“Tanto los partidos como la prensa y como el poder son inútiles sin el público, que es el principio y el fin de sus existencias, que es la esencia fundamental de su razón de ser; lo que muy fácilmente olvidaron la prensa y el poder, que se dejaron llevar por los partidos, la una hasta la ceguera y el otro hasta la inacción”.
–Gerald L. McGowan, “Prensa y Poder”. El Heraldo, 14 octubre 1855.
La prensa tiene la misión de guiar a los gobernantes, de censurar sus errores y faltas, decir lo que le parece mal y promover el bien, no el del gobierno, sino el de la nación. Tiene la misión de examinar las medidas y leyes, de apuntar los inconvenientes, de condenar los abusos de autoridad. Tiene una misión organizadora, una misión de orden, mejorías y progreso, de razón y legalidad. Pero también tiene la misión de hacer llegar la voz del gobierno a todos, de dar a conocer los hechos para impedir el secreto que engendra a los gobiernos despóticos.
El anterior pareciera un párrafo de la revista Letras Libres de mayo de 2021, sobre el nuevo libro de Roger Bartra El regreso a la jaula, o sobre la edición china del libro de Enrique Krauze sobre 9 Personajes intelectuales, como Vasconcelos, Mariátegui, Octavio Paz, el Che Guevara, entre otros.
El párrafo corresponde ciertamente a Gerald L. McGowan, quien para el Colegio de México publicó (1978) Prensa y Poder, citando ediciones de 1855 de periódicos liberales y conservadores como Siglo XIX, El Heraldo, El Republicano o El Monitor Republicano. Todos de 1855.
Para el proceso electoral 2021, habrá que admitir la necesidad de un análisis no a corto plazo, sino evolutivo, a largo plazo. Muchos opinan que el crimen organizado -como es factible- se ha hecho del corredor del Pacífico (Michoacán, Colima, Nayarit, Sinaloa, Sonora y las Bajas Californias). Con pocos votos sobre sus oponentes, con menos del 40 por ciento de participación de votantes, algo pasó que inhibió el voto popular, u otros factores permitieron a Morena hacerse de más de 10 gubernaturas este 6 de junio de 2021.
No así en donde la Alianza Opositora ganó buena cantidad de alcaldías -antes delegaciones- con millones de votantes de la Ciudad de México, situación que pone a pensar al observador: ganan el Noroeste y el Sureste; y pierden el bastión de la gran Ciudad de México, donde la gente lee hasta parados en el metro desde Taxqueña hasta Cuatro Caminos (más de una hora de recorrido). Es una virtud de los capitalinos cruzar la ciudad abstraídos en el intus legere, ocupada la inteligencia en la lectura o la reflexión en la selva de concreto.
No ha sido el Norte, sino la gente del centro y del sur de la República Mexicana, los que le han puesto un hasta aquí al Presidente de México; no le han confiado ni la Ciudad de México ni la Cámara de Diputados.
A la prensa y al poder se les olvidó su razón de existir: el público. Así lo refiere Gerald McGowan en su admirable investigación sobre el tema. Ignorando al pueblo, la prensa llega hasta la ceguera, y el gobierno a la inacción.
Roger Bartra refiere en entrevista para Letras Libres (mayo 2021), que el actual mandatario, “cegado” por la soberbia del poder, ni siquiera ha reconocido, como muchos; y en eso es claro Bartra, al reconocer la democracia participativa en México, una verdadera democracia entre 1997-2012.
Cuestiona qué fue lo que ocurrió a todos los partidos e instituciones políticas para desentenderse y no reconocer esta parte de la vida democrática del país, al grado de poner en riesgo la democracia, como explica Krauze, en el sentido de que los populistas de todo el mundo se sirven de la democracia para luego querer acabar con la democracia.
Es necesario vivir todos los días pensando en la democracia; no solamente pensar que la democracia es haber ganado gracias al dinero mal habido, a una despensa, a vender la voluntad por miedo o cualquier cosa que no sea el bien de toda la comunidad.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
Correo: saeta87@gmail.com