“Un Presidente que no admite la alternancia y busca el control absoluto y eterno del poder es una grave amenaza para la democracia, sistema imperfecto, pero menos peor que cualquier otro. AMLO no admite la alternancia porque ha decidido que todos los que no lo siguen ciegamente, son reaccionarios y corruptos”, advirtió el historiador en entrevista para ZETA
El reconocido historiador mexicano Jean Meyer expresó en entrevista para ZETA que votará el 6 de junio de 2021 “para frenar el autoritarismo demasiado personalista de nuestro Presidente”.
De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), en la jornada electoral se elegirán 20 mil 415 cargos, entre estos, 300 diputaciones federales por mayoría y 200 por representación proporcional, para integrar la Cámara de Diputados de la Legislatura 2021-2024; además, 15 gubernaturas, mil 063 diputaciones estatales, mil 923 alcaldías, 2 mil 057 sindicaturas, 14 mil 222 regidurías y 635 concejalías, juntas municipales y presidencias de comunidad.
No obstante la gran cantidad de cargos a elegir, la contienda electoral se torna histórica porque se dirime el control de la Cámara de Diputados, donde actualmente Morena, el partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador, concentra la mayoría absoluta (250 más uno) de diputados federales, con 253.
De ganar Morena y sus partidos aliados (Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México) en la coalición “Juntos Haremos Historia”, la mayoría absoluta
de las diputaciones federales, López Obrador impondría sus reformas y leyes, incluido el Presupuesto de Egresos de la Federación para sus proyectos, sin ser debatidos ni cuestionados en la Cámara de Diputados, lo que supondría que el Ejecutivo federal actúe con autoritarismo.
“Un Presidente que no admite la alternancia y busca el control absoluto y eterno del poder, es una grave amenaza para la democracia”, advirtió Jean Meyer en entrevista con este Semanario.
“PARA FRENAR EL AUTORITARISMO” DE AMLO
Profesor Emérito del Centro de Investigación y Docencia Económicas, AC (CIDE) y actualmente el historiador vivo más importante de México con más de 70 libros de historia y ensayo, Jean André Joseph Meyer Barth refirió a ZETA porqué le importa la elección del 6 de junio de 2021 en México:
“Me presento: nacido en Francia en 1942, en México desde 1962, ciudadano mexicano desde 1977, he vivido el 68 mexicano, los años de plomo, la transición larga pero democrática y la alternancia a partir del 2000. Me siento comprometido con la democracia parlamentaria y el mercado libre complementado, equilibrado por el estado de bienestar, el necesario Welfare State. En Estados Unidos hubiera votado (por Joe) Biden. Como académico, historiador, pienso que la cultura es un deber moral, como la educación y, además, una inversión benéfica para la economía y la sociedad. Soy padre de familia con varios hijos y nietos, por lo tanto, interesado, comprometido en su futuro, cuando a mí no me queda mucho tiempo y podría entonces decir ‘después de mí, que venga el diluvio’.
“Por lo tanto, iré a votar el 6 de junio con la cabeza, no con el corazón. Cristiano social, de centro izquierda, no tengo ni partido, ni candidatos. Votaré por el mal menor, para frenar el autoritarismo demasiado personalista de nuestro Presidente. Digo nuestro, si bien no es mío, porque fue legítimamente electo”.
— ¿Por qué es peligroso el autoritarismo del Presidente López Obrador?
“Su demolición sistemática de los órganos autónomos, descalificados de una vez para siempre como corruptos neoliberales, es una amenaza para nuestra joven democracia que tiene apenas veinte años. Un Presidente que no admite la alternancia y busca el control absoluto y eterno del poder es una grave amenaza para la democracia, sistema imperfecto, pero menos peor que cualquier otro. AMLO no admite la alternancia porque ha decidido que todos los que no lo siguen ciegamente son reaccionarios y corruptos; por lo tanto, no se puede admitir que ganen una elección”, subrayó el autor de “La Revolución Mexicana” (Tusquets, 2004).
AMLO CONTRA LA PRENSA
Jean Meyer (8 de febrero de 1942, Aix-en-Provence, Francia) expresó en entrevista reciente con ZETA que “México es uno de los países más peligrosos en el mundo para los periodistas, con récord de periodistas asesinados por el crimen organizado, muchas veces aliado a políticos. Eso no es nuevo, pero ha ido creciendo y amenaza la libertad de expresión; libertad que no hay que confundir con libertinaje, porque la verdadera libertad es inseparable de la honestidad, búsqueda de la verdad”.
