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domingo, octubre 6, 2024
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“La Ciudad de Satanás” y “La Ciudad de Dios”

“Babel y Pentecostés son dos canteras siempre francas y en acto de la historia. Según san Agustín, en el principio se construyó Babel, la “Ciudad de Satanás”; en el segundo momento se edifica Jerusalén, “la ciudad de Dios”. Toda nuestra iniciativa civil o religiosa, privada o pública, está ante una elección: O ser Babel o ser Pentecostés”.

-Raneiro Cantalamesa, franciscano, Cardenal y predicador, Casa Pontificia 

 

El predicador de la casa pontificia, franciscano capuchino y Cardenal Raneiro Cantalamesa, dice que “se es Babel si pensamos solo en hacernos famosos a nosotros mismos, en afirmarnos a nosotros mismos; se es Pentecostés (Ciudad de Dios), si afirmamos igualmente al otro y sobre todo a Dios. Hay Babel allí donde hay egoísmo y manipulación del otro; Pentecostés allí donde hay amor y respeto”.

Desde 1973, e incluso desde 1968, con motivo del Rojo Amanecer estudiantil, los obispos mexicanos trabajaron por dos años con los fieles laicos, religiosos y expertos, en un admirado documento sobre El compromiso cristiano ante las oposiciones sociales y la política.

Elaborado por obispos de todo el país, entre ellos los del noroeste mexicano, como el Sr. Posadas de Tijuana; Pérez Gil de Mexicali; Carlos Quintero y Juan Navarrete de Hermosillo; y de toda la República; sinceramente parece un documento profético a la distancia de casi cincuenta años, pues se inició en 1971 y se publicó en diciembre de 1973.

La fuerza exhortativa de los obispos mexicanos estriba -dicen- que el valor fundamental de toda relación humana sea el amor de caridad; y así, la sociedad justa que todos anhelamos pueda contar, para su realización, con el valioso y decisivo impulso de los hombres convertidos de verdad al Evangelio.

“Sabemos por la fe que Dios está presente y actuando en la historia, y que ha constituido a Cristo Señor de la humanidad. Sin embargo, constatamos que, en el devenir de la historia, se mezclan el bien y el mal: el poder del misterio de iniquidad trabaja en contra del Espíritu de Dios. Pero al final de los tiempos la historia culminará con el triunfo de Cristo, cuya acción en el mundo anuncia, por su resurrección, la victoria final sobre la muerte y sobre el reino de las tinieblas, que es el reino del pecado, donde se manifiestan la injusticia, el egoísmo y la corrupción”.

Titulado El compromiso cristiano ante las oposiciones sociales y la política, el episcopado mexicano (Conferencia Episcopal Mexicana, CEM) expresa que “Jesús, como Señor de la historia, la va dirigiendo suave y fuertemente; pero nos asocia a su acción y, respetando nuestra libertad, nos hace corresponsables de su marcha. Experimentamos que nosotros podemos dirigir la historia hacia el mal, hacia la injusticia, hacia el egoísmo; o bien hacia la promoción del hombre, hacia la fraternidad humana, hacia la paz. Es nuestra libre voluntad la que va dando la orientación a los acontecimientos que constituyen la trama complicada de la vida de la humanidad”.

El apartado II del documento se titula: “Cristo nos interpela en los acontecimientos actuales”.

Si en Tijuana es obispo Juan Jesús Posadas Ocampo: y en Mérida Don Manuel Castro Ruíz, o en Chiapas don Samuel Ruíz, y en Mexicali don Manuel Pérez Gil González; qué los mueve a entusiasmar a los creyentes católicos a participar en política. Esto que parece escrito hoy en 2021 por el Cardenal Aguiar o por el Cardenal Robles, o el Cardenal Suárez Inda, o por el Arzobispo Francisco Barrón. Va: Partimos de la simple consideración de hechos que nos obligan a una seria reflexión:

1.- Las condiciones de vida en el campo son cada vez más precarias; aumentan las invasiones y los despojos de tierras;

2.- Se multiplican las manifestaciones de protesta en los Estados de la Federación reclamando justicia;

3.- Se desconocen cada vez más los medios legales y pacíficos en diversos aspectos de la política; aumenta la oposición a la autoridad legítima; las universidades se ven sacudidas y desquiciadas por movimientos marcados frecuentemente por actos de violencia;

4.- El tráfico de drogas y el erotismo van en aumento; se han intensificado los asaltos y los secuestros; las peticiones y exigencias de diversos grupos obreros y campesinos son más numerosas y, no raras veces, han degenerado en hechos sangrientos;

5.- Crece la aversión contra el dominio y la dependencia económico-política del exterior, y aparecen cada vez con más persistencia actitudes de rechazo a la injusticia y de oposición a toda clase de predominio ilegítimo. Otros muchos hechos podrían añadirse a esta enumeración.

Remata el Episcopado Mexicano en este admirable documento de 1973 -vigente y actual en 2021- invitándonos a votar para transformar México. Frente a estas actitudes antievangélicas, Cristo nos pide la conversión de este estado de pecado a una actitud solidaria de servicio, de austeridad, de justicia, de respeto a la libertad, de autenticidad, de caridad y de respuesta sincera y amorosa a Dios, de modo que se pongan las bases de una sociedad en la que todos tengan participación responsable en los bienes y en las decisiones de orden político y económico.

¡A votar este 6 de junio de 2021!

 

Germán Orozco Mora reside en Mexicali.

Correo: saeta87@gmail.com

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