Como he señalado en otras ocasiones en este espacio, la colaboración y la cooperación entre las Entidades de Fiscalización Superior y los distintos organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas y las instancias que la integran, es trascendental para fortalecer a las EFS a través de la creación de capacidades, entre otros aspectos.
De hecho, la ONU ha reconocido la importancia de las funciones de las EFS y ha destacado la necesidad de incrementar sus capacidades como un instrumento para promover una mayor eficiencia y eficacia en la administración pública, así como la transparencia y la rendición de cuentas, en beneficio de la ciudadanía.
Por ello, la ONU mantiene una estrecha relación con INTOSAI, OLACEFS y con las EFS a través de sus agencias especializadas, entidades y programas, como el Banco Mundial, la Oficina de las Naciones para el Riesgo de Desastres, la Oficina de las Naciones contra la Droga y el Delito, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y ONU Mujeres, por mencionar algunas.
Estas relaciones nos permiten acceder a asistencia técnica y capacitación, altamente especializada que nos ayuda a realizar nuestra labor con un mayor rigor técnico y exactitud, teniendo en cuenta las crecientes expectativas, tanto del Poder Legislativo como de la ciudadanía, respecto de nuestro labor, en especial en los asuntos complejos, como por ejemplo, la fiscalización de políticas públicas de carácter transversal, como la fiscalización de la gestión de desastres o la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y nuestras aportaciones para la prevención, sanción y erradicación de la corrupción.
Por citar un ejemplo concreto, el Grupo de Trabajo sobre la Fiscalización de Desastres de OLACEFS, que es presidido por la ASF, ha colaborado con la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de Desastres (UNDRR) de las Américas y el Caribe, para promover que en la revisión a su gestión se utilicen los principios del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Pero la ASF no se ha limitado a vincularse con la ONU a través de INTOSAI u OLACEFS, también nos hemos acercado a directamente a las distintas instancias de las Naciones Unidas que cuentan con representaciones en nuestro país o en nuestra región. Gracias a ello nuestros equipos auditores han recibido capacitaciones de parte de expertos internacionales del Banco Mundial, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito o el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo sobre diversas temáticas, como la utilización de la inteligencia artificial y el análisis de datos o el combate a la corrupción, como el Webinario que impartió la Unidad de Gobernanza Efectiva y Democracia del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México a un grupo de funcionarios de la ASF.
En este evento se expuso el modelo para la gestión de riesgos de corrupción en el sector público, en donde se compartieron buenas prácticas para la gestión de los riesgos de corrupción, es decir para reducir las probabilidades de que, por acción u omisión, se use el poder para desviar la gestión de lo público hacia un beneficio, ya sea por la desviación de recursos o por una toma de decisiones irregular, no apegada al marco legal.
Para la ASF establecer vínculos estratégicos y que nos aporten valor agregado, a través del intercambio de conocimientos, experiencias y buenas prácticas es de gran importancia, ya que es un factor clave para dar cada vez mejores resultados y contribuir a marcar la diferencia en la vida de la ciudadanía.
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