El ensayista hizo una síntesis sobre cómo ha evolucionado la libertad de expresión en México del Siglo XIX al XX, hasta llegar a la transición democrática en el nuevo milenio:
“En el Siglo XIX, con altibajos, México experimentó con bastante éxito esa libertad en la prensa y en la edición, incluso en el porfiriato. Bajo Francisco I. Madero, fue absoluta, luego las cosas se pusieron difíciles hasta 1968. Con censura y autocensura, compra o silencio impuesto, pero nunca dejó de haber periodistas y periódicos valientes que cerraban y renacían bajo otro nombre: católicos, comunistas, anarquistas.
“El último y más visible atentado contra la libertad fue el ‘Excelsiorazo’ de 1976 contra Julio Scherer y Octavio Paz, pero no se dejaron y crearon Proceso y Vuelta. Desde aquel entonces, la prensa conquistó paso a paso su libertad y tuvo un papel grande en la transición democrática. Luego, en la alternancia, contribuyó y mucho a la denuncia de la corrupción bajo Enrique Peña Nieto y así a la victoria de Andrés Manuel López Obrador”.
Tras los constantes ataques de López Obrador a la prensa, Jean Meyer refirió:
“A AMLO, formado desde joven en el PRI, le hubiera gustado tener una prensa a su devoción y cualquier crítica le irrita sobremanera, por eso ataca tanto a la prensa y, nominalmente, a los periodistas. Contra ella usa los medios masivos de comunicación más modernos, televisión y radio para las mañaneras, tuits y redes sociales. Su pensamiento autoritario funciona en binomio blanco-negro: ‘Quien no está conmigo, es enemigo’. Por eso, la gran novedad, la temible novedad, es que por primera vez desde 1976, la libertad de expresión está amenazada, y mucho más que entonces, porque lo de Echeverría fue una patada de ahogado al final del sexenio”, complementó Meyer.
“Desde el tiempo del Presidente Madero no se tenía una prensa así, tan tendenciosa, golpeadora, defensora de grupos corruptos, una prensa que se dedica a mentir constantemente”, se le citó a Jean Meyer la opinión del Presidente pronunciada el martes 4 de mayo de 2021 durante su conferencia matutina, para inmediatamente preguntarle:
— ¿Qué lectura hace Usted de que López Obrador ataque constantemente a la prensa y a los periodistas críticos de su gobierno en sus conferencias matutinas?
“Además de acabar con la separación de poderes, controlar a los jueces, entregar a los militares todo lo que se les puede entregar (con el riesgo de corromperlos como en Argelia, Cuba y tantos países nada democráticos), hay que denunciar a los medios masivos de comunicación como instrumentos del enemigo neoliberal, porfirista, conservadores, etc; era demasiado temprano para acabar con la libertad de expresión, por eso el Presidente se la pasó y se la pasa atacando nominalmente periódicos, canales, periodistas y locutores. “¿Asegurar la protección de los periodistas en un México catalogado como uno de los países más peligrosos para ellos? Ni pensarlo, son enemigos, como lo son las feministas y toda persona que discrepa tantito del Jefe Máximo”.
AMLO, “TAN CONSERVADOR, TAN REACCIONARIO”
Hacia el final de la entrevista con ZETA, se le inquirió al historiador cómo considera que pasará a la historia el Presidente Andrés Manuel López Obrador:
“Dudo que nuestro Presidente llegue a ocupar semejante lugar en la memoria de los mexicanos en el futuro. Eso sería muy doloroso para un narciso que cree ser la reencarnación de varios actores de nuestro panteón histórico.
“Narciso es presidente. Me dirán que para ocupar puestos políticos importantes hay que ser un poco narcisista, cierto. Decían los franceses que De Gaulle (Presidente de Francia entre 1944 y 1946) se creía Juana de Arco. Tenía derecho a creerlo porque salvó dos veces a Francia entre 1940 y 1945, y otra vez a sacarla del lodazal argelino. Pero dos veces renunció al poder, sin que lo obligaran las instituciones, sencillamente porque sintió que muchos franceses no lo seguían en la vía nueva que abría. Ahora todos son degolistas en Francia”.
Meyer sentenció:
“Es muy triste que un hombre que despertó la esperanza de muchos haya resultado tan exitoso en su empresa de demolición y tan conservador, tan reaccionario, en el sentido de regresar al pasado: el pasado de un PRI que logró ser, durante mucho tiempo, la ‘dictadura perfecta, por ser invisible’”.