le exigió la renuncia del partido por ir en contra de los estatutos y por avalar causas contrarias al vinotinto.
La regidora Luz Elena Fonseca, del PBC también anunció anticipadamente su voto a favor y afirmó que el tema a debatir es de Derechos Humanos, los cuales deben ser defendidos por las propias autoridades.
La sesión nuevamente se enturbió, entre los gritos de los manifestantes y las múltiples peticiones de orden por parte del Secretario del Ayuntamiento, Manuel Zamora, lo que volvió a generar confusión sobre el motivo de la votación.
Las dudas llegaron al grado que el propio regidor Héctor Ibarra Calvo, del PAN, le pidió a la Alcaldesa que pidiera un receso para ponerse de acuerdo con la bancada de su partido, lo que sucedió. Luego de poco más de 10 minutos, se reanudó la sesión, y se continuó con los razonamientos.
En un discurso de poco más de media hora, el edil panista Héctor Ibarra, aseveró que el debate en este momento no era definitorio sobre pensamientos o ideología, sino era un tema de carácter estrictamente jurídico, el cual sustentó en una serie de jurisprudencias y criterios de la Suprema Corte, en los que se sustentaba que el matrimonio igualitario era válido, constitucional y de reconocimiento de Derechos Humanos.
Ibarra Calvo recordó, que independientemente de la reforma, desde el 2015 ya se celebran bodas entre personas del mismo sexo en Baja California, y reclamó que el debate a profundidad del tema debió darse en el Congreso del Estado, también lamentó que los diputados no tuvieran una política de puertas abiertas para escucharlos.
Refirió que el actual gobernador y los legisladores morenistas se han comportado aún peor que “los traidores” del pasado gobierno blanquiazul, y recordó nuevamente el tema del endeudamiento municipal al prestar los 180 millones de pesos al Poder Ejecutivo será sustituido de la agenda pública por el desastroso proceso parlamentario que se llevó a cabo en ese momento.
La regidora Cleotilde Molina, de Morena, tomó la palabra para respaldar al edil panista y aseguró que era necesario reconocer los Derechos Humanos de todos los sectores, y más allá del tema de partidos, su encomienda como ediles los vuelve representantes de mayorías y minorías.
Mientras externaba su opinión, una mujer del público la interrumpió afirmando que su decisión no contemplaba a los niños, a lo que respondió que tiene una formación como maestra y que ella entiende mucho más la situación de la niñez que la mujer que la increpó.
El debate se volvió ocioso, lleno de opiniones y carente de sustento, como las vertidas por la edil Cristina Mares, del PAN, quien rechazó la reforma sólo porque no coincidía con sus creencias.
Momentos antes de terminar con las valoraciones, un grupo de integrantes de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Transexual, Travesti, Intersexual, Queer (LGBTTTIQ), ingresó en las instalaciones del Cabildo de Mexicali, para respaldar a los ediles que se manifestaron a favor.
El grupo causó gran tensión entre los integrantes del colectivo contrario, los cuales quedaron silenciados ante la manifestación de los integrantes de la comunidad LGBTTTIQ.
Sin embargo, los gritos comenzaron nuevamente cuando se ejerció la votación secreta, donde sólo algunos integrantes del Cabildo, entre ellos la presidenta Lupita Mora, exhibieron su sufragio ante el público; la mayoría -sobre todo los de Morena- optaron por ocultarse.
Al final, la votación quedó 10 votos a favor y 6 en contra por parte de los integrantes del órgano colegiado municipal.