Cuando aún era panista e integrante del Congreso del Estado de Baja California, el acomodaticio de Miguel Ángel Bujanda -íntimo del ex gobernador Francisco Vega de Lamadrid, a quien de hecho sirvió como secretario particular y filtro de negociaciones, pasando de ser el humilde hijo de una simpatizante del PAN a un potentado panista metido a los negocios- estableció relaciones con la líder de la fracción de Morena en la Cámara local, Montserrat Caballero. Tanto se metió en el círculo de la morenista, que cuando ella fue electa candidata a dirigir el Ayuntamiento de Tijuana, promovía que Bujanda fuese inscrito en su planilla en calidad de candidato a síndico procurador. Pero no fue así. A Miguel Ángel, los morenistas le dijeron no, pese a que en todas sus posiciones -así como apoyó al Partido Acción Nacional en su momento-, fue alfil de Morena, el gobernador Jaime Bonilla, el secretario general de Gobierno, Amador Rodríguez, y de quien se lo pidiera en la “izquierda” bajacaliforniana. Total, que Bujanda continuó incrustándose en el equipo de la alcaldesa electa, tanto, que ya presume será el próximo secretario de Bienestar en el Ayuntamiento de Tijuana, una vez que Caballero tome posesión. Así, el ex panista se desplomó del partido albiazul… pero cayó parado en Morena. Qué cosas.